Navidades

Las claves de las cenas familiares seguras en Navidad

Este año las cenas de celebración navideñas deben organizarse de forma muy especial
Este año las cenas de celebración navideñas deben organizarse de forma muy especiallarazon

Se acercan las navidades y una vez más nuestros políticos olvidan la importancia del consenso y de contar con los consejos del Comité de especialistas libres e independientes. Hace unos días el Gobierno nos presentó un plan de vacunación sin contar con los gobiernos regionales, y ahora de nuevo y sin consenso presentaron el miércoles pasado su «plan para salvar la Navidad», que dejó pendiente el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, porque una vez más se ha preparado sin la colaboración de las diferentes Consejerías de Sanidad. Para defender si el límite de las personas que pueden reunirse en la cena de Navidad debe fijarse 6 o en 10, cada gobierno debería explicar con rigor y transparencia a la población los motivos científicos y epidemiológicos de sus propuestas.

De todos modos, y mientras llegan al acuerdo hoy, si es que lo consiguen, lo importante es recordar las mínimas reglas de prevención que todos deberíamos respetar, no para salvar las Navidades de 2020 como nos proponen los políticos, sino para garantizar la salud y salvar nuestras vidas y así poder disfrutar también de las Navidades de 2021.

Al llegar a la cena con mascarilla, nada de besos ni abrazos y nos limpiaremos las manos con el gel hidroalcohólico que nos brindarán los anfitriones, y que no debe ir de mano en mano. Lo ideal sería sentarse respetando la distancia de 1,5 metros entre cada persona, pero siendo prácticos y realistas esto será francamente difícil en la mayoría de las ocasiones. Lógicamente si se trata de 10 personas, la cosa se complica mucho más.

Imaginemos una cena con 6 comensales: una pareja que han pasado la enfermedad y tienen anticuerpos IgG y están inmunizados, por lo que ni contagian, ni pueden ser contagiados y que son los anfitriones de la fiesta, el abuelo, la abuela y sus dos nietos; disponen de un salón con una mesa alargada y la forma de sentarse más recomendable seria la siguiente: cada uno de los abuelos se sentará en una de las dos cabeceras; al lado del abuelo un nieto y al lado de la abuela el otro nieto; y la pareja de anfitriones que serán nuestros «cortafuegos», se sentarán uno al lado del abuelo y el otro al lado de la abuela, con lo que estarán uno en cada lado de la mesa, pero no enfrente. De este modo los abuelos estarán protegidos por sus nietos (los niños se contagian mucho menos y los abuelos son las personas de mayor riesgo de contagio), y cada uno de ellos por los anfitriones, que tienen anticuerpos y están inmunizados.

Y procedemos a servir la cena que debe hacerlo solo una persona y en platos individuales, evitando «picar y tocar» los alimentos de un único plato. Del mismo modo se servirá el vino, los refrescos y el agua para evitar que una persona pueda transmitir el virus a través de la comida, la bebida, los vasos o las botellas. El mismo cuidado hemos de tener cuando vayamos a tomar el turrón, el mazapán o cualquier otro dulce, que también debe servirse en platos individuales. Recordemos que los anfitriones están inmunizados, pero pueden transmitir el virus si está en sus manos al tocar alguna superficie contaminada.

Los españoles y dado nuestro carácter mediterráneo tenemos la costumbre de tener mas de una conversación en una mesa de 6 personas, lo que nos lleva a levantar la voz para poder entendernos. Al hablar alto, como al cantar, expulsamos el aire con más fuerza, lo que hace que aumenten los aerosoles en el ambiente que respiramos, que hoy sabemos que son los responsables del 75% de los contagios por el coronavirus. Por lo tanto, mejor evitar canciones y villancicos.

Por supuesto que es esencial ventilar la estancia para purificar el aire todo lo que podamos: antes de que lleguen los comensales y al menos cada hora y durante 10 minutos. Y no nos olvidemos del teléfono móvil, que puede convertirse en el «verdadero móvil» para que el coronavirus pueda viajar de una persona a otra al pasarlo para saludar a quien nos llama, algo que hacemos con mucha frecuencia y mucho más en Navidades.

Y en la sobremesa, volveremos a ponernos la mascarilla que, aunque sea molesta es nuestro seguro de vida junto a la distancia física y la ventilación. Con estas recomendaciones saludables estaremos contribuyendo a protegernos a nosotros y a nuestros invitados durante unas navidades diferentes, pero que nos pueden asegurar disfrutar en familia de las de 2021.