Seguridad Vial
Ni badenes, ni radares: el infalible método para que los conductores respeten los límites de velocidad
Las autoridades descartaron los badenes porque aumentaría los niveles de ruido en la localidad. En poco menos de dos meses, la medida ha logrado que se respete la limitación de 30 km/h.
Durante los últimos años, las vías urbanas del todo el país se han ido llenando de "obstáculos" para los conductores. A los semáforos, se han ido añadiendo los badenes, las bandas sonoras y cómo no, los radares. Cualquier método para tratar de que en las ciudades no se circule por encima de los 20, 30 o 50 kilómetros por hora según el tipo de vía.
Pero aún así, las autoridades no han logrado que los conductores respeten las limitaciones de velocidad. Por ello, una localidad francesa ha decidido tomar una drástica y sorprendente decisión, que no supondrá ningún daño al vehículo, ni al bolsillo del conductor. Es una medida que ataca directamente al subconsciente del piloto.
La localidad francesa de Baune, cerca Angers en la región de Maine-et-Loire, ha decidido pintar el asfalto con enormes líneas onduladas, enmarañadas, de color blanco para evitar que los coches circulen a alta velocidad. El extraño y novedoso enfoque ha logrado cumplir con su objetivo y se ha vuelto viral en las redes sociales.
En un primer momento, los vecinos, bastante desconcertados, pensaban que se trataba de algún proyecto relacionado con el arte abstracto, pero ahora han comprobado que esa confusión también ha llegado a los conductores, que les obliga a reducir la velocidad al pasar por esos cruces.
Las autoridades aclararon que el objetivo era reducir la velocidad de los conductores en una zona de 30 km/h. Descartaron los badenes debido a que aumentaría el nivel de ruido en el municipio y sería muy molesto para los vecinos, por lo que apostaron por las marcas en la carretera: Las líneas, pintadas en julio, hacen que hagan la carretera sea más confusa para los conductores, incitándolos a reducir la velocidad. A pesar de llevar poco más de un mes en funcionamiento, los resultados ya se han hecho notar, según explicó la alcaldesa del pueblo, Audrey Revereault.
Dijo que el número de automóviles sorprendidos conduciendo por encima del límite de velocidad ha disminuido drásticamente desde que se introdujeron las líneas. Revereault dijo que los creadores de la iniciativa esperaban que las marcas "crearan una perturbación visual" y ralentizaran a los conductores.
Jean-Charles Prono, alcalde de Loire-Authion, un grupo de siete pueblos que incluye a Baune, dijo que la conducción en el pueblo a veces alcanzaba los 50 kilómetros por hora, lo que generaba enormes preocupaciones de seguridad entre los vecinos.“Es un pueblo de 1.700 habitantes atravesado por tres vías principales del condado y específicamente dos de esta zona. La gente conduce rápido y es complicado conseguir que reduzcan la velocidad y que se respeten las señales de tráfico", explicó.
Sin embargo, algunos de los vecinos no están muy de acuerdo con la medida y compartieron su opinión en la página local de Facebook "Ca bouge sur Bauné". Así, Rachel Decaux, comentó que "personalmente, no me gusta conducir por ahí. Me revuelve el estómago como si me mareara". Por su parte, Popo Benoist considera que la medida puede provocar accidentes: "Creo que va a ser más peligroso que cualquier otra cosa".
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