Pandemia
Parálisis de Bell: nuevos datos sobre esta rara afección vinculada con algunas vacunas contra la covid
En la mayoría de los casos (70%), la afección se resuelve por sí sola en seis meses sin tratamiento
Hace apenas un mes se documentó el caso deun paciente que sufrió dos parálisis faciales, una tras la primera y otra después de la segunda dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTec. Ahora, la revista médica ‘The Lancet Infectious Diseases’ publica los resultados del primer el primer análisis a gran escala sobre el riesgo de sufrir parálisis de Bell tras la vacunación.
Los investigadores, que usaron datos del sistema de farmacovigilancia de Hong Kong, señalan que hay un “pequeño aumento” del riesgo de sufrir este efecto adverso asociado a la inmunización, aunque los beneficios “superan con creces” el riesgo de esta rara afección.
La parálisis de Bell es la aparición repentina de una parálisis facial unilateral, que en la mayoría de los casos (70 %) se resuelve por sí sola en seis meses sin tratamiento, y la probabilidad de recuperación es aún mayor (90 %) si los pacientes reciben un tratamiento temprano con corticosteroides. En general, se cree que los casos de parálisis de Bell están relacionados con la inflamación e hinchazón del nervio facial debido a la acumulación de líquido (edema) causado por un virus.
Puede provocar de debilidad leve a parálisis total de un lado de la cara; caída de un lado de la cara y dificultad para hacer expresiones faciales; babeo; dolor de mandíbula, dentro o detrás de la oreja del lado afectado; aumento de sensibilidad al sonido en el lado afectado; dolor de cabeza; pérdida del sentido del gusto; o producción excesiva o escasa de lágrimas y saliva. Los factores de riesgo son la diabetes, obesidad, hipertensión, el embarazo, la preeclampsia y las enfermedades de las vías respiratorias superiores.
Concretamente, entre el 23 de febrero y el 4 de mayo de 2021, los investigadores identificaron 28 casos clínicamente confirmados de parálisis de Bell entre los 451.939 individuos que recibieron al menos una primera dosis de CoronaVac, equivalente a 3,61 casos por cada 100.000 dosis administradas. Para el preparado de Pfizer, se identificaron 16 casos entre los 537.205 individuos que recibieron al menos una primera dosis, lo que equivale a 2,04 casos por cada 100.000 dosis.
Analizando datos de 2010-2020, los científicos estimaron el riesgo de total de parálisis de Bell en Hong Kong: unos 27 casos por cada 100.000 personas, al año. Las estimaciones mundiales oscilan entre 15 y 30 casos por cada 100.000 personas al año. Así, los datos del estudio indicaron que recibir CoronaVac se asoció con un riesgo 2,4 veces mayor de parálisis de Bell, mientras que el pinchazo con Pfizer no se asoció con un riesgo significativamente mayor.
Ya en los ensayos clínicos iniciales de las tres principales vacunas covid-19 (Pfizer-BioNTech, Moderna y Oxford/AstraZeneca) se registraron casos de parálisis unilateral del nervio facial. Entre los voluntarios que recibieron la vacuna de ARNm de Pfizer-BioNTech, hubo cuatro afectados por la parálisis de Bell. Asimismo, se notificaron tres casos entre las personas a las que se les administró el suero de Moderna y otros tres entre los participantes del estudio del preparado de Oxford/AstraZeneca.
No obstante, los autores de la investigación señalan que no pueden concluir una relación causal entre la parálisis de Bell y la vacunación en ningún caso individual a partir de este estudio, y que el mecanismo por el que la vacunación puede -en casos muy raros- provocar parálisis de Bell sigue sin estar claro.
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