Abrir puertas a personas con trastorno mental

Un programa que cuenta con el apoyo de Obra Social La Caixa les ayuda a ser independientes.

Las personas que sufren algún tipo de trastorno mental, sobre todo en aquellos casos en que éste va asociado a problemas sociales añadidos, frecuentemente se encuentran con dificultades a la hora de desarrollar una vida autónoma, independiente y, por lo tanto, de acceder a una vivienda en un entorno comunitario. «Muchas de estas personas viven con sus padres o familiares y cuando éstos faltan, muchos no pueden seguir residiendo solos en su vivienda, por lo han de ingresar en una residencia», relata Francisco Villegas, jefe del Área de Atención Psicosocial de la Fundación Centro de Higiene Mental de Les Corts, en Barcelona, una entidad que, ante esta situación, desarrolla desde hace años el programa de promoción de la vida independiente de personas con enfermedad mental.

«Se trata de un servicio de atención domiciliaria especializada en salud mental a través del cual ofrecemos apoyos a estas personas para que puedan mantener al máximo su nivel de autonomía», señala Villegas, quien pone de relieve que una de las principales particularidades de esta iniciativa es que «atiende las necesidades específicas de este colectivo». «A diferencia de lo que sucede con los ancianos, a quienes hay que ofrecer principalmente un apoyo en las tareas domésticas, la asistencia en el caso de estas personas va más allá, puesto que ésta tiene un componente relacional y de apoyo personal, que es tanto o más importante que el asistencial». Además, tal y como recuerda Villegas, en este caso el programa «no solo debe asumir unas funciones asistenciales, sino también educativas o rehabilitadoras, puesto que ha de servir para que la persona asistida pueda poner en marcha los recursos que tiene».

En este contexto, a través de este programa, que está orientado tanto a ofrecer apoyo domiciliario como en pisos asistidos, se pretende asistir a sus usuarios en cuatro grandes áreas: la relacionada con la funcionalidad y la organización doméstica, como el uso del dinero, el arreglo personal, la alimentación, el uso de las tecnologías...; la que se refiere a la relación con el entorno entendido como los vecinos, los familiares y demás; el área relativa a los cuidados sanitarios, haciendo especial hincapié en el seguimiento y adhesión al tratamiento; y la que hace referencia al vínculo de confianza del usuario con el profesional, que al final es su soporte emocional. Y todo ello siempre en función de las necesidades y la demanda de la persona beneficiaria del servicio. «Primero realizamos una evaluación del individuo a través de una entrevista y visitas domiciliarias para conocer sus puntos fuertes y los débiles y, en función de lo que se observe, adaptamos la intensidad y el tipo de apoyo que se le va a dar de manera que se crean planes de trabajo individualizados».

En cualquier caso, el programa, que ofrece un servicio gratuito a sus más de 60 usuarios gracias a la financiación que recibe por parte de entidades como la Obra Social La Caixa, «es una herramienta muy potente», asegura el jefe del Área de Atención Psicosocial de la entidad, ya que «tiene mucho impacto por tratarse de una atención domiciliaria, lo que supone proximidad e intensidad».