Misa del ángelus

La exigencia del Papa al régimen castrista: “Una Cuba más justa”

En su primer ángelus en el Vaticano tras su operación de colon, Francisco se suma al clamor de las protestas para reclamar “diálogo”

La histórica protesta en las calles cubanas no ha pasado por alto para Francisco en el que ha sido su primer ángelus en el Vaticano después de su ingreso hospitalario de diez días por una operación de colon. “Rezo para que construyan en paz, diálogo y solidaridad una sociedad siempre más justa y fraterna”, expresaba el Papa hoy a mediodía en la Plaza de San Pedro, sumándose así a las reivindicaciones del pueblo, pero también a las críticas al régimen lanzadas esta misma semana por los obispos y las congregaciones religiosas. De esta manera, el Papa dijo sentirse “muy cerca del querido pueblo cubano en estos momentos difíciles”. “Pongámonos bajo la protección de la Virgen de la Caridad del Cobre”, añadió, encomendando la crisis abierta a la patrona del país. Lo cierto es que estas palabras de apoyo fueron recibidas con ovaciones y aplausos por los peregrinos que participaron en directo de la oración mariana, algunos de ellos portando banderas cubanas.

En su repaso a la realidad internacional, el Pontífice también puso su mirada sobre las “catastróficas” inundaciones de Alemania, Bélgica y Holanda, y denunció la oleada de violencia que está sufriendo Sudáfrica. “Hago un apremiante llamamiento a todos los responsables para que trabajen por la paz y colaboren con las Autoridades a fin de proporcionar asistencia a los necesitados”, expresó Francisco.

Más allá de estos hechos concretos, el Papa también quiso pronunciarse sobre las vacaciones, para reivindicar la necesidad del descanso. “Apaga el teléfono móvil para contemplar y mirar a los ojos a las personas”, recomendó el Santo Padre, frente a la tentación de caer, incluso en verano, en “la trampa del activismo” que lleva a pensar que “lo más importante son los resultados”.

“Cuántas veces sucede también en la Iglesia: estamos atareados, vamos deprisa, pensamos que todo depende de nosotros y, al final, corremos el riesgo de descuidar a Jesús”, dejó caer a continuación.