Sucesos

El ataque de un oso en un supermercado japonés dispara las cifras de muertos por estos animales

El pánico se desató en un supermercado de la ciudad japonesa de Numata cuando un oso irrumpió en el local hiriendo a dos clientes, un suceso que agrava el año negro que vive el país por estos ataques

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El último episodio de esta crisis tuvo lugar el pasado martes por la noche en un supermercado de la ciudad de Numata. difoosion

Japón se enfrenta a un problema de seguridad nacional que no proviene de ninguna amenaza convencional, sino de sus propios bosques: los osos. Las estadísticas de este año son alarmantes y dibujan un panorama desolador, con una cifra récord de ataques a personas a lo largo de todo el archipiélago. El balance oficial se eleva ya a siete víctimas mortales, aunque las autoridades locales de la prefectura de Iwate investigan si un octavo cadáver, hallado con heridas compatibles, se suma a esta trágica lista. Esta situación pone de relieve los peligros de la interacción entre humanos y fauna salvaje, aunque a nivel global el oso no es considerado el animal más mortífero para las personas.

De hecho, la creciente amenaza ya no distingue entre residentes y visitantes. La oleada de incidentes ha alcanzado tal magnitud que incluso un turista español fue atacado recientemente mientras se encontraba en la localidad de Shirakawa. No se trata de un caso aislado, pues se suma a otros sucesos como la agresión a un agricultor en la región de Akita, lo que demuestra la extensión y gravedad de un fenómeno que tiene a la población en alerta máxima.

Sin ir más lejos, el último episodio de esta crisis tuvo lugar el pasado martes por la noche en un supermercado de la ciudad de Numata. La rutina de la compra se convirtió en una pesadilla cuando un oso de aproximadamente 1,4 metros de altura irrumpió en el establecimiento y sembró el pánico entre los clientes, unas cuarenta personas que se vieron atrapadas. El encuentro se saldó con dos hombres de 69 y 76 años heridos leves, un suceso que pone de manifiesto la creciente audacia de estos animales en el país nipón

La sombra del cambio climático detrás de la oleada de ataques

En este sentido, los expertos apuntan a una causa de fondo que podría explicar este comportamiento anómalo. La principal hipótesis señala directamente al cambio climático como el gran catalizador de la crisis. La alteración de los ecosistemas está provocando la escasez de su alimento natural, como las bayas o las bellotas, en las montañas donde habitan habitualmente estos grandes mamíferos.

Por consiguiente, esta falta de sustento en su entorno empuja a los osos a abandonar los bosques y a aventurarse cada vez más en territorio humano. La necesidad les obliga a buscar sustento en zonas pobladas y áreas urbanas, una situación que multiplica de forma inevitable las posibilidades de encuentros peligrosos con las personas y que está detrás de la dramática escalada de agresiones que sufre actualmente el país nipón.