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Hostelería

Adiós a estos clásicos de los bares y hoteles españoles: la Unión Europea quiere prohibirlos

Desde el organismo europeo recuerdan que cada ciudadano genera unos 190 kilos de residuos de envases al año

Tres tazas de café Pexels

En su compromiso por reducir el impacto medioambiental y promover la sostenibilidad, la Unión Europea ha vuelto a centrar sus esfuerzos en impulsar un modelo de empaquetado más respetuoso con el entorno en todos los países miembros. No es la primera vez que el organismo toma medidas en esta dirección para frenar el constante aumento de residuos.

La eliminación de plásticos de un solo uso -como cubiertos, platos o pajitas- fue solo el primer paso de una estrategia más amplia que, ahora, vuelve a poner el foco en el sector de la hostelería, afectando directamente a bares, restaurantes y hoteles. Esto supondrá, una vez más, un cambio significativo en la experiencia de los consumidores.

Fue a mediados de 2024 cuando el Parlamento Europeo aprobó nuevas medidas orientadas a reducir el volumen de envases y a hacerlos más sostenibles. Desde la institución advierten que, actualmente, cada ciudadano europeo genera unos 190 kilos de residuos de envases al año. Como parte de esta estrategia, se han marcado metas progresivas de reducción: un 5% menos para 2030, un 10% para 2035 y un 15% en 2040.

¿Qué plásticos quedarán prohibidos?

Tal y como recoge la nota de prensa del Parlamento, el nuevo Reglamento de envases y residuos de envases (PPWR por sus siglas en inglés) afectará a los envases de plástico de un solo uso. En concreto, se prohíben los "envases de frutas y verduras frescas sin procesar, los alimentos y bebidas que se sirven y consumen en cafeterías y restaurantes". Esto incluye también porciones individuales de alimentos, así como "condimentos, salsas, crema, azúcar", además de productos de higiene personal en formatos pequeños como botes de champú o gel, y las bolsas de plástico "muy ligeras".

La legislación también obliga a hoteles, bares, restaurantes y cafeterías a eliminar los envases de un solo uso cuando los alimentos y bebidas se consuman fuera del propio local. En la práctica, esto se traduce en la supresión de vasos y platos desechables. En su lugar, los establecimientos deberán ofrecer alternativas reutilizables o permitir que los clientes traigan sus propios recipientes en el caso de comida para llevar.

Sin embargo, habrá excepciones. Hospitales, clínicas y residencias de mayores podrán quedar fuera de esta prohibición, siempre que el uso de envases desechables esté justificado por razones de seguridad o higiene para los usuarios.

¿Cuándo entrará en vigor?

La prohibición de estos envases comenzará a aplicarse a partir del 1 de enero de 2030. Hasta entonces, los países miembros deberán adaptar su legislación nacional y los sectores implicados tendrán que preparar la transición hacia soluciones más sostenibles.