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Sucesos

Los 111 días que el sospechoso del «caso McCann» se ha librado de la cárcel

Christian Brückner salió esta semana de prisión después de que una expolicía pagara los 1.447 euros de su multa porque le daba «mucha pena»

Madeleine McCann La Razón

18 meses antes de que Madeleine McCann desapareciera para siempre en el complejo turístico de Praia da Luz, en la costa sur de Portugal, una mujer estadounidense de 72 años fue agredida sexualmente por un alemán, Christian Brückner, que esta semana salió de prisión tras haber cumplido la condena por este delito cometido en 2005. Aunque en realidad Brückner debería haber permanecido entre rejas 111 días más por una pena sustitutiva añadida por no haber pagado una antigua multa, pero una exempleada de la Policía abonó los 1.447 euros que debía pagar porque el condenado le daba «mucha pena».

Es cierto que aunque Brückner ha salido de la cárcel no es un hombre completamente libre porque todavía debe cumplir una serie de condiciones durante este periodo de libertad condicional, como llevar una tobillera o acudir a firmar a un juzgado de forma periódica. Pero al tratarse del principal sospechoso de la desaparición de la niña Madeleine McCann las medidas de seguridad que tuvieron que tomarse a la salida de la prisión fueron importantes. Brückner abandonó la cárcel de la localidad de Sehnde, cerca de la ciudad de Hannover, en el norte del Alemania, sobre las 7:00 horas y se fue en un Audi A6 que conducía su abogado, Friedrich Fülscher, quien pasó por delante de una decena de cámaras de todo el mundo, especialmente venidos del Reino Unido, según recogió Europa Press.

El hombre, de 48 años, fue condenado en 2019 por la Audiencia Provincial de Braunschweig (al este de Hannover) a 7,5 años de cárcel por la violación en 2005 en Portugal de la mujer estadounidense que entonces tenía 72 años.

El año pasado, Brückner fue absuelto en otro proceso relacionado con cinco presuntas violaciones en Portugal, tras lo cual la Fiscalía apeló la sentencia, que aún está en tramitación. Los investigadores alemanes y la fiscalía sospechan que Brückner es el presunto asesino de Madeleine «Maddie» McCann, la niña británica que tenía tres años cuando desapareció en mayo de 2007 del apartamento donde veraneaba con sus padres en Praia da Luz.

En junio de 2020, la Fiscalía de Braunschweig informó de que partía de la base de que la niña había muerto y que había un sospechoso, pero no pudo reunir en todo este tiempo las pruebas necesarias para llevar a Brückner a juicio. Éste, según los investigadores germanos, había vivido anteriormente por un tiempo en Portugal. Allí, según se supo, se dedicaba a trabajos ocasionales y a cometer robos, por ejemplo, en hoteles y complejos turísticos.

Un antiguo compañero de la época en Portugal se había dirigido a Scotland Yard y acusado a Brückner con una extensa declaración.

Helge B. dijo que en un encuentro con éste él había comentado lo extraño que resultaba que la niña hubiera desaparecido sin dejar rastro. A lo que, supuestamente, Brückner respondió con la frase «Sí, no gritó», recuerda el semanario «Der Spiegel».

Los investigadores descubrieron posteriormente que el teléfono móvil de Brückner estuvo conectado hasta poco antes de la desaparición de la niña a una antena en Praia da Luz, pero no encontraron ninguna prueba de que el sospechoso hubiera estado en la escena del crimen, en el complejo vacacional.

La Fiscalía de Braunschweig, responsable del caso porque Brückner vivía también en su área de competencia, lleva años investigándolo por el caso Maddie y en repetidas ocasiones, con apoyo de la Oficina Federal de Investigación Criminal y de fuerzas portuguesas, registraron propiedades en Portugal.

Brückner tiene antecedentes penales, entre otros, por abuso sexual infantil y posesión de drogas.

Su abogado defensor habló en vista de las sospechas de una «campaña masiva de prejuzgamiento», dado que no había, ni hay, ninguna acusación formal y rige la presunción de inocencia.

Según informó la víspera el semanario «Der Spiegel», tras salir este miércoles de prisión, parte de las medidas de la libertad provisional también son comunicar un domicilio fijo, que no podrá abandonar sin autorización.

Asimismo, según el mismo medio, la ciudad de Sehnde notificó a Brückner, también el 9 de septiembre, que se le retiraba el pasaporte y que en su lugar recibiría un documento de identidad, cuya validez se limitará al territorio de Alemania.

Entre otras cosas, la ciudad hace referencia en su decisión a una condena anterior por abuso infantil y por posesión de material pornográfico infantil. No obstante, aunque Brückner nunca haya podido ser juzgado por el caso McCann, uno de los casos más misteriosos de la historia de sucesos de todo el mundo.