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Salud

Una prueba casera de olfato, la clave para detectar los primeros síntomas de Alzheimer

Científicos de Boston desarrollan un nuevo método basado en identificar olores que parece efectivo para la detección precoz de la demencia

Una prueba casera de olfato podría ser clave para detectar signos de Alzheimer Freepik

Si te preguntaran cuál de los cinco sentidos valoras más, probablemente el olfato pasaría desapercibido. Sin embargo, cada vez hay más estudios sobre el potencial que tiene para el ser humano. Históricamente, el olor nos ha servido para orientarnos en campo abierto, para detectar comidas venenosas o encontrar alimento, incluso para identificar parejas sexuales a través de las feromonas.

En los últimos años, nos hemos interesado también por el uso médico del olfato. En especial, por el papel que juega en la formación de recuerdos. Seguro que conoces a personas capaces de transportarse en el tiempo a través de los olores o, quizás, has experimentado sensaciones pasadas a través de distintas fragancias. Por eso, el poder del olfato para hacernos viajar por el pasado, ha suscitado el interés de la psiquiatría y la neurociencia. Ahora, un experimento llevado a cabo por investigadores del Hospital General Brigham de Massachussets (Boston, EEUU) ha dado como resultado un sencillo test casero de olfato que podría detectar los primeros signos de Alzheimer.

Cabe destacar que más de 3,6 millones de personas tendrán Alzheimer en España en 2050, según las previsiones de la Organización Mundial de la Salud. Esta enfermedad es un tipo de demencia caracterizada por la degeneración de las células nerviosas del cerebro que provoca la acumulación de las proteínas beta-amiloide y tau. A grandes rasgos, estas sustancias crean "ovillos" en el cerebro que dificultan la comunicación neural. Pero a pesar de lo que sabemos, todavía no tenemos clara la causa de esta enfermedad.

Para detectar de manera temprana el deterioro cognitivo, los investigadores han desarrollado un método pionero que analiza la capacidad olfativa de las personas. Según el estudio publicado en Scientific Reports los participantes tenían que identificar, diferenciar y recordar olores a partir de etiquetas impregnadas con distintas fragancias colocadas en una tarjeta.

Un test pionero en alzhéimer

"Los métodos no invasivos y rentables de detección preclínica de la enfermedad de Alzheimer y otros trastornos neurocognitivos siguen siendo una necesidad insatisfecha", defienden los desarrolladores de esta técnica. Sin embargo, "según investigadociones anteriores, los circuitos neurales olfativos desarrollan cambios patológicos de la enfermedad del Alzheimer antes de la aparición de los síntomas".

Los científicos querían comprobar si podían identificar estos cambios "desde fuera". Una vez comprobado esto, quisieron diseñar un kit que pudiera usarse en casa o en los centros de salud de Atención Primaria, de forma sencilla y accesible. Para ello, desarrollaron la prueba digital remota "AROMHA Brain Health Test". Este test se distribuyó en sobre y por correo a personas de habla inglesa y española. Se las dividió en tres grupos: cognitivamente normales, pacientes con quejas subjetivas y personas con un deterioro cognitivo leve.

La prueba se hacía en tres partes. La primera implicó identificar nueve olores distintos: mentol, clavo, cuero, fresa, lila, piña, humo, jabón y uva. Cada olor iba a acompañado de cuatro opciones de fragancia y solo una era correcta. La segunda incluyó estos olores y añadió otros nueve: café, melocotón, chocolate, naranja, tierra, plátano, limón, chicle y rosa. Los participantes tenían que recordar si lo habían olido en la primera prueba y, después, identificarlos también. En la tercera parte, se presentaron a los participantes 10 pares de olores, todos ellos presentados previamente en las Partes 1 y 2. Se les pidió que determinaran si los olores emparejados eran iguales o diferentes.

La prueba casera reveló un declive olfativo relacionado con la edad y, además, detectó que las personas con declive cognitivo tuvieron puntuaciones de memoria olfativa más bajas que el resto de grupos. El trabajo aporta todavía más pruebas de que el sentido del olfato está relacionado con la memoria y la función cognitiva. Así, la pérdida progresiva de la capacidad de detectar y diferenciar olores puede ser un indicativo temprano de trastornos neurodegenerativos.

"La detección temprana del deterioro cognitivo podría ayudarnos a identificar a las personas con riesgo de padecer Alzheimer e intervenir años antes de que aparezcan los síntomas de memoria", destaca Mark Albers, autor principal del estudio y médico del Departamento de Neurología del Hospital General de Massachusetts. Aunque el Alzheimer aún no tiene cura, en los primeros estadios hay medicamentos que pueden administrarse para tratar de ralentizar sus síntomas.

"Nuestro objetivo ha sido desarrollar y validar una prueba rentable y no invasiva que se pueda realizar en casa, lo que sentará las bases para el avance de la investigación y el tratamiento del Alzheimer", opina Albers. Los resultados de su estudio, sugieren que la prueba podría usarse "en entornos de investigación clínica en diferentes idiomas para explorar la utilidad de los biomarcadores olfativos para predecir la presencia de biomarcadores de enfermedades neurodegenerativas basados en sangre, imágenes o líquido cefalorraquídeo (LCR) y el desarrollo longitudinal de síntomas clínicos".