Investigación Médica

España lidera la primera red de biobancos europeos

El «cerebro» de la red del mayor biobanco se situará en el País Vasco y coordinará el proyecto de la UE, que pretende facilitar las labores de estudio de tejidos de los profesionales médicos.. Estará listo en agosto de 2014

Clasificación de una muestra de tejido para su posterior digitalización
Clasificación de una muestra de tejido para su posterior digitalizaciónlarazon

Cuántas veces un científico habrá tratado de encontrar una muestra de tejido para un estudio o un diagnósticos y habrá maldecido que el señor Google no haya podido ayudarle. Sin embargo, dentro de poco esto será historia. BioPool, un proyecto de la UE, hace realidad el sueño de estos investigadores, «una iniciativa única para construir una enorme colección de imágenes histológicas de tejidos con información clínica asociada y el desarrollo de una serie de funcionalidades avanzadas para gestionar y explotar ese material. En concreto, BioPool ofrecerá servicios más allá de las descripciones y las fotografías, se podrán saber detalles sobre la localización de la extración, información patológica... En resumen, será una red virtual que funcionará como un 'Google' médico», explica Francesco Moscone, profesor de Negocios Económicos de la Universidad de Brunel, (Londres), responsable del estudio económico del proyecto.

Para España la puesta en marcha de la iniciativa es una buena noticia, porque es en el País Vasco donde se situará el «cerebro» de toda la red. Como explica Roberto Bilbao, coordinador del proyecto, «cada centro tiene su almacenamiento de forma local, y el servidor que tenga los descriptores de las imágenes de todos los centros que participen en la red, estará en el País Vasco. De este modo, se configura una gran red de biobancos con una proyección mundial».

Idea «made in spain»

El consorcio que da forma a BioPool está formado por siete socios: cuatro españoles, un holandés, un británico y un francés y cuenta con una financiación de 2,5 millones de euros (que proceden de la cofinanciación del VII programa marco de la UE y también de la Diputación Foral de Vizcaya y del Gobierno Vasco). «El proyecto fue una iniciativa del Biobanco Vasco, que pertenece a Osakidetza-Sistema Vasco de Salud, en colaboración con Tecnalia, centro tecnológico, Emedica Pyme y Cultek, una empresa especializada en venta de productos y servicios biomédicos», puntualiza Bilbao. También cuentan con socios internacionales como el Erasmus Medical Center Tissue Bank (Holanda), Pertimm SAS (Francia), Universidad de Brunel (Reino Unido). «El proyecto representa un paso significativo en el desarrollo de un nuevo buscador de imágenes médicas para la explotación de grandes bases de datos. Por un lado, es una apuesta por hacerse un hueco en un área innovadora que es "big data"y que la Comisión Europea ha marcado como línea prioritaria para el programa de investigación Horizonte 2020. Aprovechando las nuevas tecnologías de la información, proporciona un nuevo avance para generar nueva información que hasta ahora no estaba disponible alrededor de internet 3.0», manifiesta Bilbao.

Además, una de las ventajas que tiene BioPool será que se convertirá en una red internacional de biobancos sin fronteras idiomáticas o de funcionamiento que puedan unir fuerzas para facilitar a los investigadores colecciones de muestras de gran valor añadido. «Las empresas farmacéuticas serán capaces de explotar este software para seleccionar, de manera adecuada la muestra de pacientes para incluir en los ensayos, mientras que las universidades será capaz de utilizarlo como un soporte para su enseñanza», apunta Moscone.

La parte tecnológica encargada de dar forma al «cerebro» en España será el área de negocio Computer Vision (ICT-ESI) de Tecnalia. «Crearemos este nuevo buscador para caracterizar y localizar automáticamente tejidos tumorales en imágenes histológicas. Para ello, se desarrollarán nuevos descriptores de color, microtextura y forma que permitan caracterizar estas lesiones y localizarlas automáticamente, principalmente descriptores invariantes a escala y rotación, lo que supone trabajar con algoritmos avanzados de procesamiento de imagen. Es destacable el coste computacional de la descripción, indexación y caracterización de estos tejidos suponiendo el proyecto un gran reto tecnológico», como explica Arantza Bereciartua, investigadora en el Área de Negocio Computer Vision (división ICT) de Tecnalia.