Educación
“Nuestro centro adapta su oferta educativa a las demandas que plantea la sociedad”
Hace medio siglo que el colegio Juan XXIII Cartuja abrió sus puertas en la ciudad de Granada. Para saber más acerca de su proyecto educativo, hablamos con su director, Pedro Díaz Cano.
¿Cuándo se puso en marcha el centro?
El centro comenzó su andadura allá por 1970 en una ciudad de Granada que presentaba un panorama un tanto incierto en lo económico, social y por supuesto, en lo académico. La capacidad de gestión y la firme determinación de nuestro fundador, D. Rogelio Macías Molina, posibilitó la construcción del tercer y último colegio de la familia Juan XXIII. La idea puesta en práctica por D. Rogelio y sus colaboradores no era otra que dotar a todo joven residente en esta zona de la capital de los recursos formativos y humanísticos necesarios para la cumplimentación de un proyecto vital que, de no haber hallado dicha oportunidad, posiblemente, no hubiera sido ni tan siquiera planteado.
Este acto de entrega desinteresada y absoluta devoción ha marcado siempre el modelo educativo del Centro Juan XXIII que, situado en un barrio de Cartuja un tanto alejado de aquella realidad, pero aún con muchos retos a todos los niveles, pretende perpetuar dicha idiosincrasia y ser un referente en cuanto a la perfecta conjunción de la dicotomía formativa académica-humanística.
¿Qué balance hacen de su trayectoria hasta hoy?
El centro, al igual que el sistema educativo, ha atravesado por situaciones de muy diversa índole. Albergar a un volumen tan alto de alumnado presenta casuística de todo tipo, a la vez que ayuda a forjar un carácter propio reconocible dentro del barrio. Todo eso lo convierte en un referente en cuanto a modelo de gestión educativa en Granada. Prueba de todo esto es el haber sido galardonados con la “Granada de Plata” en reconocimiento a la labor prestada durante estos cincuenta años de existencia en una zona de la capital especialmente desfavorecida económicamente. Por tanto, y sin voluntad de triunfalismo, el balance que hacemos de nuestro recorrido hasta la fecha es bastante positivo por sabernos en el camino adecuado.
¿Cuál es la oferta formativa del colegio?
Nuestra actividad docente comprende todas las etapas educativas reconocidas en el ámbito de la enseñanza no-universitaria. En nuestro centro se pueden cursar enseñanzas de educación infantil, primaria, secundaria obligatoria y bachillerato. Actualmente tenemos 973 alumnos/as matriculados y un claustro formado por 59 profesores. En todas las etapas –a excepción de infantil y primaria– contamos con 3 unidades, estableciendo para el bachillerato el reconocimiento de todos los itinerarios que posibilitan el posterior acceso a la universidad. La diversidad de titulación del profesorado habilita al alumnado a escoger de entre una amplia gama de asignaturas optativas, que nos permite atender su demanda de forma más precisa y conveniente.
Por otro lado, contamos con aulas dotadas con equipamiento informático de gran calidad, mientras que nuestras instalaciones exteriores permiten la práctica de todas las modalidades deportivas. También nuestro Salón de Actos puede albergar conferencias y actos académicos y, gracias a nuestro huerto, el alumnado puede aprender a integrar el concepto de agricultura dentro del currículo ordinario de gran cantidad de materias.
¿Qué diferencia al colegio Juan XXIII Cartuja de otros centros?
Hoy en día, el escenario que presenta la educación es cada vez más complejo y competitivo. Por esa razón, el centro debe adaptar su oferta educativa a las demandas sociales planteadas. Un hecho diferenciador, a nivel académico, es el buen posicionamiento en el ranking de resultados en las pruebas de acceso a la universidad. Tradicionalmente, nuestro centro ha sido reconocido como un referente en la preparación para dichas pruebas.
Otro rasgo genuino es la internacionalización de nuestro modelo educativo. La exportación de éste y la consecuente mirada a otros métodos de gestión educativa se hacen posibles gracias a los programas europeos para la movilidad de alumnado y profesorado. Nuestro colegio, al estar adscrito a estos proyectos, ofrece la posibilidad de enriquecer académicamente tanto a docente como a discente, al presentarles de forma cercana realidades educativas muy diferentes.
Por otro lado, la atención que el centro dispensa a nuestro alumnado de Necesidades Educativas Especiales ocupa un puesto preferencial en nuestro proyecto educativo. Además de cumplimentar todas las exigencias especificadas en la normativa, nuestro nivel de implicación personal para con este alumnado es especialmente destacable pues en este caso, velamos por el cumplimiento de esa conjunción entre lo humano y lo académico.
Por último, cabe también destacar la existencia en nuestro centro de un proyecto de mediación escolar que trabaja la resolución de conflictos desde la perspectiva del diálogo y pone en práctica los estándares más puramente técnicos de la psicología en un contexto escolar.
¿Qué papel juegan las familias en el día a día de la Institución Juan XXIII?
El concepto de “comunidad educativa” se construye, a nuestro juicio, integrando a todas las personas para las que el centro ocupa un lugar preferencial. Las familias de nuestro alumnado suponen para nosotros el eje central de toda la acción educativa desarrollada. Sus aportaciones, a título individual o a través del AMPA del centro, son estudiadas y consideradas como el eje vertebrador de un modelo de gestión educativa en el que familias y profesorado comparten la visión del alumno/a como núcleo central del proceso de aprendizaje.
El AMPA del centro, que da voz a las familias, mantiene desde siempre una política de colaboración a cualquier nivel con todas las iniciativas puestas en marcha por parte del colegio. De hecho, muchas de las actividades realizadas en el centro se deben al fuerte sentido de pertenencia y compromiso mantenidos por los componentes del AMPA, quienes apuestan por los valores del esfuerzo y el sacrificio como elementos esenciales durante el proceso formativo de sus hijos/as.
¿Se puede innovar en una materia como la educación?
La labor educativa es una materia extraordinariamente compleja, llena de matices diferenciadores que deben ser integrados. La práctica docente debe realizarse siempre desde la óptica de lo pragmático, pero el contexto forma parte esencial en el desarrollo de un proyecto educativo determinado. Por tanto, la idea de innovación se entiende desde el centro como la capacidad que debe ser mostrada por el docente para interaccionar con los miembros de su comunidad educativa, sintiéndose parte del mismo. El profesorado debe considerar al contexto como un elemento clave para el desarrollo de su actuación y sólo así podrá incorporar a su práctica diaria el concepto de innovadora.
Si hablamos de futuro...
No cabe duda que el objetivo del centro a largo plazo es seguir nutriéndose e incorporando metodologías encuadradas en sistemas educativos distintos, con la idea de hacer nuestro proyecto más compacto. Será precisamente ese enriquecimiento el que genere una identidad reconocible a nivel social y éste el que posibilite que el centro sea identificado con los estándares del prestigio y el avance.
www.juanxxiiicartuja.com
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