Curiosidades
Así celebran la Navidad en países donde es verano: barbacoas en la playa y fuegos artificiales
En la mitad inferior del planeta se vive una tradición de final de año completamente distinta a la que estamos acostumbrados
Para cualquier persona que resida en Europa o en Norteamérica, las fiestas de Navidad evocan inmediatamente nieve, luces y copiosas comidas familiares para entrar en calor. No por nada Papá Noel viaja en un trineo tirado por renos: necesita moverse desde su gigantesca fábrica de juguetes en la gélida Laponia. En nuestro imaginario colectivo estas festividades se asocian con el el invierno, la temporada donde las temperaturas son más bajas y los días más cortos.
Es por ello que nos choca tanto pensar en cómo se desarrollan estas celebraciones al otro lado del mundo, en el Hemisferio Sur, donde la Nochebuena coincide con el inicio del verano. Para quien haya comido las uvas de Año Nuevo a la intemperie en una plaza, se hace casi impensable la idea de hacerlo en chanclas y camisa playera, tomando un refrescante mojito. Sin embargo, así es como pasa estas fiestas la mitad del planeta, por increíble que parezca en un primero momento.
Y es que, mientras que en Hemisferio Norte nuestros termómetros marcan fácilmente grados negativos, en el Hemisferio Sur están comenzando la temporada de más calor, y celebran la Navidad con ropa fresca y comidas al aire libre. Lo que sí se mantiene invariable, haga frío o calor y por mucho que nos separen miles de kilómetros, es el esfuerzo por intentar de reunir a toda la familia y pasar juntos unas fechas tan señaladas.
¿Cómo se celebra la Navidad en países donde es verano?
Al mismo tiempo (salvando la diferencia de usos horarios) que en España estamos partimos turrones vestidos con jerséis bien abrigados, en nuestras antípodas planetarias la población celebra las Navidades al aire libre y con sandías frescas. Y es que en muchos países del Hemisferio Sur como Australia, Argentina, Brasil o incluso Sudáfrica, estas fiestas coinciden con el inicio del verano, lo que ha definido costumbres, gastronomías y tradiciones muy distintas a las nuestras.
Muchas familias, bajo un sol intenso y temperaturas que pasan fácilmente de los 30 ºC, optan por llevar las celebraciones al aire libre, ya sea piscinas, playas o jardines. Sus reuniones navideñas en muchas ocasiones son inseparables de barbacoas, asados y largas sobremesas al fresco, que tienden a comenzar más tarde que en España, esperando a las horas de menos bochorno. A pesar de las diferencias, el espíritu navideño de reunión se mantiene intacto.
En Australia y Nueva Zelanda, por ejemplo, es muy común que familias y grupos de amigos participen en los llamados 'Carols by Candlelight' ("Villancicos a la luz de las velas"), conciertos comunitarios que se realizan al aire libre en Nochebuena. El más famoso es el de Melbourne, que reúne cada año a decenas de miles de personas, desde hace casi un siglo, en un acto benéfico donde los fondos van destinados a distintas asociaciones sociales.
En muchos lugares, las decoraciones navideñas mantienen sus símbolos tradicionales, pero incorporan toques locales. En Nueva Zelanda, por ejemplo, se considera árbol navideño nacional el 'Pōhutukawa', un árbol de flores rojas que florece para diciembre. En Australia, los escaparates y eventos públicos llegan a presentar a Papá Noel en camiseta, bermudas o incluso sobre una tabla de surf, una imagen que ya forma parte del imaginario veraniego-navideño.
Este choque por la diferencia de estación también se refleja en la gastronomía. Aunque sobreviven algunos platos heredados de la tradición europea (como el pavo asado o el panettone), las altas temperaturas hacen que muchas familias opten por comidas más frescas. No es de extrañar que, aparte de las barbacoas, frutas como la sandía o el melón estén presenten en tantas mesas durante la Navidad en el Hemisferio Sur. En algunos países de América Latina, además de turrón, disfrutan en estas fiestas de helados y otros postres fríos.
Aunque las condiciones climáticas sean tan dispares a las que estamos acostumbrados en España durante esta temporada festiva, el sentimiento familiar y el deseo de reunión con los más cercanos se mantiene intacto, por muchas diferencias que existan. La Navidad veraniega es muy distinta a la invernal, aunque los códigos y tradiciones más fundamentales existen en todos los puntos cardinales del planeta.