Qué es lo que tienes que hacer para no tener estreñimiento este verano

Para encontrarnos bien y gozar de buena salud es súper importante ir bien al baño. No obstante, hasta un 20% de españoles, especialmente las mujeres, según datos de la Fundación Española de Aparato Digestivo (FEAD), padecen de estreñimiento. Se trata de un síntoma que se acentúa en los meses de verano bien porque cambiamos nuestras rutinas, o por qué no nos hidratamos lo suficiente en esta época. ¿La principal solución? Seguir una dieta adecuada, especialmente rica en fruta y en verdura.

La doctora Sonia García Vizuete es jefa de Servicio de Medicina del Aparato Digestivo del Hospital Quirónsalud Sur de Alcorcón y del Hospital Quirónsalud Valle del Henares de Torrejón de Ardoz y avisa de que el estreñimiento es un síntoma y no una enfermedad. Este se considera cuando la persona presenta una frecuencia defecatoria inferior a una deposición cada tres días, y/o la expulsión dificultosa de heces secas o duras, la mayor parte, puntualiza esta experta.

Según recuerda la FEAD, en las sociedades occidentales se considera como límite normal de la frecuencia deposicional a tres deposiciones al día como máximo, y a tres semanales como mínimo.

Con ello, la doctora García Vizuete defiende que, en la mayor parte de los casos, el estreñimiento responde a una dieta baja en fibra: “Cuando pregunto a mis pacientes cuánta fibra comen siempre piensan que me refiero a los salvados o a los productos integrales; pero, en realidad, nos referimos a la fibra soluble, que es aquella que está presente en frutas y en verduras. De este modo, la mayoría de los estreñimientos pueden solucionarse en la frutería del barrio en lugar de en la farmacia”.

Así, esta experta subraya que la principal recomendación para estas personas se basa en una alimentación en la que se ingieran cada día al menos dos o tres piezas de fruta y una o dos raciones de verdura de hoja. Además, aconseja tomar al menos una (pero mejor dos) raciones de legumbres a la semana, así como beber suficiente líquido. “No hay problema por comer productos integrales o salvados, pero nunca sustituyendo a las frutas y a las verduras”, advierte.

Es más, la especialista en Aparato Digestivo del Hospital madrileño Quirónsalud Sur destaca que no hay un límite en estos casos, y se puede comer tanta fruta y verdura como queramos, excepto en muy contadas excepciones.

El empleo de laxantes o productos de herbolario

“Siempre me ha llamado mucho la atención que las personas cuando tienen diarrea, a los dos o tres días comienzan a alarmarse y acuden rápidamente al médico. Sin embargo, el estreñimiento se considera algo normal, y muchas personas pasan la mayor parte de su vida sufriendo este problema y buscando soluciones en herbolarios o en las recomendaciones de familiares o en internet”, manifiesta.

Por eso, insiste en que hay que huir de la automedicación en estos casos, y en que el uso de laxantes debe restringirse a la prescripción médica y a los productos de herbolario o de venta libre en farmacias. “Estos deberían ser utilizados única y exclusivamente de forma ocasional, es decir, nunca como remedio a un problema cotidiano y habitual”, remarca la doctora García Vizuete.

Aquí, cree que la no evacuación normal debería ser considerado un problema de salud, exactamente igual que la evacuación excesiva, de modo que si la persona sufre al menos uno o dos episodios mensuales de dificultad evacuatoria con esfuerzo al defecar, o con daños en la zona anal deberá consultar a su médico.

“Si tras los estudios que procedan no se encuentra ninguna enfermedad como causante del estreñimiento, probablemente podrá remediarse con abundancia de productos de la huerta en el contexto de una alimentación sana y equilibrada”, señala la doctora.

Un síntoma, no una enfermedad

En este contexto, la jefa de Servicio de Medicina del Aparato Digestivo de Quirónsalud Sur insiste en la idea de que el estreñimiento no es una enfermedad, sino un síntoma, pese a la creencia popular.

“Existen muchos problemas de salud general que pueden tener como síntoma el estreñimiento. Algunos ejemplos serían el hipotiroidismo o las alteraciones neurológicas. También puede ser un efecto secundario de multitud de fármacos de uso común, como los antidepresivos o algunos analgésicos”, afirma.

Al mismo tiempo, la doctora García Vizuete resalta que existen enfermedades del propio sistema digestivo que se manifiestan por dificultad evacuatoria: “Algunos son problemas poco graves, como las alteraciones en la forma o en la movilidad del intestino; pero también pueden ser trastornos graves como el cáncer de colon. En este último el estreñimiento es, a veces, el único síntoma”.

Otros factores a tener en cuenta

Además del problema en sí mismo, García Vizuete indica que el estreñimiento favorece la aparición de patologías en la zona anal, como son las hemorroides o las fisuras anales que, aunque no sean muy graves, sí pueden ser extraordinariamente molestas y causar mucho sufrimiento a las personas a quienes las padecen.

El hecho de reprimir las ganas de ir al baño de forma frecuente puede alterar los mecanismos de ir al baño y además causar estreñimiento crónico. Por otro lado, la falta de ejercicio físico diario y la obesidad pueden dificultar el tránsito intestinal.

La Fundación Española de Aparato Digestivo considera estreñimiento crónico cuando este dura más de tres meses; si bien si se trata de algo puntual, se habla de ‘estreñimiento ocasional’. “El 50% de los pacientes que consultan por estreñimiento lo hace tras más de seis meses”, advierte la sociedad científica.