Salud
El cáncer de tiroides, una de las neoplasias con mayores posibilidades de curación
Es posible que el cáncer de la glándula no cause ningún síntoma al principio; si bien, a medida que crece, puede causar dolor e hinchazón en el cuello
El cáncer de tiroides es poco frecuente en nuestra sociedad, y más predominante en mujeres que en hombres. Además, representa en la actualidad la neoplasia endocrina más frecuente (90 %). El cáncer en la glándula de tiroides es de lento crecimiento, y se puede seguir y tratar con yodo radiactivo. De hecho, normalmente el cáncer diferenciado de tiroides es relativamente fácil de curar.
Así lo asegura el doctor Joseba Rebollo, oncólogo del Hospital Quirónsalud Torrevieja y Hospital Quironsalud Alicante, y experto en el tratamiento de esta patología, quien destaca que los médicos suelen detectarlo en fases localizadas, por lo tanto, es extirpable: “Lo habitual es extirpar la glándula tiroides en su totalidad. En algunas ocasiones puede presentar recidiva o metástasis a distancia, en cuyo caso puede ser nuevamente tratado con cirugía, con radioterapia y con yodo-131, permitiendo curaciones, o incluso supervivencias prolongadas de 20-30 años aún en fases de enfermedad metastásica”.
Ahora bien, este especialista sí llama la atención sobre el cáncer anaplásico de tiroides, “una enfermedad más difícil de curar” porque se diagnostica habitualmente en fases más avanzadas por su rápido crecimiento, por su resistencia a los tratamientos, y porque sus células no captan el yodo-131.
“El conocimiento de la biología molecular del cáncer de tiroides ha permitido, en los últimos años, el desarrollo de terapias específicas (Anti-angiogénicos, anti-RET, etc), además de inmunoterapias que producirán un impacto positivo en la supervivencia de los pacientes”, aclara.
Tipos de cáncer de tiroides
Concretamente, el oncólogo del Hospital Quirónsalud Torrevieja y Alicante detalla que el cáncer de tiroides se clasifica en básicamente dos tipos, dependiendo de las células que se encuentran en el tumor: el cáncer diferenciado y el cáncer anaplásico.
Sobre el cáncer papilar de tiroides, el doctor Rebollo señala que éste se encontraría dentro de los cánceres diferenciados de tiroides y que sería el más frecuente en su categoría, además de representar una enfermedad que aparece entre los 30 y 50 años de edad; mientras que el folicular debuta en personas de más de 50 años. “Ambos tumores están formados por células que conservan la función de captar yodo lo que les hace susceptibles de ser seguidos y tratados con yodo radiactivo”, agrega.
Por otro lado, dice se encontraría el cáncer anaplásico de tiroides, un tipo raro de cáncer de crecimiento muy rápido y de difícil tratamiento, que aparece en pacientes mayores de 60 años habitualmente. “Existen otros tipos de cáncer de tiroides no tan frecuentes como el cáncer medular, que se origina en las células C que producen calcitonina, el linfoma, el sarcoma de tiroides etc.”, añade este oncólogo.
Causas del cáncer de tiroides
Aquí recuerda el doctor que es posible que el cáncer de la glándula tiroidea no cause ningún síntoma al principio; si bien afirma que, a medida que crece, puede causar dolor e hinchazón en el cuello. “Es una enfermedad poco frecuente y no se conoce con exactitud la causa que lo origina. Podemos decir que el cáncer de tiroides afecta con más frecuencia a las mujeres que a los hombres”, agrega.
Es más, el doctor Rebollo sostiene que se ha relacionado con inflamaciones crónicas del tiroides, con radiación externa, bien por un tratamiento en la juventud con radioterapia o bien por radiación emitida por un desastre nuclear.
A su vez, menciona la existencia de algunos síndromes genéticos hereditarios que predisponen al cáncer de la glándula tiroidea, como la neoplasia endocrina múltiple, el síndrome de Cowden, y la poliposis adenomatosa familiar. “En cualquiera de las situaciones anteriores se producen alteraciones genéticas (mutaciones) que favorecen el desarrollo tumoral de células tiroideas”, apostilla.
Síntomas del cáncer en la glándula tiroides
En las fases iniciales el cáncer de tiroides no provoca signos o síntomas en su primera etapa, tal y como reconoce el doctor Rebollo, y dice que, lo habitual, es que se manifieste como un nódulo de crecimiento progresivo en la glándula tiroides, y sin que la glándula esté afectada en su función, es decir, que no se aprecia ni hipertiroidismo, ni hipotiroidismo.
“El crecimiento progresivo del tumor puede ocasionar dolor en el cuello, cambios en la voz con aparición de ronquera, y dificultad para tragar. Seguido posteriormente pueden aparecer ganglios agrandados en el cuello. Este tipo de tumores en la tiroides se detecta fácilmente con una ecografía del cuello, una gammagrafía tiroidea o un TAC. Siempre se debe realizar una punción para su diagnóstico”, concluye el oncólogo del Hospital Quirónsalud Torrevieja y Alicante.
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