Salud Mental

“Esperamos que Sanidad reconsidere su decisión”

Asociaciones de pacientes piden al Ministerio que rectifique y se plantee financiar el spray para la depresión mayor resistente

Un estudio confirma que los problemas depresivos se vuelven crónicos en la edad anciana y se agravan con la soledad
Los mayores de 65 con depresión severa mantenida en el tiempo son los que mayor riesgo tienen de suicidiolarazonCIBER

La denegación por parte de la Comisión Interministerial de Precios de Medicamentos (CIMP) a incluir en la Cartera de Servicios el Sistema Nacional de Salud Spravato (esketamina para pulverización nasal) – la primera innovación terapéutica en 30 años para el tratamiento de la depresión mayor resistente al tratamiento y para la emergencia psiquiátrica de riesgo de suicidio inminente – se ha encontrado, como era de esperar, con la oposición de las principales asociaciones de pacientes.

Tanto el Foro Español de Pacientes (FEP) como la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) contestaron de manera positiva a al Informe de Posicionamiento Terapéutico (IPT) que Sanidad les hizo llegar hace unos meses con la información referente a Spravato, considerándolo una innovación terapéutica de primer nivel por el perfil de riesgo de los pacientes a los que va dirigida.

“Consideramos que era un medicamento que tenía que financiarse, y confiábamos en que así se hiciera”, señala Ana López, miembro de la junta directiva de FEP para el área de salud mental. Pero no fue así, y por eso piden que se reconsidere la decisión. “Es muy frustrante ver cómo se priva a personas que no tienen otra alternativa para acabar con su sufrimiento de un fármaco así, que supone un antes y un después en el abordaje de una patología tan incapacitante como es la depresión mayor, y solo por criterios económicos. Es realmente grave y, por ello, realmente esperamos que se rectifique”, destaca esta médico de familia que, además, dirige una Asociación de pacientes y familiares pro salud mental en Aragón, Asapme.

Una opinión que comparte con Andoni Lorenzo, presidente de FEP, que se reunió ayer con el Ministerio para pedir una actuación real y comprometida para proteger y cuidar a los mayores de 65 años, que considera los más vulnerables del sistema sanitario. “Es una parte de la población a la que le debemos mucho, por todo lo que ha sufrido en la pandemia de covid y sigue sufriendo, porque están solos, no reciben la ayuda de nadie y son los ‘invisibles del sistema’. Personas mayores que, en estos dos años, no han podido acceder a los servicios sanitarios básicos y ahora siguen sin poder hacerlo, mayormente debido al cambio a una modalidad de atención telefónica. No solo son los bancos los que les ‘marginan’ y les dejan fuera del sistema”.

Concretamente es en este grupo etario en el que se encuentran el mayor número de personas con depresión mayor y, lo más preocupante, en el que hay mayor riesgo de suicidio inminente. “Lo que dicen la mayoría de los estudios es entre un 75 y un 90% de las personas que intentan quitarse la vida tienen un trastorno mental, mayormente depresivo. Se sabe también que la incidencia de la depresión mayor es del doble en mujeres que en hombres y que, cuando hablamos de suicidios consumados, y no de tentativas, es en los mayores de 65 años donde saltan todas las alarmas”, explica Alejandro de la Torre, director del Grupo de Investigación en Epidemiología Psiquiátrica de la Universidad Complutense de Madrid y asesor de la Plataforma Nacional para el Estudio y la Prevención del Suicidio en España. De aquí se puede extrapolar un perfil aún más vulnerable aún: mujer, mayor de 65 años con trastorno depresivo severo mantenido en el tiempo.

Pero el interés del Gobierno por la prevención del suicidio y su reciente preocupación por la salud mental – que le ha llevado a elaborar una Estrategia específica e incluso una Ley, que se encuentra actualmente en trámite parlamentario – chocan frontalmente con las decisiones que se toman en la práctica. “Un medicamento que, aliviando la carga de sufrimiento de la persona con depresión severa, ayude a disminuir o elimine las ideaciones de quitarse la vida es, sin duda, una mejoría evidente en la prevención del suicidio”, añade De La Torre.

Por su parte, Carina Escobar, presidenta de la POP, indica que “Hay un retraso general tanto en la aprobación de fármacos como en el hecho de que entren dentro de la Cartera de servicios del SNS. Se entiende que no se puede financiar todo, pero lo que no se entiende es que suceda con mecanismos de acción que son innovadores y que van a salvar la vida de un grupo concreto de pacientes que no tienen alternativas”.