Salud mental

FAD Juventud muestra las claves para ayudar a los jóvenes a entender y superar los fracasos

Todo ello desde un enfoque cercano, realista y alejado de los tópicos motivacionales

FAD Juventud indica las claves para ayudar a los jóvenes a entender y superar los fracasos
FAD Juventud indica las claves para ayudar a los jóvenes a entender y superar los fracasosFreepik

¿Qué pasa cuando un error pesa más que un logro? En una etapa en la que todo parece medirse (las notas, los resultados, el rendimiento), cada tropiezo puede convertirse en un motivo de angustia.

Más de la mitad de la juventud (53,7%) reconoce sentirse estresada con los estudios o el trabajo. A diario, lidian con expectativas externas e internas que a menudo no dan espacio al error, ni margen para aprender. No sorprende, entonces, que uno de cada cinco jóvenes (21,6%) diga sentirse descontento con su situación educativa o laboral. Lo que debería ser una etapa de descubrimiento y desarrollo, a veces se convierte en una fuente de frustración.

A esto se suma otro factor silencioso: la falta de apoyo percibido. Un 17,7% de los y las jóvenes no siente que las personas de su entorno se preocupen realmente por sus problemas. Una cifra que refleja no solo distancia emocional, sino también la necesidad urgente de entornos familiares donde se escuche, se acompañe y también se hable de lo difícil que es fallar.

Con el objetivo de ayudar a las familias a acompañar emocionalmente a sus hijos e hijas ante los retos del aprendizaje, Fad Juventud y BBVA ponen a disposición de madres y padres el videotutorial '¿Hablas en casa de cómo enfrentar los retos, los errores, o a eso que algunos llaman "fracasar"?'. Esta pieza ofrece herramientas para transformar la forma en que se habla en casa sobre el error, el esfuerzo o la frustración, y propone claves sencillas para reforzar la confianza, fomentar la autonomía y modelar actitudes constructivas desde el entorno familiar.

"En BBVA entendemos la educación como una palanca clave para hacer que las sociedades prosperen", señala Teresa Madrigal Valera, directora de Negocio Responsable de BBVA en España. "Con este nuevo videotutorial queremos estar al lado de las familias en uno de los desafíos más importantes: acompañar cuando las expectativas no se cumplen. Crear espacios de confianza en casa, donde se pueda compartir abiertamente tanto los obstáculos como el esfuerzo detrás de cada éxito y que es clave para fortalecer su desarrollo emocional y personal".

"Muchas veces, como madres y padres, sentimos que tenemos que tener todas las respuestas, pero lo más valioso es estar disponibles, escuchar y validar lo que nuestros hijos e hijas sienten cuando algo no sale bien”, afirma Beatriz Martín Padura, directora general de Fad Juventud. "Este videotutorial busca precisamente eso: ofrecer pautas concretas y cercanas para que las familias puedan transformar el error en una oportunidad de aprendizaje, y fomentar un vínculo más fuerte y empático desde lo cotidiano".

La pieza audiovisual propone cuatro claves esenciales para cambiar la forma en que hablamos del fracaso en casa y convertirlo en una oportunidad de crecimiento:

  • Normaliza el error. Suspender un examen no tiene por qué ser un drama. Puede ser el punto de partida para entender qué ha fallado y cómo mejorar. Un simple "¿Qué crees que no funcionó?" abre la puerta a soluciones en lugar de juicios.
  • Valora el camino. Si ha estudiado toda la semana pero la nota no fue la esperada, reconoce el proceso: "Estoy muy orgulloso de cómo te organizaste. Eso vale más que cualquier número".
  • Predica con el ejemplo. Si te equivocas, dilo. "¡Vaya, me equivoqué! Voy a volver a intentarlo y ver qué puedo hacer distinto". Mostrar que tú también aprendes con cada reto les enseña que el error no es el final, sino el comienzo de algo nuevo.
  • Confía en su autonomía. Permitirles organizar el presupuesto de una pequeña compra o decidir qué preparar para cenar no es solo delegar: es enseñar. Incluso si algo sale mal, hablarlo después ayuda a que aprendan y a que poco a poco se conviertan en personas capaces y seguras.

Todo ello desde un enfoque cercano, realista y con un lenguaje accesible, alejado de los tópicos motivacionales y más centrado en el impacto real que tienen las conversaciones cotidianas y los ejemplos familiares.