Frío intenso
Alerta de Sanidad por bajas temperaturas: activa los niveles 2 y 3 de riesgo en varias provincias de España
Desde el Ministerio recuerdan que la mortalidad diaria en los meses de invierno es superior a la que se produce en verano
El Ministerio de Sanidad ha activado este miércoles el nivel 3 o de "alto riesgo" por bajas temperaturas en Sevilla y el nivel 2 o de "riesgo medio"en Huelva, Córdoba, Valencia, Zaragoza y Girona. En estos casos, el Plan Nacional de Actuaciones Preventivas por Bajas Temperaturas, contempla distintas medidas para cada uno de los niveles, entre las que se encuentran la alerta a los servicios sanitarios e intensificar la información a la población y colectivos más vulnerables.
La predicción de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) indica que en Andalucía, las mínimas podrían alcanzan los seis grados negativos en Córdoba y Granada, al igual que en Teruel y Zaragoza, en Aragón. En Castilla y León, León, Palencia y Zamora también están en riesgo. En Castilla la Mancha podrían alcanzares los -7º en Guadalajara y también está activado el riesgo por frío en Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo.
El criterio para asignar niveles de riesgo para situaciones de defecto de temperaturas se asienta en un algoritmo de decisión basado en la diferencia entre la temperatura umbral y la temperatura mínima prevista (solo cuando la temperatura mínima prevista sea menor a la temperatura umbral establecida), con una persistencia en el tiempo de 3 días. El valor resultante se multiplica por un "factor de riesgo"1 que variará en función de la provincia. Finalmente se suma el valor resultante de los tres días y el resultado obtenido decide el nivel de riesgo.
En aquellas provincias con nivel 2, en el que hoy están Huelva, Córdoba, Valencia, Zaragoza y Girona, las medidas se centran en su comunicación inmediata a los miembros del grupo de trabajo interministerial y a los responsables de las comunidades, así como una intensificación de la coordinación con éstas. También se deben fortalecer la información a los profesionales sanitarios y de servicios sociales y de la información sobre el significado del nivel de riesgo para la salud, a la población sobre las personas y grupos más vulnerables y la valoración de la adopción de medidas adicionales de carácter general o dirigidas a colectivos específicos. Las provincias con nivel 3, en este caso Sevilla, se deberán intensificar estas medidas y una valoración del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del estado de la situación.
Por otro lado, Sanidad recuerda que la mortalidad atribuible a las olas de frío (1.050 muertes al año) es "solo ligeramente inferior" a la causada por las olas de calor (1.300 fallecimientos anuales). El frío intenso solo en casos extremos produce efectos como la hipotermia o la congelación. En cambio, es más frecuente el sobre-estrés del organismo, que puede dar lugar a una descompensación orgánica que agrava enfermedades crónicas en población vulnerable. También, se producen más accidentes de tráfico y caídas por placas de hielo, así como incendios e intoxicaciones por monóxido de carbono a partir de estufas de gas o braseros.
En todo caso, los efectos de las bajas temperaturas no suelen ocurrir de una forma tan aguda y repentina como en el caso de las altas temperaturas. Según Julio Díaz, codirector de la Unidad de Cambio Climático de la Escuela de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), “hay una temperatura mínima diaria, que varía de un lugar a otro, por debajo de la cual la mortalidad invernal aumenta de forma brusca; es lo que se denomina temperatura de definición de ola de frío”.
El experto explica que la mortalidad diaria en los meses de invierno es superior a la que se produce en verano, y el efecto de una ola de frío se manifiesta hasta 14 días después debido, en parte, a enfermedades respiratorias de carácter infeccioso y a un aumento de mortalidad por patologías cardiovasculares. En ese sentido, Díaz hace hincapié en una serie de recomendaciones:
1- Vacunación contra la gripe en las personas mayores de 65 años y en las que padecen alguna enfermedad crónica (cardiopulmonar, metabólica e inmunodeprimidos).
2- No tomar medicamentos sin receta médica, ya que algunos fármacos precipitan los problemas derivados de la exposición al frío
3- Consumir una alimentación variada y beber líquidos, sobre todo agua y bebidas calientes.
4- En el exterior, respirar por la nariz y no por la boca ya que el aire se calienta al pasar por las fosas nasales y disminuye el frío que llega a los pulmones.
5- Vestirse con varias capas de ropa fina ya que protegen más que una sola gruesa al formar cámaras de aire aislante entre ellas.
6- En caso de utilizan braseros en casa o chimenea es conveniente ventilar la casa, al menos dos ocasiones al día durante 15 minutos cada una de ellas, para asegurar la renovación del aire.
7- Mantenerse informado de las previsiones meteorológicas.
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