Opinión

Farmacia comunitaria rural, el corazón de los pueblos que nunca debe dejar de latir

Rita de la Plaza es tesorera del Consejo General de Colegios Farmacéuticos (Cgcof)

Farmacia rural
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La farmacia comunitaria rural es mucho más que un servicio sanitario. Es la capital de los pueblos, es fuente de equidad en la prestación farmacéutica, es cohesión y arraigo, es salud y empleo. De hecho, aporta 23.600 empleos a jornada completa y, por cada uno de ellos, se generan otros 3,26 puestos de trabajo adicionales.

Representa compromiso, cercanía, servicio público... Unos valores que hay que cuidar, proteger e impulsar para que esas cruces verdes no se apaguen en los pueblos por falta de apoyo y recursos. Y también por el bien de la población. Precisamente, podemos sentirnos orgullosos de haber dado un paso importante en favor de los farmacéuticos comunitarios del entorno rural y de sus habitantes, con la firma de un convenio suscrito por la Consejería de Salud de La Rioja, el Consejo General de Colegios Farmacéuticos y el Colegio de Farmacéuticos de La Rioja para pilotar un programa de implantación de servicios farmacéuticos remunerados en siete farmacias de Viabilidad Económica Comprometida ubicadas en municipios de menos de mil habitantes de La Rioja.

El objetivo es mejorar la atención sanitaria, social y asistencial en estas zonas; combatir la despoblación, y fomentar la supervivencia de las farmacias. La Rioja cumple así con el Pacto Regional para la Activación Rural y es la primera en continuar los pasos que se dieron en 2023 cuando firmamos un protocolo con tres ministerios del Gobierno de España (Sanidad, Transición Ecológica y Reto Demográfico y Derechos Sociales y Agenda 2030) para crear el «Programa de Farmacia Comunitaria Rural». Es solo un principio que esperamos que se contagie en el resto de las Comunidades Autónomas para que con la confianza de los ciudadanos consigamos que las farmacias rurales sigan siendo el corazón que mantiene vivos a nuestros pueblos.