Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia

Laura Sanz: «La Sanidad ofrece grandes oportunidades para las mujeres científicas»

Laura Sanz es líder del Portfolio de Malaria en el centro de I+D de Salud Global de GSK España

Laura Sanz
Laura SanzArchivoArchivo

Cuando la vocación se une a la tenacidad y a la pasión por la investigación, el potencial se multiplica, sobre todo si se suma al reto de lograr la cura de una enfermedad «olvidada», tal y como realiza cada día Laura Sanz, líder del portfolio de malaria en el centro de I+D de Salud Global de GSK España, pionero en el mundo.

¿Qué hitos han logrado en la investigación en malaria?

Se han conseguido grandes avances en la búsqueda de nuevos tratamientos antimaláricos como alternativa a los antimaláricos actuales comprometidos por las resistencias. En este sentido, dos moléculas sintetizadas y caracterizadas en el centro de I+D de Tres Cantos se encuentran en fase clínica. La más avanzada de ambas ha demostrado en personas infectadas su capacidad para eliminar rápidamente los parásitos causantes de la enfermedad. Esto supone un gran valor para aliviar rápidamente los síntomas asociados a la enfermedad, así como para evitar las resistencias que puedan comprometer la eficacia de los tratamientos.

Es una enfermedad «olvidada» en occidente, pero el tesón de su equipo es constante. ¿Qué sueño científico persigue a medio y largo plazo en este campo?

Nuestro centro de I+D de Tres Cantos está focalizado en la investigación de enfermedades desatendidas como la malaria desde hace muchos años. A medio plazo nos gustaría ver cómo el desarrollo clínico de todas las nuevas oportunidades continúa confirmando su gran potencial para convertirse en nuevos tratamientos capaces de mejorar los actuales, que cada vez son menos eficaces por el desarrollo de resistencias. A largo plazo, nos gustaría ver cómo estos tratamientos llegan a todas las poblaciones afectadas en países endémicos, especialmente a las más vulnerables (mujeres embarazadas y niños), y son capaces de contribuir a la erradicación de esta enfermedad.

¿Qué es lo más apasionante de su trabajo en el laboratorio?

El comprobar que las nuevas tecnologías y los nuevos ensayos que utilizamos orientados a revelar el potencial de las moléculas son predictivos de lo que ocurre en la investigación clínica, lo que favorece el desarrollo de nuevas oportunidades de tratamiento. Además, la motivación al saber que el compromiso y los esfuerzos realizados tienen un valor para los pacientes.

Echando la vista atrás después de tantos años de trayectoria, ¿qué es lo mejor y lo peor de ser científica en nuestro país?

Lo mejor para mí ha sido el haber podido trabajar como investigadora desde que opté por esta trayectoria profesional hace ya más de 30 años. Lo peor han podido ser las incertidumbres puntuales sobre la continuidad profesional, sobre todo durante mi etapa como investigadora en centros públicos de investigación.

¿Qué valor añadido cree que aporta su visión femenina a la investigación de la malaria?

Creo que como mujer y como madre he desarrollado empatía por lo que puede sentir una madre en un país endémico que tiene que enfrentarse con gran frecuencia a ver a sus hijos padeciendo malaria. Entiendo el dilema que puede plantearse cuando, tras conseguir acceso al tratamiento para uno de sus hijos enfermos, se plantee conservar parte del mismo para tratar a otro de ellos con muchas posibilidades de enfermar a corto plazo. Esta decisión compromete la eficacia de los tratamientos pero es entendible, por ello debemos centrarnos en buscar no solo nuevos tratamientos eficaces sino de menor duración, para lograr una mayor adherencia a los mismos.

¿La investigación sanitaria es uno de los campos que mayor recorrido tiene para las mujeres científicas en nuestro país?

Creo que no es el único campo, pero sí creo que ofrece grandes oportunidades de desarrollo para las mujeres científicas, proporcionando también una amplitud de posibilidades relacionadas con la ciencia y la salud.

¿Qué le diría a una niña que sueña con ser científica?

Que apueste por lo que sueñe y que piense que tras sus esfuerzos siempre puede haber alguien que esté esperando una solución. En el caso concreto del campo sanitario, a su problema de salud.

¿Qué cambiaría para que esas niñas cumplan su sueño?

Creo que serviría como motivación una mayor exposición y divulgación de la ciencia y de las científicas que la producen, mejorar las salidas profesionales asociadas a la tarea investigadora y resaltar el beneficio social que el resultado de una labor investigadora conlleva.