Opinión
El envejecimiento humano y el papel de la proteína klotho
«Este campo es un lugar ‘‘abonado’’ para que las pseudociencias, los pseudocientíficos y chamanes hagan negocio proponiendo la juventud eterna»
Antes de desarrollar este artículo de divulgación científica que hacemos de forma periódica, nos gustaría aclarar que se trata de una publicación que no tiene que ver nada con la belleza (estética) por nuestra parte. Es más, nos parece un tema muy serio y como catedrático de Medicina y periodista científico merece la pena desarrollar y divulgar con vocabulario entendible.
Creemos que resulta conveniente explicar de forma sencilla qué es la proteína klotho y podría ser válido comentar que se descubrió en 1997 en unos ratones que envejecían rápidamente por falta de esta proteína. Por el patólogo Makoto Kuro-o, investigador del Instituto Nacional de Neurociencia de Tokio, Japón. Y se sabe científicamente que es una proteína presente en la membrana celular y también en la circulación sanguínea, donde funciona como hormona antienvejecimiento.
Influye también en la regulación del metabolismo del fósforo y acciones antioxidantes. Y podría resultar interesante también decir que los niveles de fósforo en suero están elevados en alguna enfermedad humana en la que los pacientes envejecen durante la infancia.
La principal tarea de klotho es el riñón. Se sabe que las células renales secretan klotho al medio que los rodea, de forma que ejercen una función antienvejecimiento y también se sabe que los niveles circulantes de Klotho están disminuidos en los pacientes con enfermedades renales. Los pacientes con enfermedades renales crónicas en diálisis sufren un envejecimiento acelerado y una menor supervivencia que la población general.
Se sabe que las personas que tienen mayor cantidad de proteína klotho en su cuerpo gozan de beneficios importantes en la salud y también que el nivel de esta proteína se reduce con la edad y que genéticamente hay humanos con más cantidad que otros.
La profesora Dubal ya firmó un artículo científico en el año 2014 en el que estudiaron a más de 700 participantes entre 52 y 85 años y que, en ellos, los sujetos con altas cantidades de esta proteína obtuvieron mejores resultados en las pruebas de pensamiento y de memoria que representó uno de cada cinco personas estudiadas.
Los seres humanos nacemos con aproximadamente cinco veces más klotho que lo que tenemos en la edad adulta y la profesora Dubal y su equipo en una experimentación con monos les administró dosis de 10, 20, 30 mg por kg de peso corporal y se vio que los beneficios se estancaron en la dosis de 10 mg, lo que para el equipo de la profesora Dubal constituyó una importante señal para justificar y plantear en algún día las inyecciones de klotho en seres humanos.
Se sabe también que, de momento, esta proteína no se ha estabilizado en una molécula que nos permita fabricar comprimidos o suplementos y que, de formularse como medicamento, la forma sería en inyección. Un ejemplo parecido son los medicamentos para la diabetes como Ozempic, que se inyecta también de forma subcutánea.
La forma en estos momentos de alterar o mejorar la generación de klotho sería el ejercicio físico, y la toma de algunos alimentos como afirma J. Amaro y, además, la relación entre actividad física y la proteína klotho ha sido reconocida por la revista «British Journal of Sports Medicine», revista científica de gran impacto.
Para aumentar la proteína klotho habría que diseñar una rutina bien planificada y adaptada a las necesidades del ciudadano y J. Amaro recomienda las sesiones HIT. Y estas son las siglas que corresponde a High Intensity Interval Training o entrenamiento interválico de alta intensidad, que se caracteriza por realizar sesiones cortas de ejercicio intenso intercalando descansos cortos. Hay que decir que el trabajo HIT no suele superar los 20 minutos de duración.
Este tipo de ejercicio no precisa de ningún tipo de aparataje específico porque puede ser muy variado, ya que incluir en estos ejercicios sentadillas, abdominales, planchas, zancadas con salto, etcétera es suficiente para conseguir el logro de HIT y así subir las proteínas klotho.
Para terminar, este campo es un lugar «abonado» para que las pseudociencias, los pseudocientíficos y chamanes hagan negocio ofreciendo lo que no se puede ofrecer y proponiendo la juventud eterna.
Pues no, no existen pastillas para lograr esa juventud pero sí es un adelanto científico (fisiológico) que permite luchar contra la evolución del envejecimiento celular y por tanto actuando sobre el envejecimiento en general. A por todas.
Antonio Alarcó Hernández es catedrático de Cirugía, presidente de la Cátedra de Telemedicina, Robótica y Telecirugía de la ULL. Doctor en Ciencia de la Información y Sociología. Exsenador y portavoz de Sanidad. Primer adjunto Diputación del Común de Canarias