Vaticano
El Papa dice a la Curia que corre más peligro que nadie de creerse mejores
“Senunciar el mal, aun el que se propaga entre nosotros, es demasiado poco. Lo que se debe hacer ante ello es optar por una conversión”
El Papa Francisco advirtió hoy a los miembros de la Curia, que forman el gobierno de la Iglesia católica, que no se confíen “porque corren más que nadie el peligro de “creerse los mejores” y de pensar que no necesitan “una conversión”. Así lo indicó Francisco en el tradicional mensaje a la Curia romana para la felicitación de Navidad y que suele ser una ocasión en la que el pontífice señala sus defectos.
Por ello, el papa Francisco advirtió a los cardenales y miembros del gobierno de la Iglesia católica, de algunos peligros que corren como: “confiar demasiado en nosotros mismos, en nuestras estrategias, en nuestros programas”. Señaló que “algunas caídas, también como Iglesia, son una gran llamada a volver a poner a Cristo en el centro” e indicó que al respecto “denunciar el mal, aun el que se propaga entre nosotros, es demasiado poco. Lo que se debe hacer ante ello es optar por una conversión”.
“La simple denuncia puede hacernos creer que hemos resuelto el problema, pero en realidad lo importante es hacer cambios, de manera que no nos dejemos aprisionar más por las lógicas del mal, que muy a menudo son lógicas mundanas”, avisó hoy Francisco.
Y les advirtió de que justo ellos, que viven dentro de los muros vaticanos, corren “mayor peligro que todos los demás, porque, agrego, “nos asecha el ¿demonio educado¿, que no llega haciendo ruido sino trayendo flores”.
A la Curia les instó a evitar “la amargura, los arrebatos, la ira, los gritos, los insultos y toda clase de maldad. Por el contrario, sean mutuamente buenos y compasivos, perdonándose los unos a los otros como Dios los ha perdonado en Cristo”.
Y señaló que “no existe sólo la violencia de las armas; existe la violencia verbal, la violencia psicológica, la violencia del abuso de poder, la violencia escondida de las habladurías”.
Y a este propósito les pidió “que ninguno saque provecho de la propia posición o del propio rol para mortificar al otro”. “La misericordia también es aceptar que el otro pueda tener sus límites. Incluso en este caso, es justo admitir que personas e instituciones, precisamente porque son humanas, son también limitadas”, les indicó. Por último, Francisco invitó a los miembros de la Curia a siempre perdonar, pues “el perdón significa conceder siempre otra oportunidad”.
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