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Falcon Heavy: En órbita para colonizar el universo
El lanzamiento de la empresa estadounidense SpaceX se retrasó al menos hora y media debido a condiciones meteorológicas adversas
Miles de personas se congregaron hoy en los alrededores del Centro Espacial Kennedy de la NASA, en Cabo Cañaveral, para asistir al "histórico"despegue del Falcon Heavy, que se retrasó al menos hora y media debido a condiciones meteorológicas adversas.
Un cohete, el «Falcon Heavy», bautizado en homenaje al Halcón Milenario de Han Solo. Una canción lustrosa, el «Space Oddity», del David Bowie más andrógino y futurista, para pinchar durante el despegue. Un coche eléctrico, un Tesla, obviamente, en las tripas de un cohete de 70 metros de altura y capaz de transportar cargas de más de 60 toneladas. El mayor del mundo. Formado por tres «Falcon 9» ensamblados y, teóricamente, reutilizable. O al menos eso esperan su ideólogo, el inevitable, brillante e imprevisible Elon Musk, presidente de SpaceX y Tesla y uno de los hombres detrás de la creación de PayPal. Es también uno de los modelos reales que inspiraron el Iron Man de Robert Downey Jr. Un millonario con aspiraciones filantrópicas y visiones dignas de Carl Sagan.
El objetivo de la muy publicitada misión era poner en órbita solar el coche, un Tesla Roadster, y a su pasajero, un maniquí vestido igual que los astronautas que Musk espera enviar a Marte el próximo año. Y por qué, exactamente, un coche. «Las pruebas de vuelos de nuevos cohetes», expF, «normalmente contienen simuladores de masa en forma de bloques de cemento o acero. Algo extremadamente aburrido... Decidimos enviar algo inusual, algo que nos hiciera sentir. Todo con la vista puesta en colocar a cientos de miles de personas a vivir en Marte. Una idea, la de la colonización del espacio, que Musk explica con el entusiasmo del hombre en una misión. Para el empresario, tal como le explicó en su día a Ross Anderson, de la revista Aeon, existe «un fuerte argumento humanitario para lograr que la vida sea multiplanetaria y salvaguardar la existencia de la humanidad en caso de que suceda algo catastrófico, entonces sería irrelevante ser pobre o tener una enfermedad. La Humanidad se habría extinguido».
Fueron miles las personas que saludaron el lanzamiento del «Falcon Heavy». El cohete más poderoso de la actualidad. Aunque muy por detrás de la capacidad de transporte que poseía el tremendo «Saturno V» de la misión «Apollo». Para no escatimar espectáculo se recordó que la rampa a usar era la misma del Centro Espacial Kennedy que catapultó al espacio las naves del programa «Apollo». Más de 90 empresas, según la Agencia Espacial de Estados Unidos alquilan habitualmente su lanzadera. «Apoyamos las actividades de campaña de lanzamiento, como propelentes y servicios de soporte vital, que incluyen el suministro de productos como helio y nitrógeno para respaldar el lanzamiento, el transporte de hardware de vuelo y el respaldo de seguridad de la plataforma de lanzamiento», explicó Robyn Mitchell, el hombre de la NASA que trabaja con el proyecto de SpaceX.
Había legítimo orgullo en las palabras de la compañía de Musk al explicar que su cohete puede poner en el espacio una carga equivalente a 737 aviones de pasajeros. «El 'Falcon Heavy' ha sido diseñado para llevar a los humanos al espacio y restaurar la posibilidad de volar misiones tripuladas a la Luna o Marte», rezaba un comunicado de la compañía.
La idea pasa por enviar naves de carga a Marte en el año 2022 y astronautas en 2024. «Es gracioso», le había comentado Musk a Anderson, «[pero] algunas personas parecen pensar que los humanos son una plaga en la superficie de la Tierra. Dicen cosas como, 'la naturaleza es tan maravillosa; las cosas siempre son mejores en el campo, donde no hay gente alrededor'. Implican que la Humanidad y la civilización son peores que su ausencia. Pero yo no pienso así (...) Creo que tenemos el deber de mantener la luz de la conciencia, y asegurarnos de que continúe en el futuro». Qué mejor manera de lograrlo que colonizando el planeta donde en 1877 Giovanni Schiaparelli observó canali, o sea, surcos, y el empresario y astrónomo Percival Lowell creyó escuchar canales, o sea, dando por hecho que estaba poblado. No lo estaba, pero la situación cambiará pronto si Musk logra su objetivo.
Otro de los retos del lanzamiento era lograr el triple aterrizaje de los tres cohetes aceleradores de los que consta el Falcon Heavy, para ser reutilizados en futuras misiones, un procedimiento que SpaceX ya consiguió con uno de sus cohetes, el Falcon 9, y que hoy repitió con, al menos, dos de los tres.
El coste de una misión del Falcon Heavy es de 90 millones de dólares y la capacidad de carga que puede transportar varía desde las 66 toneladas si el destino es la órbita de la Tierra a las 17 toneladas si el objetivo es Marte.
SpaceX tiene como ambicioso objetivo "transportar humanos al espacio y recuperar la posibilidad de hacer misiones tripuladas a la Luna o Marte".
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