Alimentación
Cómo saber si una sandía está buena
Elegir la sandía perfecta no s tarea fácil; sin embargo, existen trucos para intentarlo
Durante el verano no existe fruta más popular que una sandía o un melón para refrescar las calurosas tardes; sin embargo, cómo elegir una buena sandía obsesiona a los consumidores que buscan trucos cada vez más complicados para detectarlas. La sandía es ideal para el verano por su gran cantidad de agua (cerca del 90%), por lo que es infalible para la hidratación.
Si bien lo primero que verificamos es la apariencia, al igual que con cualquier fruta o verdura, y nos guiamos a partir de ahí, no siempre acertamos. Dar con una sandía insípida, demasiado verde o, en el otro extremo, muy madura, es relativamente sencillo. Entonces, preguntarse cuáles son esos trucos para elegir de manera casi perfecta es de rutina antes de ir al supermercado.
Cuatro trucos para elegir la sandía correcta
Los dos primeros sí que tienen que ver con la apariencia porque, a decir verdad, es casi el único indicador para saber si esa sandía estará bien o no. En primer lugar, elige la sandía más redonda, sin grietas, deformaciones, golpes, etc. Las sandías redondas son usualmente las que han recibido sol y agua de manera homogénea, asegurando que toda la sandía tenga la misma calidad y jugosidad.
El segundo consiste en elegir la del color más intenso pero con menos brillo y menos manchas de otro tono de verde en la corteza. Es decir, siempre la más oscura porque esto indica que más madura estará y más dulce será. Este truco también incluye buscar aquella sandía que tiene la base amarilla oscura, esto corresponde al lugar en el que la fruta ha estado apoyada en la tierra y, entre más amarilla, más madura está.
Otro gran truco es fijarse siempre en el peso; es simple: entre más pesada, mejor. Dicha instrucción también aplica para los melones, que deben pesar más de lo que aparentan. El peso es indicador de que la fruta está cargada de agua y, por ende, será más jugosa. En caso de que levantes una sandía y el esfuerzo no sea proporcional a su apariencia, es probable que la fruta esté insípida de sabor y no te ofrezca ese efecto refrescante tan característico de las sandías.
Finalmente: verifica al tacto. Utiliza la famosa técnica de golpear con los nudillos en la corteza. El sonido de una sandía hueca significa que está llena de agua y es ideal para comer. Sin embargo, si suena suave, no está lista y probablemente debas dejarla en el supermercado.
El olor de una sandía
Es cierto que nadie se imagina a sí mismo acercando su nariz a una fruta en medio de un supermercado, pero de hacerlo, el olor nos puede dar pistas contundentes del estado de la sandía. Las sandías en su punto desprenden siempre un olor fuerte, un olor dulce característico. Si una sandía no huele a nada, entonces no está lista y, si una sandía huele a vinagre, la fruta está pasada.
✕
Accede a tu cuenta para comentar