Malos tratos
Las víctimas de violencia de género, más aisladas a causa de la pandemia
La situación generada por la covid-19 potenció elementos que utilizan los agresores, como el control y el aislamiento, que en este contexto fueron más difíciles de identificar
El estudio “Impacto de la pandemia por Covid-19 en la violencia de género en España”, realizado por un equipo de la Universidad de Granada liderado por Miguel Lorente, exdelegado del Gobierno contra la Violencia de Género, concluye que la pandemia intensificó el aislamiento de las víctimas de violencia machista.
La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, que ha presentado el estudio, destaca que “sobre la pandemia estructural de la violencia machista impactó otra pandemia coyuntural” que inauguró una etapa de circunstancias sin precedentes, informa Servimedia.
Una de las principales conclusiones a la que llega este estudio es que la pandemia ha potenciado los elementos que utilizan los agresores habitualmente para ejercer la violencia, como el control y el aislamiento, en unas circunstancias que dificultan su identificación. Como consecuencia, ha limitado el acceso de las mujeres a los recursos asistenciales y a sus posibles redes de apoyo y ha reducido las oportunidades para salir de la violencia, a lo que se añade una mayor sensación de impunidad de los agresores.
“Los hombres ejercen la violencia contra las mujeres en el contexto de pareja para controlarlas y someterlas”, explica Lorente. “No es una violencia que busque el daño, sino que este es uno de los instrumentos para retener, dominar y controlar”.
Cuando aumenta el control sobre las mujeres, como ha ocurrido en esta situación de pandemia especialmente a través de la limitación de la movilidad, las agresiones son menos graves, lo que explica la disminución de asesinatos por violencia de género en el segundo trimestre del año 2020, en el que se produjeron cuatro asesinatos, la cifra más baja de toda la serie histórica.
En agosto de 2020, sin embargo, se registró el aumento de asesinatos más elevado de toda la serie con respecto a los meses anteriores. Este repunte se debió a la ruptura del control estricto ejercido durante el confinamiento tras el levantamiento de las restricciones de movilidad y la idea de recuperación de normalidad, destacó el forense y experto en violencia machista.
En cuanto a las denuncias, se observa un descenso del 10,3% en 2020 con respecto al año anterior, especialmente en el segundo trimestre, debido a las dificultades derivadas del aislamiento. No obstante, al comparar la situación de pandemia respecto a la no-pandemia (2015-2019), se observa un aumento ligero (1,4%), lo que revela una mayor concienciación social respecto a la violencia de género y una confianza en el sistema más alta, capaz de mantener la respuesta a través de la denuncia en circunstancias muy complejas, como han sido las generadas por la pandemia.
Por último, en los meses de abril, mayo y junio de 2020 se produjo un aumento de llamadas al 016, que alcanza la cifra más alta de toda la serie histórica en un trimestre (25.667 llamadas pertinentes en este segundo trimestre de 2020). Estos datos, en relación con los anteriores, muestran que la violencia de género durante esos meses no dejó de existir, si no que se expresó de manera más invisible a través de la violencia de control.
En este sentido, Lorente ha insistido en que “la violencia de género es un problema estructural que se readapta a las nuevas circunstancias”, en este caso, las derivadas de la pandemia. “No es nada nuevo, sino una forma nueva de expresarse.”
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