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En las fronteras del mal

El «docu-reality» de TVE viaja a las zonas aduaneras más conflictivas del mundo.

En las fronteras del mal
En las fronteras del mallarazon

El paso entre México y EE UU, las aduanas de la mafia en Italia y la triple frontera entre Paraguay, Argentina y Brasil. Son algunas de las zonas que visitarán los reporteros de «Fronteras al límite», el nuevo «docu-reality» de TVE en colaboración con Molinos de papel que se estrena este miércoles a las 23:30 horas en La 1. María Ibáñez, Mercedes Forner y Álvaro Martín serán los encargados de viajar a los puntos calientes de un mundo de crimen y contrabando que arrastra consigo millones de víctimas, a las que presta especial atención el espacio. «Nuestro objetivo es denunciar la realidad de los habitantes de estas zonas estratégicas porque son los principales damnificados de las redes del contrabando y el narcotráfico. Viven en un ambiente de delincuencia en el que no existe una ley marcada, incluso las fuerzas de seguridad del estado están tan implicadas en la delicuencia como los propios criminales», detalla María Ibáñez, la reportera protagonista del reportaje de estreno.

Primera «parada»

En la primera edición, Ibáñez se adentra en la zona limítrofe entre Colombia y Venezuela, donde comprueba de primera mano cómo vehículos de contrabando cruzan cada noche la frontera llenos de productos venezolanos que luego son vendidos en Colombia. «En un operativo con la policía colombiana localizamos cuatro camiones llenos de carne. De pronto, los agentes se pusieron a negociar con los contrabandistas y decidieron que la policía se quedara con un coche y los delincuentes siguieran su camino con los otros tres. ‘‘Si requisamos los cuatro, quizá no salgamos vivos’’, dijeron. Creo que muchas veces los agentes están también sometidos al gigante del contrabando», confiesa la periodista.

Además, Ibáñez acompaña a una ama de casa de una las zonas más calientes de esta frontera, donde, como en el resto del país, el régimen de

abastecimiento preocupa y condiciona a gran parte de la población. Allí, la reportera comprueba que «una familia con varios niños no da abasto con lo que le proporciona el Gobierno. Las mujeres tienen que cruzar a Colombia para hacer la compra en un barrio conocido como “La parada”, repleto de tiendas con productos venezolanos». De vuelta en Venezuela, la reportera da cuenta de un ejemplo de la realidad que viven los habitantes del lugar. «Nos echaron de un supermercado cuando grabábamos las estanterías vacías. De repente, la gente se amotinó en la calle para que pudiésemos grabar lo que ocurría. Al final, el comercio tuvo que ceder y dejarnos grabar. Fue algo sorprendente».

Por último, el equipo se mete de lleno en otro de los conflictos irremediablemente ligados a la zona, el narcotráfico. Ibáñez vive en primera persona la erradicación de una plantación ilegal en la selva colombiana y el trabajo insuficiente del Ejército en esta lucha. Así arranca «Fronteras al límite». En palabras de su director, Jaime Silva, una buena oportunidad para revisar cómo «las fronteras, que se establecen cómo punto de control y seguridad, se convierten en verdaderos focos de delicuencia con un inmenso reguero de víctimas detrás».

Diez focos de delincuencia

A lo largo de diez reportajes, los espectadores tendrán a su alcance los testimonios de los sicarios de la frontera entre Bolivia y Argentina y los traficantes que cruzan el mar entre Panamá y Costa Rica cargados de cocaína. En México, los inmigrantes suben al conocido como «tren de la

muerte» para intentar llegar a Estados Unidos, mientras que en Grecia, Turquía y Bulgaria se practica el tráfico de personas.