Salud

Vinculan químicos presentes en objetos cotidianos con melanoma, cáncer de ovario y útero

Un estudio a gran escala afirma que las mujeres con un diagnóstico previo en estas enfermedades presentaron una mayor concentración de PFAS y fenoles en la sangre, presentes en objetos como sartenes

Sartén
Vinculan químicos presentes en materiales como el teflón con cánceres "hormonales"Freepik

Aún hoy se hallan nuevas relaciones entre los factores ambientales, lo que nos rodea, y su relación causa-efecto o no en el cáncer. Así, en un análisis a gran escala de la exposición química y los cánceresrelacionados con las hormonas, investigadores con sede en la Escuela de Medicina Keck de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) y la Universidad de Michigan encontraron nuevas asociaciones que podrían desencadenar futuras investigaciones y regulaciones relacionadas con la salud ambiental.

El equipo de investigación, financiado en parte por el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental de Estados Unidos, estudió una muestra de más de 10.000 adultos que participaron en la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) entre 2005 y 2018. ¿Y qué descubrieron? Que las mujeres con un diagnóstico previo de melanoma, cáncer de ovario o cáncer de útero tenían concentraciones más altas de sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) y fenoles en la sangre. Estas sustancias se encuentran en miles de productos de uso cotidiano, doméstico e industrial.

"Estos resultados demuestran que las PFAS y los fenoles son posibles factores ambientales de riesgo de cáncer en las mujeres", afirma el doctor Max Aung, autor principal del estudio y profesor adjunto de Ciencias de la Población y Salud Pública en la Facultad de Medicina Keck. "Nuestro estudio puede utilizarse para ayudar a priorizar qué sustancias químicas investigar y mitigar la exposición a medida que seguimos trabajando para reducir el riesgo de cáncer", aclara.

Los PFAS se denominan "forever quemicals" en inglés o químicos permanentes, en español, porque se descomponen muy lentamente. Se utilizan en productos como algunas sartenes antiadherentes, cosméticos y ropa impermeable. Los fenoles incluyen el BPA (o Bisfenol A, el plástico que envuelve tus alimentos y que es más peligroso de lo que se creía), que se utiliza habitualmente en envases como botellas de agua y también juguetes, así como otras sustancias empleadas en productos como ambientadores y tintes sintéticos. Estas sustancias químicas artificiales han contaminado el agua, el suelo, los alimentos y las personas en todo el mundo.

"Estos PFAS y fenoles químicos parecen alterar la función hormonal en las mujeres, lo cual es un mecanismo potencial que aumenta las probabilidades de cánceres relacionados con las hormonas en las mujeres", afirma Amber Cathey, primera autora del estudio e investigadora científica adjunta de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Michigan, aunque este mecanismo no era el objeto del presente estudio.

La relación entre los PFAS y el cáncer

Para estudiar la relación entre la exposición a sustancias químicas y los cánceres hormonales, los investigadores analizaron los datos de diagnósticos previos de melanoma (el cáncer de piel más agresivo de todos) y el cáncer de tiroides, mama, ovario, útero y próstata en adultos mayores de 20 años. El estudio se publicó hace unos días en Journal of Exposure Science & Environmental Epidemiology.

Los científicos compararon esos resultados con los datos sobre concentraciones de químicos como PFAS, fenoles y parabenos de las muestras de sangre y orina de los pacientes. Las mediciones químicas se realizaron después de los diagnósticos de cáncer, por lo que los datos sólo muestran una asociación, y no una relación causal, entre la exposición y el cáncer.

Así, descubrieron que las mujeres con un diagnóstico previo de melanoma tenían más probabilidades de presentar niveles más elevados de varios tipos de PFAS, como el ácido perfluorodecanoico (PFDE), el ácido perfluorononanoico (PFNA), el ácido perfluoroundecanoico (PFUA) y la benzofenona-3 (BP3), así como varios tipos de fenoles, como el 2,5-diclorofenol (DCP25) y el 2,4-diclorofenol (DCP24).

Los cosméticos también pueden contener PFAS
Los cosméticos también pueden contener PFASPinterestLa Razón

Las mujeres con diagnóstico previo de cáncer de ovario tenían más probabilidades de presentar niveles más elevados de DCP25, bisfenol-A (BPA) y BP3. Y las mujeres con un diagnóstico previo de cáncer de útero eran más propensas a tener niveles más altos de PFNA.

"La gente debería preocuparse por esto porque sabemos que existe una exposición humana generalizada a estas sustancias químicas y tenemos datos documentados al respecto", afirma el doctor Aung y autor principal del estudio. "Estas sustancias químicas pueden aumentar el riesgo de diversos problemas de salud y alterar las vías biológicas. Es importante saberlo para prevenir mejor las exposiciones y mitigar los riesgos", añade.

Es casi imposible evitar la exposición a los PFAS, porque están muy extendidos en el ambiente. Los residuos de PFAS pueden persistir en el agua, el suelo, el aire y los alimentos durante años. Se calcula que el 97% de los estadounidenses tienen PFAS en la sangre, según los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades). En Europa, un informe reciente de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) detectó Bisfenol A en casi todos los europeos.

¿Dónde se encuentran los PFAS, en qué productos?

Los PFAS se puede encontrar en el envasado de alimentos, productos comerciales para el hogar. Por ejemplo, en productos antiadherentes como el teflón, pulidores, ceras, pinturas, etcétera. Además, los PFAS se agregan a los cosméticos para aumentar su durabilidad y resistencia al agua. Se estima que más del 50% de los cosméticos vendidos en EE UU y Canadá pueden contener PFAS.

Los PFAS también pueden encontrarse en envolturas de comida rápida, bolsas de palomitas para microondas, cajas de pizza y envolturas de caramelos. También se utilizan para ayudar a las alfombras, tapicerías y otros tejidos a resistir las manchas, y para repeler el agua de la ropa, el calzado, el equipamiento deportivo y el equipaje.

El plástico que envuelve nuestra comida puede contener Bisfenol A
El plástico que envuelve nuestra comida puede contener Bisfenol AFreepik

Productos de cuidado personal como el champú o hilo dental también pueden contener PFAS. Para evitarlos, los expertos recomiendan evitar los productos con "fluoro", "perfluoro", "PTFE" o "Teflon™" en la etiqueta. Y, por último, también se hallan en los utensilios de cocina antiadherentes, para evitar que los alimentos se peguen a ellos. Algunos utensilios de cocina anti-adherentes pueden estar marcados como libres de PFOA o PFOS, pero eso no significa que estén libres de PFAS. El acero inoxidable, el aluminio sin revestimiento o el hierro fundido son buenas alternativas.

"Los estudios futuros deben basarse en este trabajo"

Los investigadores también identificaron diferentes riesgos en función del origen racial/étnico. En concreto, las mujeres mexicoamericanas e hispanas tenían más probabilidades de haber sido diagnosticadas previamente de cáncer de mama o de útero en relación con la exposición a determinadas sustancias químicas.

Según Aung, "los estudios futuros deberían basarse en este trabajo para explorar la intersección de las identidades sociales, como la condición de inmigrante, el nivel educativo y los factores de vecindad, con el fin de comprender mejor cómo identificar a los grupos de alto riesgo para reforzar los esfuerzos de prevención e intervención".

"A medida que las comunidades de todo el país se enfrentan a la contaminación por PFAS, los responsables políticos deberían tener en cuenta los resultados de este estudio a la hora de desarrollar un plan de acción para reducir la exposición", afirmó Tracey J. Woodruff, doctora en Medicina y MPH, profesora de la UCSF y directora del Programa de Salud Reproductiva y Medio Ambiente y directora del Centro EaRTH de la UCSF, que apoyó el estudio.

"Como los PFAS son miles de sustancias químicas, una forma de reducir la exposición es que la EPA (Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos) regule los PFAS como una clase de sustancias químicas, en lugar de una por una", apuntó Woodruff.

Además de proporcionar información a los organismos reguladores, los investigadores afirman que estos hallazgos pueden orientar investigaciones más profundas sobre la exposición a sustancias químicas específicas y el cáncer. En la Facultad de Medicina Keck, el Centro de Ciencias de la Salud Medioambiental del Sur de California y el Centro Oncológico Integral Norris han formado una asociación mediante la cual cofinanciarán proyectos piloto centrados en los riesgos para la salud del medio ambiente.