Mascotas
Estos son los graves efectos que tienen los petardos sobre la salud de nuestro perro
En algunos casos, la situación se ha vuelto tan grave, que algunos perros han llegado incluso a perder la vida
Llega la Navidad, y como cada año, muchas personas desoirán las quejas de sus vecinos con perros... y lanzarán petardos demasiado cerca de los domicilios. No ocurre con todos los perros. Hay algunos que pueden dormir plácidamente mientras escuchan estas explosiones, pero hay otros que no tienen tanta suerte y que lo pasan realmente mal. En algunas ocasiones, el problema ha llegado hasta el punto de que algunos perros han llegado incluso a perder la vida, o bien por un paro cardiaco o por un accidente cuando el perro huía fruto del pánico.
Un estudio realizado en el año 2019 por la Facultad de Medicina Veterinaria y Biociencia de la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida concluyó que, en torno aun 23% de los perros sufren algún tipo de estrés ante estos ruidos fuertes. También descubrieron que había algunos elementos que hacían que los perros fuesen más sensibles a este tipo de estímulos, como el sexo, la edad, la raza del animal, (...).
De acuerdo a los datos ofrecidos por la Universidad noruega, las hembras son un 30% más propensas a tener miedo al ser expuestas a los petardos. Los perros esterilizados resultaron ser 72% más susceptibles de reaccionar con miedo y ansiedad ante los estruendos que los perros no esterilizados. También encontraron que, a medida que el perro cumple un año de vida, se incrementa en un 3,4% la probabilidad de que el perro pueda sufrir uno de estos episodios de pánico.
Las razas más sensibles son los Bunhunds Noruegos, los Shiba Inu y los Self Coated Wheaten Terrier. Las razas que, por el contrario, demostraron ser menos sensibles a los ruidos son Pointer, Gran Danés, Bóxer y Crestado Chino.
Efectos sobre la salud
Las alteraciones que puede sufrir nuestro perro en esta situación pueden incluir cambios en el comportamiento, como temblores, respiración agitada, carreras y ladridos frenéticos, salivación excesiva, taquicardia, llanto desconsolado, pérdida del apetito, (...)
Pero estas situaciones de pánico, estrés y ansiedad pueden derivarcuadros mucho más grave, como automutilaciones, agresividad... o que en su desesperación sufran algún tipo de accidente de gravedad. Aquellos animales que sufran alguna patología previa, como enfermedades cardiacas, pueden ser especialmente vulnerables en estás situaciones.
¿Cómo ayudar a nuestro perro?
Ya hemos visto hasta qué punto la situación puede volverse peligrosa para los perros si no la mantenemos bajo control. Pero, ¿qué podemos hacer para que esta situación no empeore?
1. Mantén al animal alejado del ruido.
Puede parecer de cajón, pero si existe la posibilidad de que el perro no esté sometido al estrés de la pirotecnia, lo mejor que podemos hacer es evitarle el mal trago.
Pero no siempre existe esa posibilidad. Si este es el caso, lo mejor que podemos hacer es tratar de amortiguar el golpe en la medida de lo posible: debemos evitar que el perro esté en en zonas abiertas como terrazas o patios; así como cerrar las ventanas y las persianas... o incluso, cubrirlas con cortinas gruesas, para que el ruido no sea tan excesivo.
Todo esto puede hacer que sus oídos no sufran tanto y que el perro no se lleve un sobresalto cada vez que una de estas explosiones tiene lugar. También puede ser de utilidad que pongamos algo de música de ambiente para reducir los ruidos externos.
2. Dejarle elegir
Hay algunos lugares de la casa donde el animal se sentirá más tranquilo, por ese motivo es importante dejarle escoger libremente cuál será ese “lugar seguro”. También podemos habilitar una zona especial para ello.
3. No permitir que el perro se acerque a la pirotecnia
Cada perro es un mundo, y cada uno reaccionará de forma diferente a estos estímulos. Para algunos no supondrán ningún problema, pero otros se lanzarán a jugar con los petardos... y otros, por el contrario, se lanzarán a ellos de forma agresiva. Sobra decir que esto puede dar lugar a accidentes de mucha gravedad.
4. Mantén la calma
Los perros son animales tremendamente sensibles a los cambios de actitud de su manada, por eso es muy importante que mantengamos la calma, ya que podríamos transmitirle todavía más estrés y empeorar enormemente la situación.
5. Vigilancia permanente
No debemos dejar mucho tiempo solo a nuestro perro, porque podría autolesionarse o escaparse. Y nunca debemos automedicarlo: solo en casos graves y se debe consultar antes con el veterinario.
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