Narcóticos
La amapola del opio que crece silvestre en Toledo atrae a los recolectores
La Guardia Civil detiene a un individuo que se dedicaba a extraer el líquido de la flor para fabricar la droga
Agentes de la Guardia Civil del puesto de la Puebla de Montalbán, Toledo, han detenido a un varón por un delito contra la salud pública por elaboración de sustancias estupefacientes al ser identificado con 222.5 gramos de látex de amapola blanca o adormidera (papaver somniferum).
Tras recibir un aviso por la presencia de una furgoneta sospechosa en las proximidades a una floración silvestre de amapola blanca, la patrulla de Seguridad Ciudadana identificó a su único ocupante, un varón de 33 años de edad, y en el registro del vehículo se hallaron tres tabletas de una sustancia de color marrón.
Los agentes realizaron in situ una prueba indiciaria con un reactivo de sustancias estupefacientes la cual arrojó un resultado positivo en opio. Entre las tres tabletas, perfectamente envasadas para garantizar su estado óptimo de conservación, sumaron un peso total de 222,5 gramos.
Al detenido se le atribuye un delito contra la salud pública por la elaboración de sustancias estupefacientes y fue puesto a disposición judicial del Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción nº1 de Torrijos. También se le instruyó un acta-denuncia por una infracción a la Ley de sanidad animal de Castilla La Mancha por carecer de cualquier tipo de vacunación desde el año 2021 el perro con el que viajaba.
En la comandancia de Toledo se establece una orden de servicio todos los años para la lucha y prevención de la recolección ilegal de este látex de opio y control sanitario de los cánidos que acompañan a los recolectores. La amapola blanca o adormidera (papaver somniferum) crece de manera silvestre en Toledo y de su interior puede extraerse una sustancia narcótica con la que pueden elaborarse jabones, aceites para friegas o ser consumido directamente, creando un perjuicio a la salud.
Aunque también es usado para medicamentos de manera legal, esta sustancia opiácea consumida sin control puede crear dependencia por su efecto analgésico e incluso alucinógeno. Muchas personas, algunas de ellas procedentes de diversos países europeos, llegan atraídos por su búsqueda para posterior recolección y elaboración.
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