Salud

Alquileres gratis o más baratos para atraer a médicos a zonas tensionadas

Ante la carencia de sanitarios y especialistas, ayuntamientos y colegios profesionales ofrecen alojamiento en un contexto de precios imposibles

Three workers from the Hospital "Can Misses" enter the building on the island of Ibiza
Fachada del Hospital Can Misses, en Ibiza, una zona tensionada por el turismo masivoJAIME REINAAFP

España sufre actualmente una falta endémica de profesionales sanitarios, especialmente enfermeras y médicos, que impacta directamente en la calidad asistencial y en la sostenibilidad del sistema. Contamos con una ratio de 6 enfermeras por cada 1.000 habitantes, muy por debajo de la media europea, que se sitúa en 8,3. Para alcanzar este nivel, sería necesario incorporar cerca de 100.000 enfermeras adicionales al sistema de salud. En el caso de los médicos, la situación también es preocupante, con un déficit estimado de 9.000 facultativos, según el Ministerio de Sanidad, especialmente en atención primaria y en zonas rurales, donde la falta de especialistas dificulta el acceso a la atención médica oportuna. Esta brecha supone una sobrecarga laboral para los profesionales actuales, un incremento en las listas de espera y una menor calidad en la atención a los pacientes.

También faltan viviendas. En España, y particularmente en ciudades como Madrid y Barcelona, existe un déficit evidente. Se estima que sería necesario construir hasta 600.000 nuevas para satisfacer la demanda.

Ambos factores tienen mucho que ver entre sí, especialmente en las zonas denominadas de «difícil cobertura» o «desiertos médicos». Aunque el déficit de sanitarios tiene una causa multifactorial, tratar de paliarlo en estos lugares implica mayor esfuerzo, dado que se da una concurrencia de circunstancias que hacen que las plazas resulten menos atractivas.

Pensemos, por ejemplo, que un residente, o un especialista, está valorando coger una plaza en Ibiza. La dificultad para encontrar un lugar donde vivir que no se lleve más de la mitad de su salario muy probablemente le haga desestimarlo. Y es que, según señala un reciente informe sobre «desiertos médicos» elaborado por la Organización Médica Colegial, que el precio medio del alquiler de una vivienda sea superior al promedio de la comunidad autónoma o provincia está dentro de las muchas condiciones por las que una plaza puede ser considerada de difícil cobertura. Para mitigar este problema, el documento propone «facilitar el acceso o proporcionar ayuda económica para el desplazamiento o la vivienda». Y así han hecho distintos ayuntamientos, áreas sanitarias y colegios de médicos en municipios con problemáticas muy dispares, con el objetivo de atraer talento y aumentar el atractivo de su oferta sanitaria, ofreciendo a cambio una ventaja en un ámbito muy tensionado: el de la vivienda.

Médico en el «paraíso»

En las Pitiusas saben mucho de esto. La población de Ibiza y Formentera se duplica (y hasta triplica, en el caso de la segunda) en temporada alta. Por ello, desde hace más de una década el Gobierno balear tiene que contratar más profesionales en verano (sobre todo en urgencias y atención primaria) para atender las necesidades sanitarias de esa población «flotante». Pero la locura de los alquileres en las islas es un obstáculo para los sanitarios, por lo que, en 2016, el Área de Salud de las Pitiusas puso en marcha una residencia en el recinto del Hospital Can Misses, de Ibiza, donde ofrecen alojamiento gratuito a profesionales que trabajan en el hospital durante los 4 o 5 meses de temporada alta. Aunque en temporada baja se mantienen solo 12 habitaciones, en verano la capacidad se duplica o triplica.

Los médicos alojados en la residencia en periodos largos son todos de especialidades de difícil cobertura (como oncología, neumología o primaria) y contar con este dispositivo ha permitido en gran parte su contratación.

A esta original iniciativa se sumó otra en septiembre de 2023: la coordinación de vivienda sanitaria. Un recurso que, a lo largo de estos casi dos años, «ha permitido poner en contacto a propietarios concienciados con la problemática de la vivienda en Ibiza con profesionales sanitarios necesitados de vivienda, residentes en Ibiza y de fuera de las Islas Pitiusas, ante ofertas de empleo en la sanidad pública de Ibiza y Formentera» según explican desde el Área de Salud. Gracias a la concienciación de los propietarios, que aceptan alquilar a precios razonables porque saben que el arrendatario es un profesional sanitario cuya labor es esencial, se han concretado ya más de 200 alquileres para profesionales de la Sanidad pública.

Doctor en el Pirineo

Y de la isla bonita al Pirineo leridano. La primera, vampirizada por el turismo nacional e internacional y, el segundo, marcado por la dispersión geográfica, son dos caras de la misma moneda.

En Lérida había una importante carencia de profesionales de algunas especialidades médicas, dificultades para atraer talento y también problemas para cubrir la atención sanitaria en áreas de difícil acceso.

La gran extensión de la provincia, la cantidad de municipios rurales y con población envejecida dentro de la Cataluña vaciada, y la presencia de destinos más atractivos (Barcelona, Gerona y Tarragona) hacían que costara mucho cubrir las plazas de médicos, residentes y sanitarios.

Por ello, el Colegio de Médicos de Lérida (Comll) tomó el año pasado una decisión sin precedentes en el territorio nacional (y que nadie ha imitado por el momento): construir un edificio de apartamentos para ofrecer alquileres baratos a los profesionales. Con la financiación de Mutual Médica (mutualidad a la que pertenecen el 60-70% de los médicos de la provincia) construyeron 36 apartamentos de 30 metros cuadrados cada uno, amueblados y con electrodomésticos, situados en la zona alta de Lérida, al lado de la Facultad de Medicina y de los principales hospitales, que alquilan por entre 600 y 700 euros al mes, incluyendo los gastos de agua, luz e internet. Cuatro están adaptadas para personas con movilidad reducida, y hay la posibilidad de reservarlos con plaza de aparcamiento.

El edificio ocupa 4.000 metros cuadrados: alrededor de 1.100 dedicados a salas y actividades y 1.800 a los apartamentos, que se han construido en 20 meses y han costado 7 millones de euros, de los que un 69% paga la mutua (las cuatro plantas de apartamentos) y el otro 31%, el colegio. «Proveer a los profesionales sanitarios de un alojamiento asequible ha sido para nosotros una manera de atraer talento. Que las plazas sean más atractivas para los médicos. Dada la carestía de la vivienda, el alojamiento es un factor determinante para que elijan venir a trabajar a esta zona», señala Ramón Mur, presidente del Comll. La previsión de ocupación con las nuevas incorporaciones que llegan en septiembre es del 100%. «Creemos que esta iniciativa ha sido clave para elegir destino. No podemos cuantificarlo pero, como ejemplo, este año se han cubierto todas las plazas (61) de Medicina Familiar y Comunitaria, mientras otros años siempre quedan vacantes», remarca.