Numismática

Cómo saber si una moneda de un euro es, en realidad, una codiciada pieza de coleccionismo

Es posible que ahora mismo tengas en tu bolsillo un pequeño tesoro y que ni siquiera te hayas dado cuenta

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La numismática no es para todo el mundo... aunque muchos podrían replanteárselo si supiesen los precios que la gente está dispuesta a pagar por una simple moneda.

Hasta ahora, la moneda más cara del mundo es la Double Eagle”, de Estados Unidos, que tiene un valor aproximado de unos 21 millones de dólares... y eso que es ilegal poseer una. El presidente Roosevelt la retiro de circulación, pero por desgracia, algunas se extraviaron; por lo que declaró en el año 1944, que cualquier espécimen en posesión de un coleccionista, había sido previamente robada.

Pero siendo sinceros, parece bastante difícil que podamos hacernos con un ejemplar de la “Double Eagle”... y además, hay alternativas más asequibles y menos “arriesgadas”.

"Double Eagle" de 1933
"Double Eagle" de 1933La Razón

Es algo más que un hobby

La numismática no es solo es una forma divertida de acercarse a la historia. Es una de las ramas de la arqueología que nos permite conocer “la única ficción que funciona en todas las culturas”, según Yuval Harari (autor del best seller “Sapiens. De animales a dioses”).

Interesarse por estas piezas es interesarse por el comercio y la economía de la antigüedad, por su vida cotidiana y por cómo se relacionaban en otros momentos y lugares.

La calidad de los materiales de los que está hecha, el estado de conservación, las inscripciones, su localización... Una moneda nos da muchísima información que no podríamos obtener de ninguna otra manera. Por eso, la numismática no es simplemente un hobby: es una ciencia.

¿Qué buscar en una moneda?

Si tu interés es únicamente económico, debes saber qué es lo que están buscando los coleccionistas, y hay cuatro elementos que marcan su valor y que siempre tienes que tener en cuenta si quieres conseguir un buen precio:

La antigüedad y el valor cultural

Si por ejemplo, consigues hacerte con un Centén Segoviano de 1609, podrías pedir hasta un millón de euros por él. Su valor histórico es muy grande. Esta moneda fue acuñada en los talleres del Real Ingenio de Segovia durante el reinado deFelipe III(1578-1621), y es la pieza más codiciada de la numismática española. Es la moneda más grande que se acuñó en esa época y se utilizó como un objeto para reconocer o premiar a personas importantes, por lo que solo hay 7 ejemplares.

Centén segoviano fabricado durante el reinado de Felipe III (1568/1621)
Centén segoviano fabricado durante el reinado de Felipe III (1568/1621)La Razón

El estado de conservación.

Si la moneda conserva sus leyendas intactas, conseguirás mucha más atención que si solo se puede intuir qué es lo que está grabado sobre ellas. Aunque tengas en tu poder una pieza muy antigua, si no se puede leer nada, posiblemente no valdrá nada.

La tirada

La escasez es el elemento más importante para la determinar un precio. Si hay millones de monedas iguales a la tuya, no conseguirás nada más que el precio que marca la propia moneda. Ahora bien, si encuentras un “rara avis”, podrías sacar mucho (pero que mucho) dinero por ella.

Esto es lo que ocurrió con la Double Eagle”, por ejemplo.

Errores de fabricación

Cada año, las casas de la moneda de todo el mundo producen millones y millones de monedas, y a pesar de los enormes esfuerzos que se destinan al control de calidad, siempre se cometen errores. Y esto evidentemente, le dará un valor extra al coleccionista.

Esto ocurrió con una tirada de un centavo de dólar fabricada en Filadelfia en 1955, que se vende por unos mil dólares, porque las inscripciones quedaron curiosamente duplicadas.

Centavo de dólar con un error de fabricación
Centavo de dólar con un error de fabricaciónLa Razón

Una aguja en el pajar

Es importante que estemos atentos cuando nos den el cambio. Aunque no tengas ningún interés por asuntos históricos, deberías ser consciente de cuando tienes un pequeño tesoro en tus manos.

Es posible que ahora mismo tengas en tu bolsillo una moneda de 1€, que en realidad sea una codiciada pieza de coleccionismo, y que ni siquiera te hayas dado cuenta. Es bastante improbable encontrar una de estas rarezas... ¡pero quién sabe!.

Para buscar el valor de una moneda de un euro debemos descartar el primer y el segundo punto que hemos señalado con anterioridad: los euros no tienen valor por su antigüedad y tampoco ha pasado tanto tiempo como para que sus inscripciones se hayan perdido.

Lo que sí que debemos buscar son aquellas piezas exclusivas por su poca tirada y por los posibles errores que puedan haberse dado durante su fabricación.

Por ejemplo, los euros producidos por el Vaticano, Mónaco o San Marino, son piezas coleccionables porque se producen muy pocos.

Estos pequeños países también forman parte de la Unión Europea, y a pesar de su escaso tamaño, también producen moneda. Pero claro, hacen pocas.

Por eso, hay gente dispuesta a pagar por ellos hasta 130 euros, que es lo que costó un euro fabricado en Mónaco en el año 2009.

Moneda de un euro de 2009 fabricada en 2009, por la que se llegó a pagar 130 euros.
Moneda de un euro de 2009 fabricada en 2009, por la que se llegó a pagar 130 euros.La Razón

Cuando hablamos de errores de fabricación, un buen ejemplo es el euro que fabricó Portugal en el año 2008 y que contenía un error en el mapa de Europa (había incluido un mapa desactualizado de la UE). Aquella moneda se vendió por nada más y nada menos que 105 euros. Un precio más que razonable para una pieza que podríamos tener ahora mismo con nosotros.

Moneda de un euro fabricado en Portugal con un mapa desactualizado de la Unión Europea
Moneda de un euro fabricado en Portugal con un mapa desactualizado de la Unión EuropeaLa Razón

Si además de conseguir una moneda de escasa tirada, tenemos la suerte de que esta contenga algún error de fabricación, nos habremos encontrado con una rareza de mucho valor.

Este es el caso de un euro de Mónaco del año 2007 que contenía un error en la inscripción, que obvió algunas marcas alrededor de la fecha en la que fue acuñado. Aquel euro consiguió venderse por 365 euros. Es decir, 364 veces su valor.

Euro de Mónaco vendido por 365 euros por un error de impresión
Euro de Mónaco vendido por 365 euros por un error de impresiónLa Razón