Rápido deshielo
Una expedición internacional para conocer los secretos del Ártico
El rompehielos «Oden» la llevará hacia zonas antes inaccesibles
Un equipo internacional inicia hoy una ambiciosa expedición al Ártico para encontrar respuestas a los cambios que se han ido registrando en este territorio aún poco explorado. Pasarán dos meses en el Polo Norte para comprobar sobre el terreno si las predicciones que apuntan a un rápido e imparable deshielo en aquellas tierras son ciertas. Ahora grandes zonas heladas se han transformado en lagos en un fenómeno que parece imparable.
Esta expedición oceanográfica, que forma parte del proyecto Synoptic Artic Survey (SAS), durará dos meses. Intentará responder también a preguntas como qué vive debajo de la superficie, en el hielo y en el fondo marino en el área alrededor del Polo Norte. Los científicos lo descubrirán durante la expedición de este verano en el rompehielos sueco «Oden», que debería haber partido en el verano de 2020 pero la pandemia lo hizo imposible. El navío intentará llegar a las áreas más inaccesibles del Ártico central, que cubre un área de 3,3 millones de kilómetros. Las investigaciones se complementarán con datos aportados por decenas de barcos de menor calado que recorrerán zonas menos lejanas.
Los biólogos de la expedición, en sus estudios previos, señalaron que temían que si en un ecosistema que ha estado cubierto de hielo todo el año éste ahora desaparece en verano, y además va a seguir sucediendo, los impactos en toda la vida son y serán enormes en pocas décadas, desde los osos polares a los microbios. Ya hay organismos en otras partes del mundo que se van hacia los polos escapando de un clima muy cálido, pero del Ártico no es posible ir más al norte. Las especies que están adaptadas al frío extremo no tienen dónde ir y eventualmente desaparecerán de la Tierra.
Otras expedición del agosto pasado ya aportó datos significativos. Un grupo de científicos a bordo del rompehielos «Polarstern» se dirigieron hacia el Polo Norte. Necesitaban llegar rápido, así que emplearon datos satelitales para encontrar una ruta en la que la concentración de hielo marino fuera suficientemente baja para que el barco pudiera atravesarla con facilidad. La encontraron en un lugar insólito, el mar de Wandel, justo al norte de Groenlandia. Esa zona solía estar colmada de hielo marino de extraordinario grosor pero no fue lo que encontraron. En lugar de eso, el hielo era delgado y había mucho mar abierto. El calentamiento del clima ártico redujo el espesor y un cambio inusual en los vientos empujó gran parte del hielo hacia el mar. La expedición que parte hoy podrá comprobar cómo se encuentra la zona.
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