Salud
El superalimento que ayuda a adelgazar, mejora la tensión arterial, la diabetes, el colesterol y protege contra el Alzheimer
Como aderezo a los alimentos o como infusión, fresco o el polvo: Las propiedades de raíz son muy atractivas para la medicina y para la gastronomía
Con la llegada del frío y el periodo de vacaciones, son muchos los que buscan alimentos para mantener la temperatura corporal, pero también que sean sanos y que no engorden porque hay que tratar de llegar a las fiestas con un peso más o menos adecuado, o incluso algo más bajo de lo habitual, para poder luego compensar los excesos y o arrepentirse después.
Pues bien, hay un alimento que viene muy bien para todo ello. Es decir, ayuda a mantener la temperatura corporal, actúa como antibiótico natural, combate la tos, es antinflamatorio, mejora la circulación sanguínea, previene contra enfermedades como el Alzheimer, reduce los niveles de azúcar en sangre, el colesterol, y, además, ayuda a perder peso y calienta el cuerpo. Parece imposible que un producto pueda aunar todas estas propiedades, pero el jengibre lo hace. Y además, otro aspecto positivo, es un precio, ya que es un producto económico.
El jengibre es una especia y planta medicinal utilizada desde la antigüedad en Asia Central y el Sudeste asiático, pero sobre todo en China, donde es un producto muy utilizado en medicina y y como ingrediente culinario.
El rizoma de jengibre crece bajo tierra y presenta unas tuberosidades características. Los rizomas utilizados para fines terapéuticos y alimenticios se recogen entre 9 y 10 meses después de su plantación. Después de lavarlo bien, hay que dejarlo secar unos días al sol. De toda la planta sólo se utilizan las «manos» del rizoma, de unos 10 cm de longitud. Los rizomas jóvenes se utilizan frescos, mientras que los más viejos se secan y presentan un sabor mucho más fuerte.
El jengibre posee un característico aroma perfumado, picante, algo amargo y refrescante, con un toque de limón. Puede tomarse natural o en polvo. Se puede añadir a platos como ensaladas, aderezos, pero también sobre carnes o pescados. Si se toma fresco se puede utilizar rallado. En polvo, como condimento, peor hay que tener en cuenta que seco es más picante.
El doctor Alberto García Valdés, Jefe de Endocrinología y Nutrición Hospital San Francisco de Asís de Madrid, explica que “en países como España, su consumo ha tenido un crecimiento exponencial a partir de sus supuestas acciones antiinflamatorias y en el sistema autoinmune”. Es una de esas plantas que la farmacéutica Meritxell Martí siempre recomienda tener a mano, como la solución a habituales problemas estomacales o mareos.
El jengibre tiene una alta cantidad de compuestos activos como aceites esenciales, gingerol, resinas oleosas y otros que le dan su particular y picante sabor. Pero además, es rico en vitaminas A, C, del grupo B -sobre todo B6-, y minerales como calcio, fósforo, hierro, magnesio, manganeso, potasio, zinc… “De su composición, derivan sus propiedades como analgésico, antiinflamatorio, vasodilatador, moderador de la tos, su eficacia frente a las náuseas y vómitos, protector digestivo y como antioxidante”, explica García Valdés.
Como lo natural y ecológico están cada vez más de moda, el jengibre ha ido cogiendo fama durante los últimos años, pero García Valdés advierte de que a pesar de que es un excelente alimento, no es la panacea. de hecho, Tiene algunas contraindicaciones, sobre todo en personas con enfermedades estomacales o incluso para los hipertensos que se medican, por lo que el consumo debe ser consultado con le médico en el caso de tener alguna dolencia crónica. Además, para mantener una figura esbelta y sana, es necesario llevar una dieta equilibrada y hacer deporte durante al menos 150 minutos a la semana.
Dentro de las propiedades curativas de los remedios naturales de la medicina tradicional y alternativa, el té de jengibre se recomienda especialmente en mujeres de mediana edad, para reducir el proceso de envejecimiento de los huesos y de la piel, gracias a los efectos antiinflamatorios y antioxidantes que se le asocian.
El jengibre mejora la circulación sanguínea, por lo que las personas que lo consumen de forma habitual tienen menos riesgo de enfermedad cardíaca. Al mismo tiempo, también está demostrado que ayuda a reducir los niveles de azúcar en sangre y de colesterol. Es ideal para combatir los síntomas del resfriado, la congestión nasal e incluso la artritis.
Gracias a la cantidad de antioxidantes que aporta, tomar jengibre de manera habitual mejora los procesos cognitivos del cerebro, refuerza la memoria y ayuda a prevenir el Alzheimer. Otra de las propiedades que se atribuye al consumo de jengibre es ue protege contra algunas formas de cáncer como el colorrectal.
¿Cómo preparar el jengibre?
En primer lugar, cuando compremos el jengibre en el supermercado debemos comprobar que la raíz esté gordita y bien hidratada. Rechazarla si está arrugada y seca. Una vez en casa, debe conservarse en un lugar seco y alejado de la luz directa y del calor.
Para consumirla, se puede usar en recetas, como sustitutivo del limón, ya que el picante desaparece al cocinarlo pero mantiene su dulce aroma. Si lo usamos fresco, hay que tener en cuenta que pica menos que si utilizamos el producto en polvo. Postres, pescados, sopas, consomés, carnes e incluso repostería.
Una de las preparaciones más populares del jengibre es como infusión. Si es fresco, se pueden poner tres rodajas -enteras o ralladas- en agua hirviendo y dejar reposar durante 5 minutos. Ideal para después de una comida copiosa. También es muy popular entre las personas que buscan adelgazar añadir zumo de limón a esta infusión y hacer una ingesta a primera hora de la mañana, en ayunas, lo convierte en un potente quema grasas gracias a la vitamina C y los antioxidantes. Si sustituimos el limón por canela -en rama o en polvo-, actúa como antiinflamatorio, por lo que es muy recomendable para las mujeres que sufren fuertes dolores de regla. Pero es que además, ayuda a adelgazar y alivia la sensación de hinchazón.
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