Animales
¿Por qué las serpientes se comen a sí mismas?
Si el animal comienza a comerse su propia cola -más tarde o más temprano- sufrirá un shock o perderá tanta sangre que la muerte se volverá inevitable
Se suele pensar que las serpientes son criaturas que se mueven por puro instinto… y que no hay otro impulso motriz en ellas más en ellas que el apetito, la autopreservación y la necesidad de aparearse. Sin embargo, un estudio recientemente publicado en la revista Behavior sobre serpientes de liga comunes (una especie bastante común en el continente americano) sostiene que -en realidad- estos animales son capaces de reconocerse a sí mismas. O para ser más precisos: pueden reconocer su propia firma química, que es siempre diferente a la de otros compañeros de camada alimentados con la misma dieta.
Puede parecer algo insignificante, pero la verdad es que es una habilidad impresionante y que separa a las serpientes de la gran mayoría de especies animales. Según los expertos, esta capacidad para autorreconocerse podría equipararse con la habilidad de reconocer el propio reflejo en el espejo que hemos encontrado sólo en unas familias naturales, como los primates o los delfines. Es una habilidad que demuestra un mecanismo cognitivo muy avanzado.
Ahora bien, este nuevo descubrimiento llevado a cabo por un grupo de investigadores liderado por el psicólogo y etólogo de la Universidad de Tenesse, Gordon Gallup, deja aún más preguntas sobre la mesa: “Si las serpientes son capaces de reconocerse… ¿Por qué se comen a sí mismas?, ¿Por qué no dejan de tragar cuándo se dan cuenta de que se están tragando su propio cuerpo?
¿Por qué las serpientes se comen a sí mismas?
Muchas personas ni siquiera saben que esto ocurre. Sin embargo, es cierto. Las serpientes se comen a sí mismas. Y por lo general, si una serpiente comienza a comerse su propia cola, más tarde o más temprano, sufrirá un shock o perderá tanta sangre que la muerte se volverá inevitable. Según los expertos, este comportamiento tan extraño es consecuencia del estrés. Y esto puede suceder, entre otras cosas, por su incapacidad para regular su propia temperatura corporal.
Las serpientes son animales de sangre fría y dependen de las condiciones del exterior para calentarse o para enfriarse. Toman el sol por la mañana para poder elevar su temperatura central y cuando hace demasiado calor, buscan un lugar a la sombre donde puedan refrescarse. Hasta aquí, ninguna novedad. Y si a una serpiente se le priva de la posibilidad de regular de esta forma su temperatura, va a sufrir mucho.
Tristemente, esto es algo que ocurre con demasiada frecuencia cuando al animal se le mantiene en un tanque sin el debido acondicionamiento. Si la serpiente no encuentra a su alrededor una zona más fresca o si la lámpara de calefacción está demasiado caliente para ellas, lo que le sucederá es que se sobrecalentará y no tendrá forma de bajar su temperatura hasta que se encuentre cómoda. Y si esto ocurre comenzará a sentirse confundida, ya que todo el sistema de su cuerpo depende de estar a cierta temperatura.
El sobrecalentamiento hace que su metabolismo experimente un pico y eso hará creer a la serpiente que tiene más hambre de la que tiene en realidad (incluso cuando no la tiene). Por cierto, aquí vale la pena recordar que las serpientes tienen un metabolismo muy lento, por lo que -una vez que se han comido un ratón o un conejo- no necesitan cazar ni comer más por un tiempo muy largo.
Es decir, que la gula no es natural en una serpiente. Si se atiborra es porque sigue creyendo que tiene hambre, debido a una reacción al hipermetabolismo. La sensación de confusión, frustración y hambre es tan poderosa, que puede hacer que el animal decida ir a por lo que tiene más cerca (su cola).
Ahora bien, la incapacidad para controlar su propia temperatura no es la única razón por la que una serpiente podría acabar en este estado. Por ejemplo, si el animal es manipulado con demasiada frecuencia, se sentirá muy estresado. En su estado natural, la serpiente se iría a cazar, pero si está en un tanque o en un terrario, no encontrará la manera de liberar estrés. Sin embargo, el instinto de cazar y el hambre seguirán ahí.
Pronto, la confusión será tan grande que la serpiente verá delante de ella una cola que se mueve, y la tomará como una presa. Y por lo general, no será únicamente una sola mordida. Lo normal es que siga comiéndose a sí misma hasta que alguien intervenga o hasta que se mate definitivamente. Quizás sí que sean puro instinto después de todo...
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