
Salud
Guillermo Isasti, cardiólogo: ''Las enfermedades del corazón son la principal causa de mortalidad en el mundo, pero lo más importante es que muchas de ellas se pueden prevenir''
El Director médico y cardiólogo en Hospital Quirónsalud de Huelva atiende a LA RAZÓN con motivo del Día Mundial del Corazón

Cada 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón, una fecha impulsada por la World Heart Federation con el objetivo de concienciar a la población sobre la importancia de cuidar nuestra salud cardiovascular. Y no es casualidad: las enfermedades del corazón siguen siendo la primera causa de mortalidad en el mundo, a pesar de que gran parte de ellas se pueden prevenir con hábitos sencillos y sostenibles.
La cita invita, por tanto, a reflexionar sobre cómo vivimos y a poner en valor la prevención, algo que también subraya el doctor Guillermo Isasti Aizpurua, director médico y cardiólogo en el Hospital Quirónsalud de Huelva: “La salud cardiovascular depende en gran medida de nuestros hábitos diarios. Muchas enfermedades del corazón se pueden prevenir, y con pequeños cambios cotidianos podemos reducir significativamente el riesgo”.
Con motivo de esta jornada, el doctor Guillermo Isasti Aizpurua, referente en cardiología y director médico del Hospital Quirónsalud de Huelva, comparte su experiencia personal, consejos prácticos y la visión de cómo la innovación tecnológica está transformando la atención cardíaca en la provincia.
Con la vocación por la medicina desde joven, cuenta que la cardiología reunía ''todo lo que me motivaba'' y que siempre le ha atraído ''la idea de poder ayudar a las personas en momentos delicados de su vida.

Entrevista con el doctor Guillermo Isasti Aizpurua
El 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón, ¿qué mensaje le gustaría transmitir sobre la importancia de cuidar nuestra salud cardiovascular?
El Día Mundial del Corazón es una oportunidad para recordar que la salud cardiovascular depende en gran medida de nuestros hábitos diarios. Las enfermedades del corazón son la principal causa de mortalidad en el mundo, pero lo más importante es que muchas de ellas se pueden prevenir. Mantener una alimentación equilibrada, realizar actividad física de forma regular, controlar factores de riesgo como la hipertensión, el colesterol o la diabetes, y evitar el tabaco son medidas sencillas que tienen un gran impacto.
¿Cuáles son hoy los principales factores de riesgo que ponen en peligro la salud del corazón?
Hoy en día los principales factores de riesgo cardiovascular siguen siendo los clásicos: la hipertensión arterial, el colesterol elevado, la diabetes, el tabaquismo, la obesidad y el sedentarismo. A esto se suma un aspecto cada vez más reconocido, que es el impacto del estrés crónico y de la falta de descanso adecuado. Todos ellos actúan de forma silenciosa, sin dar síntomas al principio, pero van dañando progresivamente las arterias y el corazón. Por eso es tan importante detectarlos a tiempo y adoptar hábitos de vida saludables que reduzcan ese riesgo.
Si tuviera que dar tres consejos prácticos para cuidarlo en el día a día, ¿cuáles serían?
Si tuviera que resumirlo en tres consejos prácticos, serían estos:
- Muévase todos los días: no hace falta un gran esfuerzo, basta con caminar a paso ligero al menos 30 minutos, subir escaleras o buscar momentos para mantenerse activo.
- Cuide su alimentación: priorizar frutas, verduras, pescado, legumbres y aceite de oliva, y evitar la sal, azúcares y ultraprocesados.
- Evite el tabaco y controle el estrés: dejar de fumar es la mejor decisión para el corazón, y dedicar tiempo al descanso, a dormir bien y a actividades que nos relajen también protege nuestra salud cardiovascular.
Con estas medidas sencillas, pero constantes, se puede reducir significativamente el riesgo de enfermedad cardíaca.
En cuanto a la alimentación, ¿qué tipo de dieta o pautas recomienda para mantener un corazón sano?
La evidencia científica señala que la dieta mediterránea es una de las más beneficiosas para la salud del corazón. Se basa en el consumo abundante de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y aceite de oliva como principal fuente de grasa. También incluye pescado, frutos secos y una ingesta moderada de carnes blancas y lácteos. Al mismo tiempo, conviene limitar la carne roja, los embutidos, los azúcares añadidos y los productos ultraprocesados.
Y es importante aclarar un mito muy extendido: ninguna cantidad de alcohol es saludable. El vino tinto, aunque tradicionalmente se haya relacionado con beneficios cardiovasculares, en realidad no ofrece protección, y cualquier consumo de alcohol aumenta el riesgo no sólo de algunas arritmias y enfermedades del músculo cardiaco, sino procesos oncológicos.
No se trata de hacer dietas estrictas, sino de incorporar hábitos sostenibles: cocinar con productos frescos, reducir la sal en las comidas y dar prioridad a lo natural frente a lo industrial. Con pequeños cambios diarios se puede proteger la salud cardiovascular a largo plazo.
¿Qué papel juegan el ejercicio físico y el descanso en la prevención de enfermedades cardíacas?
El ejercicio físico y el descanso son dos pilares fundamentales para la salud del corazón. La actividad física regular ayuda a controlar la tensión arterial, el colesterol y el peso, mejora la circulación y fortalece el músculo cardíaco. Caminar a paso ligero, montar en bicicleta o nadar de forma regular tienen un efecto muy positivo. Lo importante es la constancia. Además, cada vez sabemos más sobre la importancia de combinar el ejercicio aeróbico con el ejercicio de fuerza.
Mantener una buena masa muscular y una estructura ósea saludable no solo previene caídas o fragilidad en el futuro, sino que también contribuye al control metabólico, a la regulación de la glucosa y a la reducción del riesgo cardiovascular.
Por otro lado, el descanso es igual de necesario. Dormir entre 7 y 8 horas de calidad cada noche permite que el organismo se recupere y que el corazón no trabaje en condiciones de sobrecarga. El insomnio o el sueño de mala calidad se asocian a un mayor riesgo de hipertensión, arritmias y otros problemas cardiovasculares.
En resumen, moverse durante el día y descansar bien por la noche son dos estrategias sencillas pero muy poderosas para prevenir la enfermedad cardíaca.
El Hospital Quirónsalud Huelva ha incorporado recientemente la resonancia cardíaca. ¿Qué ventajas aporta esta tecnología al diagnóstico de los pacientes?
La incorporación de la resonancia cardíaca supone un gran avance para el diagnóstico de los pacientes. Es una técnica de imagen muy precisa que nos permite ver el corazón en movimiento, evaluar su función y estudiar tanto el músculo cardíaco como las válvulas y las arterias. Una de sus principales ventajas es que no utiliza radiación, lo que la hace muy segura. Gracias a la resonancia podemos detectar cicatrices en el corazón tras un infarto, diagnosticar inflamaciones como la miocarditis o identificar enfermedades poco frecuentes con gran detalle.
En muchos casos, aporta información que no obtenemos con otras pruebas, lo que facilita un diagnóstico más temprano y un tratamiento más personalizado. En definitiva, es una herramienta de última generación que mejora la calidad asistencial y acerca a nuestros pacientes la medicina más avanzada.
También disponen ahora de un ecógrafo transesofágico. ¿En qué casos se utiliza y qué mejora respecto a otras pruebas de imagen?
La ecocardiografía transesofágica es una herramienta muy valiosa porque permite obtener imágenes del corazón con una calidad y una definición superiores a las que conseguimos con la ecocardiografía convencional. La diferencia es que, en lugar de colocar la sonda sobre el pecho, se introduce suavemente por el esófago, que está muy próximo al corazón. Esto nos da una visión mucho más detallada de las válvulas, de la aurícula izquierda y de posibles coágulos o alteraciones que podrían pasar desapercibidas con otras técnicas.
Se utiliza especialmente en situaciones donde necesitamos una precisión máxima: en el estudio de las válvulas antes de una cirugía o de un procedimiento percutáneo, en la detección de endocarditis (infecciones de las válvulas) o en la valoración de la presencia de trombos que pueden causar embolias.
Ser el único hospital privado con esta técnica nos convierte en Centro de referencia para muchos cardiólogos de la provincia.
La nueva sala de hemodinámica es otro avance destacado, ¿qué tipo de intervenciones se podrán realizar allí y qué supone para la atención en la provincia?
La nueva sala de hemodinámica es un recurso fundamental para la atención cardiovascular en Huelva. En ella podemos realizar procedimientos mínimamente invasivos que, hasta ahora, en muchos casos obligaban a derivar a los pacientes a otras provincias. Se trata de intervenciones como el cateterismo cardíaco, que permite diagnosticar y tratar obstrucciones en las arterias coronarias, la implantación de stents, así como el cierre de determinadas comunicaciones cardíacas o la implantación de dispositivos para tratar arritmias.
La gran ventaja es que todo esto se hace sin necesidad de cirugía abierta, a través de catéteres, lo que reduce riesgos, tiempos de recuperación y estancias hospitalarias. Para la provincia, disponer de una sala de hemodinámica de primer nivel significa evitar desplazamientos innecesarios y garantizar una atención más rápida y eficaz ante problemas cardíacos urgentes, como el infarto agudo de miocardio.
Para finalizar, ¿qué mensaje le gustaría dar a la población en este Día Mundial del Corazón?
Mi mensaje a la población es que cuidar del corazón está en gran medida en nuestras manos. No se trata de grandes sacrificios, sino de pequeños gestos cotidianos: moverse más, comer de manera equilibrada, evitar el tabaco y aprender a gestionar el estrés. La prevención es la mejor medicina.
En Huelva contamos cada vez con más recursos tecnológicos y profesionales preparados, pero lo más importante es que cada persona tome conciencia de que la salud cardiovascular empieza en su día a día. Estas medidas preventivas y acudir ante cualquier duda al cardiólogo son dos pilares básicos para evitar problemas futuros.
El testimonio del doctor Isasti nos recuerda que la salud cardiovascular no depende únicamente de los avances médicos o de la tecnología más puntera, sino sobre todo de la implicación personal en el cuidado diario. En este Día Mundial del Corazón, la reflexión es clara: cada gesto cuenta. Caminar más, alimentarse mejor, descansar adecuadamente o aprender a manejar el estrés son pequeñas decisiones que, sumadas, marcan la diferencia entre la prevención y la enfermedad.
La invitación está sobre la mesa: escuchar a nuestro corazón y darle la atención que merece es, en definitiva, una de las mejores formas de invertir en calidad de vida y futuro.
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