Maratón para un confinamiento

Los anglosajones, que para esto de crear neologismos costumbristas se las apañan como nadie, hablan de binge-watching, binge-viewing o marathon-viewing para identificar lo que nosotros hemos definido o traducido como maratón de series. O lo que es igual, ponerse de cara a la pequeña pantalla y pulsar el botón del desenfreno en el consumo de las decenas de seriales que tenemos a nuestra disposición en las plataformas de streaming. Hasta hoy, era una respuesta compulsiva a una oferta de ocio que una parte cada vez mayor de la sociedad española tenía al alcance de un clic. Como cualquier conducta que suene a obsesión, no era ni recomendable ni saludable, pues en los casos más extremos condicionaban vidas y alteraba comportamientos hasta límites rayanos en la asociabilidad y la incomunicación. Hablamos, claro, de brotes radicales. Lo normal es que esos maratones se ciñeran al visionado de dos, tres o cuatro capítulos en varias sesiones hasta finalizar la ficción de turno. Pero, como tantas cosas, el coronavirus también ha trastocado el ocio casero y el confinamiento abre un nuevo escenario en el que los días se suceden iguales, 24 horas dentro de casa. 24 horas que debemos llenar y ahí la oferta serial es difícilmente doblegable. Statista ha concentrado los títulos de mayor éxito, además de los más longevos, en una clasificación en función de las jornadas laborables que nos llevaría llegar a la meta, conocer el desenlace. Para algunos se abre una oportunidad de afrontar esos títulos que amigos o familia les signó un día como imprescindibles. Como en la presente coyuntura, a la inmensa mayoría de los ciudadanos lo que nos sobra es tiempo, pues blanco y en botella. Por ejemplo, Los Simpson, con sus 29 temporadas, nos llevará 28,6 días. No es el récord, porque si prefieren una de thriller o algo parecido, NCIS y sus catorce entregas, se nos irá a 38,6 jornadas de ocho horas, eso sí. Algo más llevadero, Breaking Bad, cinco temporadas y 6,2 días o Juego de Tronos, ocho y 9,4. Necesitamos distracción ahora que, como en el serial de los Lannister y los Stark llega el invierno... anímico.