Salud

Una investigadora española halla el «talón de Aquiles» del cáncer de pulmón

Su trabajo se publica en la revista 'Nature' y sienta las bases para futuras investigaciones sobre terapias más eficaces y duraderas contra tumores resistentes

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Marisa Martín-Fernández, jefa del Grupo Octopus del CLF, en su laboratorio en Reino UnidoSTFC

El cáncer de pulmón es una de las enfermedades más agresivas y mortales del mundo. Se trata de un tumor muy frecuente; el tercero más diagnosticado en nuestro país. La previsión es que en España, en 2024, se diagnosticarán 32.768 nuevos casos de cáncer de pulmón. Cada año, la estimación de nuevos diagnósticos aumenta. Además, sus síntomas son difíciles de detectar y cada vez es más mortífero.

No es de extrañar que el cáncer que provocó el mayor número de fallecimientos a nivel mundial el año pasado fuera el cáncer de pulmón (con un 18,2% del total de muertes por cáncer). En España, también es el que más mata. Por tasas de mortalidad, es el primero en los hombres y el segundo en las mujeres, por detrás del cáncer de mama.

Los números son claros. Por ello, es evidente que cualquier avance que ayude a conocer mejor cuáles son las debilidades de este 'agresor' puede ayudar a desarrollar tratamientos para atacarlas y, en última instancia, mejorar estas cifras.

En su lucha por combatir el cáncer de pulmón, un destacado equipo de científicos e investigadores de la Central Laser Facility (CLF), en Reino Unido, busca identificar nuevas dianas terapéuticas para lanzar dardos contra esta neoplasia. Allí, la española Marisa Martín-Fernández lidera el Grupo Octopus, donde cuentan con técnicas de imágenes de última generación que permiten ver moléculas y partículas microscópicas.

La investigadora, con una cátedra visitante en la División de Estudios del Cáncer del King's College de Londres, es la autora principal de un nuevo estudio que "sienta las bases para futuras investigaciones sobre terapias más eficaces y duraderas contra el cáncer".

Como sabemos, el cáncer aparece cuando las células empiezan a multiplicarse sin control. El receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR), una proteína que se encuentra en la superficie de las células, recibe señales moleculares que indican a la célula que crezca y se divida. En ciertos tipos de cáncer, el EGFR mutado estimula el crecimiento incontrolado, lo que da lugar al tumor.

Diversos tratamientos contra el cáncer bloquean e inhiben el EGFR mutado para evitar la formación de tumores. El problema es que son limitados, ya que con el tiempo las células cancerosas suelen desarrollar nuevas mutaciones del EGFR resistentes al tratamiento. Hasta ahora, no se sabía exactamente cómo estas mutaciones del EGFR resistentes a los fármacos impulsaban el crecimiento tumoral, lo que dificultaba nuestra capacidad para desarrollar tratamientos dirigidos contra ellas.

Marisa Martín-Fernández
Marisa Martín-FernándezSTFC

En en el estudio, los científicos dirigidos por Martín-Fernandez, obtuvieron imágenes de superresolución de una mutación del EGFR resistente a fármacos que se sabe que contribuye al cáncer de pulmón. Para ello utilizaron una técnica avanzada de obtención de imágenes láser desarrollada por el STFC.

Publicada en la revista Nature Communications, la investigación demuestra por primera vez con este nivel de precisión cómo interactúan las moléculas en la mutación EGFR que impulsa el crecimiento del cáncer y cómo la ayudan a eludir los fármacos dirigidos contra ella, lo que podría servir de diana para tratamientos más eficaces.

"Este hallazgo es la culminación de años de investigación y desarrollo tecnológico en el CLF y nuestras instituciones asociadas, y estamos muy entusiasmados con su potencial para informar el curso de la investigación del cáncer en el futuro. Si esta interfaz resulta ser una diana terapéutica eficaz, podría proporcionar un enfoque totalmente nuevo para el tan necesario desarrollo farmacéutico", asegura.

A continuación, el equipo introdujo mutaciones adicionales en el EGFR resistente a fármacos, en células pulmonares cultivadas y en ratones, que interferían con las interfaces recién descubiertas. En estos experimentos, una de las mutaciones adicionales del EGFR bloqueó el crecimiento del cáncer y los ratones no desarrollaron tumores, lo que indica que la capacidad de esta mutación del EGFR para promover el cáncer depende efectivamente de estas interfaces.

"Esta investigación ha sido posible gracias a la combinación de diversas tecnologías de imagen, desde moléculas individuales hasta animales enteros, y demuestra el poder de la imagen para comprender mejor el funcionamiento interno del cáncer. Estamos muy satisfechos de esta fructífera colaboración y esperamos seguir desarrollando esta oportunidad farmacéutica como parte de este equipo", augura el Dr. Gilbert Fruhwirth, jefe del grupo de Terapias de Imagen y Cáncer del King's College de Londres, que validó los resultados en animales vivos.

El estudio ha sido dirigido por el CFL, ubicado en el Rutherford Appleton Laboratory, un laboratorio que forma parte del Consejo de Instalaciones Científicas y Tecnológicas (STFC) y de la UK Research and Innovation, el organismo público de financiación nacional para la inversión en ciencia e investigación en el Reino Unido. En él colaboró el Grupo de Modelización Biomolecular y Farmacéutica de la Universidad de Ginebra (UNIGE).

Los investigadores esperan que estas interfaces puedan actuar como dianas potenciales para nuevas terapias contra el cáncer que superen la resistencia adquirida por las mutaciones del EGFR. "Este avance ha sido posible gracias a una combinación de simulaciones de última generación y técnicas experimentales que ahora pueden 'visualizar' la estructura y la dinámica de importantes dianas oncológicas como el EGFR con un detalle sin precedentes", concluye el profesor Francesco Luigi Gervasio, jefe del Grupo de Modelización Biomolecular y Farmacéutica de la UNIGE.