Salud mental

La covid dispara el número de consultas y urgencias psiquiátrias en menores

La Asociación Española de Pediatría (AEP) alerta la posibilidad de una nueva pandemia de salud mental en niños y adolescentes.

La mayor parte de los menores que se autoagreden lo hacen porque sufren un impulsivo dolor emocional
La mayor parte de los menores que se autoagreden lo hacen porque sufren un impulsivo dolor emocionallarazonLa Razón

Aunque la covid no ha dejado “títere con cabeza” en ningún grupo de edad, sus efectos en los menores están siendo especialmente preocupantes. Ansiedad, síntomas obsesivo-compulsivos, depresión, autolesiones y somatizaciones están siendo las principales consecuencias de la crisis generada por la covid en la población pediátrica. En concreto, desde el otoño, se ha producido un incremento del 50% de las urgencias psiquiátricas, especialmente en adolescentes, se ha multiplicado por cuatro los ingresos y se han duplicado los trastornos alimentarios. “Concretamente, los trastornos de la conducta alimentaria que se están valorando son más graves y requieren más ingresos que antes de la pandemia” explica la presidenta de la AEP, María José Mellado.

Los principales factores de riesgo relacionados con esas consecuencias psicológicas han sido, inicialmente, la incertidumbre, el exceso de noticias, el distanciamiento social y familiar, la ausencia de rutinas, el abuso de pantallas, los ritmos irregulares de sueño y un patrón de alimentación menos saludable. En algunos casos se han añadido las dificultades económicas y de conciliación de trabajo con el cuidado familiar, y las posibles situaciones de enfermedad propia, de familiares cercanos o incluso el duelo por fallecimiento de seres queridos, según explica la presidenta de la Sociedad de Psiquiatría Infantil de la AEP (SPI-AEP), Azucena Díez.

El estrés agudo o crónico está descrito como un desencadenante de problemas de salud mental en los niños y adolescentes. Este es un momento clave para realizar todos los esfuerzos posibles con el fin de reducir este estrés y evitar que las dificultades psicológicas se cronifiquen en el tiempo dando lugar a psicopatologías más graves. Debemos recordar que los niños de hoy serán los adultos de mañana”, ha advertido la experta.

De hecho, los principales datos publicados hasta el momento, tanto en España como en otros países, muestran un aumento de los síntomas relacionados con diversos trastornos psiquiátricos, principalmente depresivos, de ansiedad, conductas autolesivas y de la conducta alimentaria. “Estos resultados son muy preliminares, y se espera que al retomar hábitos saludables y contando con apoyos necesarios, la mayoría de los niños recuperen su funcionamiento normal”, ha aclarado la presidenta de la SPI-AEP. En este sentido, ha llamado la atención sobre el hecho de que se espera que se produzca un repunte de conductas suicidas entre los jóvenes, por lo que ha destacado la importancia de que los servicios sanitarios estén preparados para abordarlos y, especialmente, prevenirlos.

Ya en enero, la OMS alertó de un repunte de suicidios y trastornos psicológicos en jóvenes como consecuencia de las restricciones impuestas por la covid. Diversos estudios realizados en población estudiantil tanto en Bélgica como en Francia, mostraron que uno de cada tres alumnos presentaba signos de tener problemas emocionales.

“Los nuevos locos años 20″

Por otro lado, los expertos han recordado que en los últimos años, se ha producido un crecimiento exponencial en el consumo de redes sociales y videojuegos, tecnologías con un evidente componente adictivo. Los adolescentes son un grupo “muy susceptible” a desarrollar problemas relacionados con la dependencia a dispositivos de acceso a internet, que se ha relacionado con diversos problemas psiquiátricos como ansiedad social, depresión y problemas de atención, así como una dieta menos saludable y un mayor nivel de sedentarismo, sobrepeso y obesidad.

“Una de las medidas más efectivas para evitar conductas adictivas consiste en garantizar el acceso a actividades alternativas saludables. Cuando los niños y adolescentes tienen oportunidad de pasar tiempo al aire libre con sus iguales y realizar actividades deportivas y de ocio, el tiempo dedicado a pantallas se reduce de forma notable”, señala Diez.

Respecto al consumo de tóxicos, como el alcohol o el cannabis, la dificultad en el acceso durante el periodo de confinamiento ha hecho que disminuyeran las consultas relacionadas con estos temas. Sin embargo, ya se están igualando a las del periodo prepandémico. “Algunos expertos predicen, basándose en fenómenos históricos, que es probable que en los próximos 2-3 años surja un aumento brusco de todo tipo de consumos en jóvenes, lo que se está denominando ‘Los nuevos locos años 20’”, detalla la presidenta de la SPI.

Ante este escenario, los pediatras han aconsejado mejorar los sistemas de coordinación entre los equipos de atención primaria (pediatras y médicos de Atención Primaria que tratan adolescentes) y los servicios de salud mental; garantizar la incorporación completa al colegio; fomentar las actividades de ocio; reconocer la especialidad de Psiquiatría del Niño y del Adolescente; implantar programas de promoción de la salud mental; aprobar e implementar la Ley de Prevención del Suicidio; e incrementar el número de especialistas en Psiquiatría Infantil.