Transporte
Historia del taxi en España: curiosidades, colores... así han cambiado en cada provincia
Los vehículos de transporte privado han evolucionado mucho desde que comenzaran a circular por las calles de Madrid durante el reinado de Felipe II
Las calles de las principales ciudades españolas están plagadas de coches blancos con una franja roja (en su mayoría) y por otros vehículos negros que corresponden a los VTC. Pero eso no siempre ha sido así. En la memoria colectiva de todos están los taxis amarillos de Nueva York, los negros de estética años 60 que recorren las calles de Londres, pero en España han ido cambiando a lo largo de los años y son pocos los que han mantenido su color original. Los más habituales son los blancos con una franja pero los hay amarillos y negros como los de Barcelona.
Para buscar el origen de los primeros taxis hay que remontarse a la época romana, en la que comenzaron a usarse los primeros transportes privados para personas con discapacidad y que después se extenderían al resto del público. En la Edad Media se puso en marcha el alquiler de mulas y caballos, que permitía a los usuarios desplazarse con mayor facilidad.
Pero en realidad, el germen de lo que hoy son los taxis se produjo en 1640, cuando el francés Nicolas Sauvage fundó en París la primera empresa de transporte privado en la Calle San Martín con 20 carruajes a caballo. La idea de Sauvage tuvo tal éxito que el filósofo Blaise Pascal recogió la idea y trató de hacerle la competencia con un sistema de taxis con paradas y trayectos definidos, un proyecto que fracasó debido a la mala calidad del transporte que ofrecía.
Los taxis continuaron circulando por París y a partir de 1703 comenzaron a llevar placas identificativas. Su uso estaba limitado casi exclusivamente a las personas adineradas, muchas de ellas incluso utilizaban el transporte como lugar para poner en práctica sus artes amatorias. Provistos por unas cortinas, estos carromatos ofrecían la intimidad necesaria y así evitaban acudir a lugares en los que pudieran ser descubiertos.
Para ver los primeros taxis a motos hubo que esperar dos siglos y no fue hasta 1904 cuando varios vehículos de la marca Renault comenzaron a rodar por las calles de la capital francesa. Eran vehículos pequeños, de dos cilindros, y llevaban calefacción, cristales antideslumbrantes, suelo liso y amortiguadores especiales. Los conductores iban uniformados y llevaban a gala su educación en cada trayecto y abrían las puertas a los clientes para subir y bajar.
En 1920 la compañía norteamericana Checker Motors comenzó a fabricar taxis mucho más espaciosos, con capacidad de hasta 12 pasajeros y con una altura suficiente como para que los hombres no tuvieran que quitarse el sombrero durante los viajes.
En España. la revolución automovilística llegó pronto y en 1900 se matriculó el primer vehículo en Palma de Mallorca, un Clement con matrícula PM-1. En los años 20 habían proliferado los taxis en numerosas ciudades y había una gran variedad de colores en función de la compañía o del coste del recorrido (dependiendo de la ciudad). Pero pronto se llegó a una uniformidad que duró medio siglo: los coches deberían ser negros, con una franja roja horizontal. Es más, el régimen franquista imponía también una forma de vestir para los conductores, a lo que muchos trataron de resistirse. Con la llegada de la democracia, todo cambió y llegó de nuevo la libertad. Sobre todo después de la aprobación del Real Reglamento Nacional del Taxi número 736 de 3 de marzo de 1979, cuyo artículo 26 establece que «La pintura y distintivo de los autotaxis serán del color y características que se establezcan por las entidades locales ...».
Se impuso el color blanco de forma mayoritaria, pero también se dejó libertad a comunidades autónomas y ciudades para decidir cómo debían ser los taxis que circularan por sus calles.
El último cambio de diseño se produjo el 31 de julio de 2018, cuando se publicó en el BOE la nueva Orden Ministerial que establece que todos los taxis nuevos deberán instalar una matrícula especial en la parte trasera con los caracteres en blanco sobre fondo azul para evitar la piratería en el sector.
Primeros taxis en Madrid
Pero vayamos por partes. Para conocer el origen del transporte privado en España hay que remontarse haya el siglo XVI. La primera ciudad que contó transporte privado fue Madrid, con el alquiler de mulas durante el reinado de Felipe II. Después llegaron las sillas de mano, las literas y los populares coches de caballos bautizados por el pueblo de Madrid como “Simones”, por Simón Tomé Santos, su diseñador.
Más tarde a Simón le salió una dura rival, Manuela: un coche descapotable que compitió por ocupar un lugar en la Puerta del Sol y el Salón del Pardo. Después de que Alfonso XIII inaugurara la primera línea de metro entre Sol y Cuatro Caminos, aparece en escena el autotaxi. La gente le cogió gusto al invento y fue el adiós del popular Simón.
Los primeros autotaxis circularon por las calles de la ciudad a primeros del siglo XX y fueron un gran acontecimiento social. Durante años convivieron taxis y tranvías hasta que la guerra terminó con el parque móvil. Es en este momento cuando comienza a haber diversidad de colores por las calles de Madrid. Para encontrar a la primera mujer taxista en Madrid hubo que esperar a 1964, año en el que Victoria Vasilievna Judoleeva logró su licencia.
Durante los años 20 los taxis eran amarillos, rojo cereza o verdes, dependiendo de la compañía. Pero una ordenanza municipal de Madrid obligó a los vehículos a presentar color negro en la mitad superior y azul oscuro en la mitad inferior, separados ambos colores por una franja en color rojo bermellón. En el caso de los microtaxis, que empezaban a compartir espacio con los taxis tradicionales, estos llevaban una franja amarilla.
A partir de 1950 se intento homogenizar el color de los taxi para diferenciarlos del resto de vehículos porque había ya muchos coches de diversos colores circulando y se necesitaba elegir un color específico que diera identidad propia a los taxis. Así, una normativa municipal de Madrid ordenó que los taxis tuviesen la mitad superior del taxi en color negro y la mitad inferior en color azul oscuro. Ambas mitades debían estar separadas por una franja de color rojo. Pero en 1955, se decidió que debería ser totalmente negro -era difícil distinguir los dos colores y resultaba más caro para el mantenimiento- y se mantenía la franja roja horizontal. Este diseño se mantuvo hasta bien entrados los años 70.
A pesar de ello, el color no convencía a los conductores. Los coches de ese color eran más difíciles de vender, el negro atraía el calor (no había aire acondicionado) y acumulaban más suciedad. En 1985, el ayuntamiento de Madrid escuchó las demandas del sector y accedió a cambiar el color de los coches al blanco, con una franja roja que cruzara las puertas delanteras.
¿Por qué se eligió el rojo para la franja de las puertas? No hay una explicación oficial pero hay dos versiones. La primera, defiende que el rojo es el color de la bandera de la comunidad de Madrid y del pendón del Castilla. La segunda indica que se eligió el rojo porque es el color del transporte londinense (y durante muchos años de los autobuses madrileños). Muchos vehículos cambian el color de su franja por la multicolor durante los días de celebración de la fiesta del Orgullo Gay.
En la actualidad España cuenta con 46.047 taxis y Barcelona y Madrid son las dos capitales de provincia con mayor tasa de taxis por cada 1.000 habitantes. Pero dentro de cada comunidad, región e incluso ciudad, el color del taxi es distinto. Un ejemplo es el de Alcalá de Henares, donde los taxis tienen franjas diagonales de color morado junto al lema “Alcalá de Henares. Ayuntamiento” en las puertas delanteras de ambos lados. No obstante, pese a la presión del ayuntamiento de Madrid, este ha optado por continuar con la identidad de sus taxis con el fin de diferenciarse del resto.
O el de Aranjuez, donde los vehículos llevan una línea verde horizontal en la puerta delantera, con el escudo de la ciudad sobrepuesto en la parte central.
Cataluña
Los taxis modernos (a motor) también llegaron muy pronto a Barcelona, en los primeros años del siglo XX. En 1906 comenzaron a circular los primeros autobuses y se estableció una única parada en La Rambla con seis taxis. En 1910, la compañía automovilística Hispano-Suiza puso en marcha un servicio de 21 coches de alquiler o taxis con conductores propios.
Después llegaron David (1914), propiedad de Josep M. Armanqué, que durante los años 20 consiguió prácticamente el monopolio del sector. A principios de los años veinte, los taxis matriculados en Barcelona eran cerca de 250, distribuidos en 64 paradas. En 1924, el Ayuntamiento aprobó un Código de Circulación que, entre otras medidas, hizo obligatorio el uso del taxímetro e impuso una raya pintada bajo la ventana de los pasajeros y la parte posterior de cada taxi para identificarlos mejor. El color variaba según la tarifa: blanca (40 céntimos por kilómetro), roja (50 céntimos), amarilla (60 céntimos) y azul (80 céntimos).
Con la llegada de la Exposición Universal de 1929, la flota se disparó hasta 4.000 vehículos y se desató una auténtica guerra de precios. En julio de 1930 el Ayuntamiento impuso un poco de orden en el sector: estableció la obligatoriedad de un mínimo de dos años de experiencia como chófer para obtener la licencia y una tarifa única de 60 céntimos por kilómetro. En la práctica, esto supuso institucionalizar el característico color amarillo como uniforme de los taxis barceloneses, que no se generalizó completamente hasta 1934.
En 1961, los taxis de Barcelona y Hospitalet de Llobregat se unificaron y después aceptaron también los taxis amarillos y negros en sus calles Esplugues, Sant Just Desvern, Sant Adrià de Besòs y Santa Coloma de Gramenet. En 1977 se amplió el radio de acción de los taxis barceloneses hasta 27 municipios.
En cambio, en el resto de provincias, los taxis son blancos con pequeñas diferencias. En Girona, los taxis son blancos con una franja azul en la puerta y sobre ella el escudo de la ciudad. El número de la licencia queda en la parte delantera, bajo el retrovisor.
En Tarragona, la franja que cruza la puerta es con una banda de cuadrados amarillos y rojos y el escudo de la ciudad queda en el centro de la puerta y lleva el número de la licencia debajo. Los taxis de Lleida son mucho más sencillos y sólo llevan en escudo en la puerta trasera y debajo de ellos el número de licencia.
Comunidad Valenciana
En el arranque del siglo, cientos de familias valencianas vivían del trabajo de transportar personas o mercancías de un lado de la ciudad a otro, ya fuera en caballo, mulo, pollino o jumento. Hasta 1900 en Valencia todo dependía de los equinos: desde transportar a los muertos, repartir la leche a recoger las basuras. El carruaje como forma de moverse por la Alameda de Valencia quedó desplazado por la aparición de los coches y la evolución de los transportes, con los que llegaron los primeros «automóviles de alquiler».
El taxi llega a la Comunidad Valenciana en 1911 de la mano del Ayuntamiento de Valencia, que implanta un servicio de taxis y le entrega la concesión a una empresa. Los primeros vehículos eran negros, con una ralla amarilla y el escudo de la ciudad. Cuando comenzaron a viajar más allá de la capital del Turia y pasaron de ser “taxis del municipio de Valencia” a ser “taxis del área de prestación conjunta de Valencia” y cambiaron el color al blanco cambiaron el escudo por el de la Generalitat Valenciana. Al igual que en Valencia, en Castellón, los coches son blancos y llevan el escudo y el número de licencia en la puerta.
En cambio, en algunas ciudades de Alicante incorporan unas franjas azules en la puerta delantera. Además, del logo de la Generalitat Valenciana en las puertas, algunos taxis incorporan vinilos con publicidad.
Murcia
Los taxis también llegaron a Murcia a principios del siglo. Los primeros conductores eran los chóferes de las personas adineradas pero pronto comenzaron a surgir las empresas de alquiler de vehículos. La primera mujer taxista de la región fue María Alarcón, que con cinco hijos obtuvo la licencia en el año 1980 a pesar de los recelos de muchos hombres de la provincia.
En cuanto al diseño, los vehículoscambiaron en 2015 para diferenciarse de los de otras zonas como Madrid. Para ello, modifican la franja roja por otra más ancha, que se va estrechando según baja por la puerta y que está dividida en dos partes. Una roja, con el escudo de la ciudad dentro y otra, la parte final, de la en la que se alternan cuadrados rojos y blancos.
Además, incorpora una línea amarilla en la parte superior. La ordenanza municipal también establece la “exhibición, en la medida de lo posible, desde la parte interior del cartel trasero, de vinilo de ‘Bienvenido al Taxi’ proporcionado por el Ayuntamiento”. Y establece que la publicidad sólo se podrá colocar en la puerta trasera y con una medida máxima de 45 x 33 centímetros.
En Cartagena, los primeros taxis aparecieron en los años 20 como empresas de alquiler de automóviles. El primero de ellos fue propiedad de Andrés Antón, cuya empresa se ubicaba en la calle Huerto del Carmen y se anunciaba en la prensa como “servicio público de automóviles al alcance del capital más modesto”. Como curiosidad, los vehículos sirvieron en Cartagena como medio de transporte para trasladar a los heridos de la guerra de Marruecos al hospital militar. Además, el 12 de febrero de 1962 nació un niño en uno de estos vehículos y fue apadrinado por el taxista. Los padres decidieron llamarle Cristóbal de segundo nombre, en honor al patrón del gremio.
En cuanto al diseño de los vehículos, los cartageneros decidieron diferenciarse de los murcianos y aunque la banda es similar a la de los vehículos que circulan por Murcia, tiene algunas particularidades. La franja es más oscura porque lleva “el color rojo carmesí típico del municipio” y va acompañada del escudo, y una fina línea azul oscuro que destaca sobre el fondo blanco”.
Andalucía
En Sevilla, dejando de lado las calesas, los taxis llevan una franja amarilla en las puertas traseras y a un lado de está el escudo de la ciudad y al otro el número de licencia. Como curiosidad, el 4 de agosto de 1954 todos los taxistas de la ciudad fueron convocados por la Brigada de Investigación Criminal en la Plaza de España para tratar de encontrar un sobre con 646.500 pesetas que el director de una sucursal bancaria de Jerez de la Frontera dijo que había dejado en uno de los vehículos. Tras revisar todos los taxis e interrogar a los conductores, la investigación continuó y finalmente el director de la sucursal acabó entre rejas por malversación de fondos.
Málaga también tiene sus propias variaciones: los taxis son blancos, pero a diferencia de los casos anteriores, lleva una barra diagonal de color azul. Esta barra, dependiendo del modelo, puede llegar hasta el borde de la puerta trasera o hasta la mitad si existiese una moldura protectora.
Los taxis además deberán presentar el escudo simplificado del ayuntamiento de Málaga junto al número de licencia del conductor.
En Huelva, desde el 16 de octubre de 1980 la normativa establece que los taxis “serán blancos y con una doble franja azul que los atravesará de delante a atrás (con los colores de Huelva)”.
En Córdoba, la ordenanza municipal reguladora del servicio del taxi especifica que los vehículos deben llevar en puertas delanteras “el emblema o escudo de la ciudad que figure pegado (nunca con imán), sobre la palabra taxi y el número de licencia. En los laterales: letra correspondiente a los días de descanso semanal. En la parte posterior del vehículo: número de licencia y letra correspondiente a los días de descanso semanal. Placas reglamentarias de Servicio Público. La pintura del vehículo ha de ser de color blanco y estar cuidada”.
En Almería, los taxis son muy similares a los de Madrid. Al blanco se le suma una franja roja en diagonal -para recordar el color de la bandera de Almería-, con el escudo de la ciudad en la parte superior de la separación.
En Jaén, los vehículos llevan una banda oblicua morada a ambos lados junto con el escudo de la ciudad y el número de licencia. En algunos vehículos también llevan pegatinas publicitarias en las puertas traseras.
Por su parte, la ordenanza del taxi de Granada estableció en 2020 que se unificarían las imágenes de los coches. Así, indica que “los vehículos destinados al servicio del taxi será de color blanco y llevarán en las puertas delanteras, vista desde fuera y en diagonal desde el ángulo superior delantero hacia el ángulo inferior contrario, pasando por el centro de la puerta, una franja de color verde (definido por el Pantone 3415), de 8 centímetros de ancho. En el centro del espacio superior a la franja verde, deberán llevar también, en este orden de arriba abajo y con alineación centrada: 1º la expresión Área de Prestación Conjunta de Granada, 2º el escudo de la Junta de Andalucía, 3º la palabra TAXI, 4º el número de la licencia correspondiente y 5º la letra identificativa correspondiente”.
Los taxis de Cádiz se distinguen del resto porque llevan pintado en las puertas delanteras el logotipo de la ciudad, una luna como una sonrisa pintada en color azul claro y el número de la matrícula.
La primera mujer taxista y el primer coche eléctrico, en Castilla y León
Castilla y León tiene el honor de haber tenido a la primera mujer taxista y de ser la primera comunidad con un coche eléctrico de transporte privado. La leonesa Piedad Álvarez Rubio se convirtió en la primera taxista de España en 1935. Un honor que le fue disputado durante años por profesionales de Barcelona, Las Palmas o Lugo. Pero Piedad comenzó muy joven con el coche. A los 20 años, en 1932, consiguió la licencia de conducir. Su familia tenía un garaje y estaba acostumbrada a ver cómo iban y venían los chóferes, incluido su hermano. Quería ser maestra pero necesitaban dinero y se puso al volante. Conocida como «La Peñina», trabajó en el taxi 40 años, hasta 1974. Hubo que esperar 30 años para que otra mujer se uniera al gremio, Fue Alejandra Álvarez Rubio, en 1959. El último coche de Piedad fue Seat 600 y ya llevaba una franja cruzada en las puertas delanteras.
Ahora, casi 50 años después los coches de León son blancos, con una franja horizontal de color rojo en las puertas delanteras, un escudo de León y un numero identificativo en la parte inferior. En Zamora, siguen el modelo leonés pero con la banda más alta y con el escudo fuera de ella. Salamanca por su parte, escogió el modelo zamorano pero con la línea de color azul, mientras que los vehículos de otras localidades llevan la franja de color rojo.
El ayuntamiento de Ávila establece que los “vehículos que se adscriban al servicio de auto-taxis deberán ir pintados totalmente de blanco en su exterior cruzado en ambos lados con sendas bandas en el color de la bandera municipal con un ancho de 10 cm. que llegará desde el espejo retrovisor de la puerta delantera del conductor y de la del acompañante hasta la esquina inferior contraria al punto de arranque de aquella, debiendo abarcar la totalidad de ambas puertas. En las puertas delanteras irá pintado o adherido el escudo oficial de Ávila, en rojo, que tendrá una dimensión de 10 cm. y ancho proporcional y, bajo el mismo el número de la licencia con una altura de 5 cm”. La ordenanza de Soria también exige la presencia del escudo en la puerta.
En Valladolid se puso en funcionamiento el primer taxi eléctrico de España, Nissan Leaf, con una autonomía de 175-200 kilómetros, dependiendo de su uso. Su carga rápida se hacía entre quince y treinta minutos, y tenía un consumo estimado de un euro por cada 175 kilómetros.
La normativa local establece que el vehículo debe ser blanco. Además, llevan una banda horizontal de color morada en la puerta, con el escudo de la ciudad en medio. Un diseño que también se utiliza en Palencia.
En Burgos, la franja es más corta que en las demás provincias, de color rojo y con el escudo de la ciudad en el medio. Ciudades como Aranda de Duero también han decidido regular los colores de estos vehículos y establecen que las dos puertas delanteras tendrán rotuladas sendas líneas diagonales de color azul, similar al del la bandera municipal, desde los espejos retrovisores, incluyendo en el triángulo superior el escudo de la ciudad y el inferior la leyenda «Ilustre Ayuntamiento de Aranda de Duero».
Finalmente, en Segovia también han apostado por las franjas cruzadas de color azul en las puertas delanteras, con el escudo en mitad de la puerta y el número de licencia en negro y en lugar visible.
Navarra
En Pamplona, hay una menor intervención en torno al blanco: los taxis son blancos casi en su totalidad y en las puertas del conductor hay un logo de la única compañía de taxis de la ciudad, junto al número de la tarifa correspondiente de la ruta y la identificación del vehículo.
Galicia
De Pontevedra es Dolores Trabado, para la que los historiadores gallegos reclaman el derecho de ser la primera mujer en conducir un taxi en España. Dolores nació en una familia de catorce hermanos y a los cinco años se tiene que marchar a vivir con una tía a Pontevedra. Los motivos fueron económicos y médicos, ya que tenía una herida en grave en la pierna que precisaba atención. En 1923 se sacó el permiso de conducción y desde ese momento, se convirtió en “Lola, la de la Cruz Roja”, pues su taxi trasladaba a los pacientes o a las parturientas a modo de ambulancia. Lola nunca se casó ni tuvo hijos pero tuvo una pequeña familia de coches, desde un Citroën, un Ford, un Fiat, un Chrysler, un Dodge o un Peugeot.
En cuanto a los coches de transporte privado de Pontevedra, a día de hoy sólo llevan el escudo de la ciudad sobre una banda azul celeste. Dentro de la provincia, destaca el caso de Vigo, donde ha habido varios cambios hasta el rojiblanco actual. Primero pasaron del negro al blanco con una gran V en la puerta trasera. después un gran logo de la ciudad ocupaba gran parte de la puerta. Poco a poco se fue depurando el logo hacia algo más discreto y más pequeño y se decidió colocar dos grandes triángulos rojos invertidos en el capó del coche.
Más sencillo y sobrio es el diseño de los vehículos de La Coruña, Lugo o Santiago de Compostela, que sólo deben llevar en ambas puertas delanteras el escudo de la ciudad y el número del vehículo.
Lo mismo ocurre en Asturias con los vehículos que circulan por Oviedo o Gijón, que deben llevar el escudo local. Los primeros, en un tono azul y rojo en el caso de los segundos.
Cantabria
En Santander, la ordenanza municipal establece cómo debe ser el diseño de los vehículos: “Franja azul de 5 (7) cms. de anchura, pintada o adhesiva, sobre las puertas delanteras. En el centro de esta franja se fijarán los números de la licencia, los cuales deberán tener las siguientes dimensiones: Altura: 5 cms. Anchura: 1 cm. Color: Blanco. Debajo de la franja azul, en el centro de la puerta, se fijará el escudo del Ayuntamiento de Santander”.
Municipios como Torrelavega se han decantado por llevar una franja horizontal roja y verde, con el número del taxi en el medio y el escudo en la parte más cercana al retrovisor.
Castilla-La Mancha
Castilla-La Mancha, donde el 70% de licencias de taxi dan servicio en el ámbito rural y el 40% de las rutas de transporte escolar las realizan los taxistas, tienen más de 1.160 licencias y el gobierno regional también establece que deben ser los ayuntamientos los que regulen los colores y características de los vehículos.
En Toledo, los vehículos llevan una franja morada que cruza las puertas, con el escudo de la ciudad en medio. En Albacete, Cuenca y Ciudad Real, la franja será de color rojo y deben llevar el escudo local. Según establece la ordenanza de ésta última “de 80 mm de ancho. Los vehículos afectos al servicio de taxi llevarán en ambas puertas delanteras, sobre la franja roja, el escudo del Ayuntamiento de Ciudad Real”.
En Guadalajara, se decidió cambiar la banda de color azul por otra de color morado. Y según establecía la normativa, “los vehículos irán pintados de color blanco llevando, en las puertas delanteras, una banda diagonal de color morado -tono Pantone 265 c- de diez centímetros de ancho, de derecha a izquierda, iniciando el trazo a partir de la parte más próxima a la luna delantera. El cambio de color de la actual banda azul se realizará, obligatoriamente, al sustituir los vehículos”. Finalmente, la banda cruzada ha sido sustituida por una banda horizontal.
Extremadura
El primer coche se matriculó en Palma de Mallorca, pero ese año se matricularon dos vehículos más. Uno en Salamanca y otro en Badajoz. A pesar de ello, los taxis no fueron muy populares en la zona hasta que en 1929 Julio Aragüelo Díaz solicitara la primera licencia de la comunidad. Años después, Laureano Fernández Esther abriría su “garaje internacional” con seis vehículos, pero no ofrecía recorridos por la ciudad sino que los alquilaba para viajes a larga distancia.
En cuanto al diseño de los vehículos, los taxis de Badajoz hoy en día solo llevan el escudo local en la puerta. En Mérida, han añadido dos franjas oblicuas en la puerta delantera, una verde y una negra, con los colores de la bandera extremeña. Por encima de ellas, el escudo local y sobre las bandas, el número de vehículo.
También en Plasencia han querido distinguir sus taxis del resto y conservan una banda verde, pero llevan otra unida de color fucsia. Y el escudo local, en mitad de la puerta.
Finalmente, en Cáceres, como en otros muchos municipios, han decidido conservar la banda cruzada roja y han añadido su escudo.
Aragón
A principios del siglo XX, en Zaragoza había una veintena de coches y Landós tirados por caballos, que fueron los primeros taxi oficiales de la ciudad y que contaban con permiso municipal. Había una serie de paradas fijas y el precio debían acordarlo cliente y conductor antes de emprender el recorrido. Los primeros coches que comenzaron a hacer el servicio de taxi llegaron a Zaragoza en 1916, apenas unos años después que en Madrid o Barcelona.
Según recoge el blog “La coctelera animada”, Los medios de la época recogían en sus páginas el revuelo que supuso la entrada en servicio de estos vehículos, que tenía tantos defensores como detractores. El total de vehículos que circulaban por la capital aragonesa no superaba los 170 coches. El consistorio dio las cinco primeras licencias a cambio de un pago de unas 200 pesetas (poco más de un euro de hoy en día pero que hoy significarían más de 5.000 euros) y tuvieron que hacer frente a una dura competencia con los coches de caballos y el tranvía y no fue hasta 40 años después cuando el taxi se impuso sobre los coches de caballos y casi 60 años tardó en desplazar al tranvía.
En 1921, la ciudad cuenta con 25 taxis y se comienzan a establecer las las primeras paradas (Paseo Independencia y Arco de San Roque). Los servicios más demandados eran trayectos para asistir a bodas y bautizos, los toros, el cementerio y, sobre todo, a las estaciones de Madrid y del Norte. Los primeros taxímetros se instalan en 1925 e iban fuera del coche, concretamente en el lugar en el que hoy en día están los retrovisores. Las primeras agrupaciones de taxistas surgen en 1930. Las marcas de coche que utilizaban los taxis eran el Citröen B-14, Ford X, varios modelos de Renault, Chevrolet, Hispanos Suiza, y en menor medida, Peugeot, Opel y Buick.
En cuanto a los colores, los coches tenían tres franjas cuyo color determinaba la categoría del servicio: las amarillas eran los servicios más baratos (0,60 pesetas el kilómetro), los de franja azul eran un poco más caros (0,80 pesetas el kilómetro) y los de franja blanca costaban 1 peseta por kilómetro. En los tres casos, el coste de la hora parada era de 4 pesetas.
La entre 1934 y 1935 el ayuntamiento zaragozano tomó la decisión de unificar las franjas en un color, el amarillo, excepto para nueve o diez vehículos que mantuvieron el color blanco como vehículos de lujo y que fueron utilizados para grandes acontecimientos. Las franjas amarillas estuvieron en vigor durante 50 años y se convirtieron en un distintivo de la ciudad. Al mismo tiempo se exigió a todos los taxis que fueran negros con la franja amarilla.
Mariano Bailo fue el primer taxista que instaló un contador en el año 1924. Nacido en Zaragoza en 1898, a los 23 años comenzó a trabajar en el garaje de Lacarte, que era el concesionario de Renault y tenía servicio de taxis. En 1933, se estableció por su cuenta hasta su jubilación en el año 1963. Desde que instaló el contador todo el mundo quería subir su taxi por la novedad y porque de esta forma sabían que iban a pagar un precio justo.
Otra de las singularidades de los taxistas zaragozanos era su vestimenta. Llevaban un traje completo con chaqueta, corbata y gorra. El 7 de junio de 1968 el consistorio aprobó un uniforme para las fechas estivales, que consistía en poder llevar una camisa de color gris, además de la corbata negra y la impopular gorra de visera. Esta medida estuvo vigente hasta 1985. En la actualidad la vestimenta es libre pero la asociación provincial sugirió el uso voluntario de uniforme para dar una mejor imagen del gremio ante la aparición de Uber y Cabify.
Canarias
A pesar de encontrarse lejos de la península y de que el transporte aéreo era mucho más reducido que a día de hoy, el primer coche llegó a las Islas Canarias en el mes de febrero de 1902 y tan sólo unos meses después se convertiría en el primer taxi de Tenerife. En 1908, se establecieron las primeras paradas de “automóviles de plaza” en Santa Cruz, para dar servicio a los pasajeros que llegaban a la isla en barco.
La primer normativa sobre el sector es aprobó en 1914 pero no fue hasta 1930 cuando se comenzó a exigir la obligatoriedad de llevar el número de la licencia en la visera de la gorra del uniforme, poner en la placa de matrícula las letras S.P. de servicio público e insertar en la puerta delantera un óvalo de fondo blanco con la palabra taxi.
Un año después se constituyó la asociación de propietarios de turismos, gran turismo y taxis y el número de licencias fue creciendo de manera exponencial (de las 276 de 1964 a las 1.068 de 2003). Entre otros hechos destacables, están la llegada a la isla de una remesa de 65 “Austin A-140 Cambridge” para 65 asalariados que fueron conocidos por la “Quinta del 27″ (por el inicio del número de la matrícula) o los altercados en el Ayuntamiento de Santa Cruz, con encierros y concentraciones de los representantes sindicales de 1980, por la aprobación de 161 nuevas licencias que saturaban el sector.
País Vasco
Antes de la llegada de los taxis motorizados a Bilbao, la ciudad ya contaba con transporte privado: coches de caballos que tenían varias paradas a lo largo de la ciudad y en la que conductor y pasajero pactaban el precio antes del recorrido. Los primeros coches comenzaron a verse en Vizcaya en 1902, no podían superar los 12 kilómetros hora en ciudad ni los 28 en carretera.
La primera regulación del sector del taxi se hizo en 1914. Los vehículos debían llevar una placa de hierro que indicara que era de alquiler. El primer kilómetro se pagaba a 1,25 pesetas y a partir de ahí, a 20 céntimos cada fracción. Además. cada maleta y baúl suponían un coste extra para el viajero, así como ir a los toros o al fútbol. Hubo que esperar a 1920 para que se expidiera la primera licencia de taxi para un coche. Concretamente fue para Claudio Pérez García.
Ya desde entonces los taxistas estaban obligados a llevar uniforme: una gorra de plato azul y una camisa blanca. La obligatoriedad de la indumentaria se suprimió en 1975, una demanda histórica de los taxistas que habían pedido en numerosas ocasiones cambiar la camisa blanca por otra que no se manchara tanto. De hecho, el último uniforme sólo obligaba al uso de corbata y boina.
Pero uno de los aspectos más negros en la historia del sector del taxi en el País Vasco fueron los asesinatos de más de una decena de conductores a manos de la banda terrorista ETA. Tal y como recoge el documental “Bajada de Bandera. Historia de los 14 taxistas asesinados por ETA”, entre 1969 a 1985 la banda terrorista acabó con la vida de 14 taxistas. En 1969 en Bilbao, el burgalés Fermín Monasterio se convertiría en la primera víctima civil de la banda terrorista. Después se producirían 13 más.
En cuanto al color de los taxis, en Bilbao por ejemplo llevan una franja roja que acaba con una zona negra en la que lleva superpuesto el teléfono del servicio de taxis. Ciudades como Leioa quisieron diferenciarse y el pleno municipal aprobó el cambio del color del blanco al gris-plata metalizado, un color que ya utilizaban otras ciudades de la zona.
Uno de los hitos del transporte privado de pasajeros del País Vasco es el primer taxi autónomo, que puede volar durante 15 minutos a 90 kilómetros por hora. Así, la empresa Tecnalia ha desarrollado el primer prototipo de España de aerotaxi para cubrir trayectos cortos en ciudades de forma autónoma. Su primer vuelo oficial, de apenas un minuto y sin pasajeros se produjo en la plaza de toros de San Sebastián.
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