Mitología

Esta es la “piedra asesina” que se partió en dos y liberó al legendario zorro de nueve colas en Japón

La roca, ubicada en el Parque Nacional Nikko, se ha asociado durante mucho tiempo con un cuento popular en el que un espíritu, con forma de zorro de nueve colas, acecha la piedra, haciéndola letal para los humanos que se atreven a acercarse

La 'piedra asesina' de Japón se fractura liberando al "demonio" de su interior
La 'piedra asesina' de Japón se fractura liberando al "demonio" de su interiorLa RazónLa Razón

Una roca volcánica que se partió en dos el pasado mes de marzo en el Parque Nacional Nikko, en Japón, está provocando un debate internacional, según un reciente artículo publicado por el “New York Times”, en base a los malos augurios que este hecho suscita. Ya que el trozo de roca volcánica se ha asociado durante mucho tiempo con un cuento popular en el que un malvado espíritu acecha una “piedra asesina”, o “Sessho-seki” en japonés, haciéndola letal para los humanos que se atreven a acercarse.

La trascendencia de esta noticia a los principales medios de comunicación del mundo quizá es debida a que la cultura japonesa siempre ha sido un tema de fascinación para diferentes comunidades en todo el mundo, incluidos los millones de adeptos a su estilo de animación o los jugadores leales a la marca Nintendo. Un ejemplo más de que la cultura japonesa es una fuente inagotable de interés occidental.

La leyenda

"Fumei Choja y el zorro espiritual de nueve colas", de Hakusai
"Fumei Choja y el zorro espiritual de nueve colas", de HakusaiBritish Museum

La criatura en su interior es conocida como “Tamamo no Mae”, un espíritu con forma de zorro de nueve colas, llamados “Kistune”, según la mitología japonesa. Muchos “Kitsune” son famosos en la mitología de Japón, estas criaturas son seres mitológicos que, pese a ser figuras que realizan travesuras a los viajeros y las Miko, o sacerdotisas de los templos, son sabias y aconsejan a los hombres.

Las historias de “Tamamo no Mae” se escribieron y se recogieron en el “Otogizōshi”, un grupo de aproximadamente 350 narraciones en prosa escritas principalmente en el período Muromachi. Estos cuentos ilustrados, que permanecen sin autoría, forman uno de los géneros literarios representativos de la época medieval japonesa. “Tamamo no Mae” era una cortesana japonesa bajo el mando del Emperador Konoe. Según las historias, era una mujer muy bella e inteligente, quien se dice que debilitó la salud del emperador. Pero fue descubierta por un astrólogo, llamado Abe no Yasuchika, que le dijo al emperador que la bella mujer era la causa de su enfermedad. El astrólogo explicó que la hermosa joven era de hecho una especie de zorro de nueve colas trabajando para un maligno daimyo, que quería hacerlo enfermar para tomar el trono. Tras la acusación, “Tamamo no Mae” desapareció de la corte.

El emperador ordenó a Kazusa no suke y Miura no suke, los guerreros más poderosos de la época, que cazaran y mataran al zorro. Después de eludir a los cazadores durante algún tiempo, el zorro se apareció a Miura no suke en un sueño, con la forma de la hermosa “Tamamo no Mae”. En él profetizó que Miura lo mataría al día siguiente y tras ello le rogó por su vida, a lo que Miura rehusó.

Como el espríritu había profetizado, al día siguiente los cazadores encontraron al zorro en la llanura de Nasu y Miura-no-suke disparó y mató a la mágica criatura con su flecha. Tras su muerte, el cuerpo del zorro se volvió la “Sessho-seki”, o “piedra asesina”, que se dice que mata a todos los que entran en contacto con ella.

¿Mal presagio?

Tamamo no Mae en Miura Kuranosuke, Yashima Gakutei
Tamamo no Mae en Miura Kuranosuke, Yashima GakuteiLa Razón

La roca volcánica se convirtió en un hito histórico registrado en 1957 y era un popular destino turístico, según el diario británico “The Guardian”. Ahora que se informó que la roca se partió, algunos especulan que el espíritu del zorro ha resucitado después de casi 1.000 años. Sin embargo, otra explicación, quizá algo más razonable, es que habían aparecido grietas en la roca hace varios años, lo que posiblemente permitió que el agua de lluvia se filtrara al interior y debilitara su estructura. Se desconoce si la fractura liberó al espíritu del zorro de nueve colas, pero en una publicación reciente de Facebook, una asociación de turismo en el área de Nikko afirmó que la fractura de la piedra era un “presagio auspicioso” y que el espíritu del zorro de nueve colas podría “domesticar el coronavirus y la situación mundial actual”, según informó el “New York Times”.