Día Mundial del Café
¿Qué cantidad de café es sano tomar al día?
La Ciencia señala sus efectos positivos frente a algunos tumores, si bien aconseja un consumo moderado en caso de hipertensión
Tomar una taza de café es para muchos casi una condición imprescindible para empezar el día. Conocido desde hace siglos, esta bebida traída de América por los conquistadores goza de enorme popularidad, pero, igual que sucede con muchos alimentos, está sujeta a controversia y, por cada estudio sobre sus bondades aparece otro en el que se señalan los riesgos que entraña su ingesta. Con motivo de la celebración de su Día Mundial, hoy 1 de octubre, hacemos un resumen sobre los más destacados y preguntamos a los expertos sobre su consumo.
El mayor componente del café es la cafeína, donde reside la razón de su uso generalizado y a la que se achacan la mayor parte de sus efectos. No obstante, también contiene otras sustancias como polifenoles con efecto antioxidante, que en los últimos años se están estudiando por su potencial efecto para la salud, desde la prevención del riesgo cardiovascular al cáncer.
«Un reciente metaanálisis (Grosso et al. 2017) ha mostrado un posible beneficio sobre el riesgo del cáncer de mama (especialmente en postmenopáusicas), colon, endometrio y próstata; además de en la enfermedad cardiovascular, párkinson y diabetes tipo 2. Por otra parte, los efectos secundarios observados se relacionaron con un empeoramiento de los lípidos sanguíneos (colesterol y triglicéridos) y sobre un aumento de la tensión arterial. Todo ello asociado con la cantidad consumida. Otro metaanálisis publicado en ‘‘BMJ’’ (Poole et al. 2017) muestra que el café tiene un efecto neto beneficioso (mayor efecto beneficioso que perjudicial) sobre distintos cánceres como colon, endometrio, próstata y mama, además de un efecto beneficioso sobre enfermedades cardiovasculares, neurológicas y metabólicas. También ha demostrado ser un efecto protector de patologías hepáticas como la esteatohepatitis no alcohólica», explica Juan José López Gómez, médico especialista Endocrinología y Nutrición y vocal de comunicación de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
Por contra, recomienda reducir su consumo en personas con hipertensión o riesgo de padecerla, en caso de embarazo o en enfermedades que puedan aumentar el reflujo gastroesofágico, dado el efecto negativo de la cafeína sobre la tonicidad del esfínter esofágico inferior y el aumento del reflujo y de la acidez. «También se ha asociado con el aumento del riesgo de cáncer de esófago, aunque esto puede relacionarse en mayor medida con el consumo de bebidas muy calientes».
Sobre la dosis diaria ideal, esta estaría en «dos tazas al día, aunque en algunos casos se ha recomendado una cantidad mayor, pero sin superar las cuatro. Por encima de esto la mayor parte de los estudios muestran efectos deletéreos. La cafeína es un componente que puede dar lugar a una cierta adicción. Aunque no es la clásica de otros tipos de droga dado que no suele plantear un síndrome de abstinencia física, sino cierto componente de abstinencia psíquica. Es necesario un consumo excesivo y prolongado para poder desarrollar una adicción a la cafeína», dice López González.
En España hay decenas de formas de tomarlo: desde solo sin azúcar a con azúcar y leches de todo tipo. Pero, ¿son todas igual de sanas? «Desde luego, hay que reducir el consumo de azúcar y, una buena idea es empezar por disminuir hasta retirarlo completamente. Por lo que respecta a las propiedades del café, añadir leche supone un cierto retraso en la absorción de la cafeína, sin más consecuencias», señala Francisco Botella Romero, coordinador del Área de Nutrición de SEEN.
✕
Accede a tu cuenta para comentar