La vuelta al cole
Hasta un 15% de profesores y el 8% de alumnos faltan a su primer día de clase
El regreso se ha vivido entre el seguimiento de las medidas de seguridad y llamadas de urgencia de los directores para que acudan interinos
Ocho millones de estudiantes han vuelto a las aulas con normalidad tras el parón navideño. Aunque algunos, como los del País Vasco, adelantaban su retorno al pasado viernes, la mayoría de los alumnos de nuestro país ha comenzado las clases este lunes de forma presencial pese al agudo empeoramiento generalizado de los indicadores principales de seguimiento de la covid.
Los escolares y sus familiares manifiestan su agrado ante el comienzo del segundo trimestre del curso 2021-2022. «Gabriela tenía mucha ilusión de reencontrarse con sus compañeros. Es pequeña, pero entiende a la perfección que debe mantener un comportamiento responsable durante el tiempo que esté en el colegio: llevar la mascarilla puesta todo el rato, almorzar guardando las distancias… Ella y todos sus compañeros saben que estos pequeños esfuerzos que llevan a cabo cada día son los que van a conseguir que acabemos con esta pandemia», explica Macarena Hernández, madre de una alumna.
Las comunidades autónomas, en general, también hacen un balance positivo del retorno a los centros educativos a pesar de que los contagios se han saldado con la ausencia de alumnos y de miembros del profesorado. Según la Federación de Asociaciones de Directivos de Centros Educativos Públicos (Fedadi), el porcentaje de bajas de alumnos de los institutos públicos se ha situado en torno al 10 y 15%, y el de profesores de estos centros en torno al 8%. Estas bajas del personal docente se han sentido en todos los niveles educativos.
En el País Vasco, por ejemplo, se han notificado más 800 bajas de profesores de la escuela pública. En Castilla-La Mancha, 360 docentes de centros públicos no han podido reanudar las clases, lo que supone el 1,28 % del total. Andalucía alcanza las mil bajas; sin embargo, el porcentaje con respecto al total de profesores es nimio. Lo mismo ocurre en la Comunidad Valenciana, donde el total de profesores que se han ausentado de las clases este primer día asciende a 508, lo que supone el 0,6% de los docentes.
Según los expertos, estas cifras permiten a las consejerías de Educación poder manejar la situación y buscar las sustituciones pertinentes. De hecho, algunas comunidades han agilizado la sustitución de estos profesores por docentes interinos. En Aragón, el Departamento de Educación, Cultura y Deporte ha realizado un llamamiento de más de 320 plazas de profesores interinos para hacer sustituciones docentes con el objetivo de que el aumento de bajas tenga el mínimo efecto en la actividad docente de los centros educativos de la región. La Comunidad de Madrid ha anunciado que será flexible en los requisitos que se pidan en los contratos de sustitución para que los sustitutos se incorporen en la mayor brevedad posible. La Consellería de Educación de catalana también ha previsto este escenario y sustituirá a los docentes que causen baja laboral de cinco días o superior, en lugar de los siete establecidos, y lo hará desde el día siguiente de la comunicación de la incapacidad temporal.
Los alumnos retornan con la incidencia de casos por Ómicron disparada. Debido a ello, se han reforzado los protocolos establecidos al comienzo del curso 2021-2022, como es el caso del uso de la mascarilla. La obligatoriedad de su uso se ha extendido también a los espacios exteriores, en virtud de la decisión adoptada por el Gobierno central el pasado 23 de diciembre.
El Ministerio de Sanidad ha publicado en su página web la actualización del protocolo en los centros educativos que acordaron por unanimidad Gobierno y comunidades autónomas el pasado 4 de enero.
En base a esta actualización, se establece que el alumnado y profesorado con síntomas compatibles, independientemente de su estado de vacunación, no deberá acudir al centro educativo hasta que tenga un resultado de una prueba diagnóstica o, en caso de que no haya sido posible hacerla, hasta que acabe el periodo de aislamiento mínimo de 7 días y siempre que hayan transcurrido 3 días desde el fin del cuadro clínico. Tras el aislamiento y hasta los 10 días posteriores al inicio de síntomas o a la fecha de diagnóstico en los casos asintomáticos, los positivos deberán reducir todo lo posible las interacciones sociales.
Las recomendaciones de cuarentenas son más flexibles en este segundo trimestre del curso escolar. Las aulas solo se confinarán si hay cinco positivos o más del 20% de la clase contagiado, una indicación que se sigue también para la población general. Hasta ahora se confinaba una clase con un solo positivo. Ante la aparición en un aula de cuatro casos confirmados o menos, solamente éstos deben permanecer en aislamiento. Tampoco las personas con síntomas deberán acudir al centro.
La Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial de Salud no recomienda cribados masivos en los centros educativos en ningún escenario, pero propone valorar «en última instancia» el cierre «temporal» de un centro si se produce una «transmisión no controlada». Así lo recoge la adaptación de la guía de actuación ante la aparición de casos de covid en centros escolares en un contexto de alta circulación, que fue acordada el pasado viernes por Sanidad y las comunidades autónomas de cara a esta vuelta a las aulas.
«Miedo» en educación especial
La mayoría de centros de educación especial han vivido «dificultades serias» y «preocupación» por las bajas de personal al tratarse de colegios donde se nota «muchísimo más» si falta algún profesional, una situación que ha obligado a una «reorganización».
Así lo han expresado a Ep desde la Asociación de Centros de Educación Especial, que ha incidido en que la «normalidad» en esta jornada han sido las bajas del profesorado y personal no docente, mientras en el caso de los alumnos consideran que no han sido «demasiados».
Los contagios por covid han derivado así en «dificultades serias» para cubrir a los afectados, una situación que se está enfrentando con «reorganización», «recursos propios» y con «medidas muy diversas», mientras se teme que esta falta se «agudice.
La tesorera de la Asociación, María Jiménez, que también forma parte del Centro de Educación Especial de la Fundación Cisen en Madrid, ha incidido en que existe «miedo» y «preocupación» por las bajas debido a que en centros de este tipo se necesita «más apoyo y recursos de personal».
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