Estados Unidos
Muere Helen Thomas, veterana corresponsal de la Casa Blanca
La periodista estadounidense, todo un icono de la sala de prensa de la Casa Blanca, falleció a los 92 años
La periodista estadounidense Helen Thomas, todo un icono de la sala de prensa de la Casa Blanca, en la que cubrió a todos los presidentes desde John F. Kennedy hasta Barack Obama, falleció hoy a los 92 años tras una larga enfermedad.
Thomas, que habría cumplido 93 años el próximo mes, "murió la mañana del sábado en su apartamento tras una larga enfermedad", señaló el presidente del club periodístico Gridiron Club, al que perteneció la veterana periodista, en un correo electrónico.
La periodista tuvo durante 50 años un sitio fijo entre los corresponsales de la mansión presidencial, donde era conocida por sus preguntas directas y ácidas, que a menudo incomodaban a los portavoces de los diez mandatarios que cubrió.
Fue la primera mujer miembro de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, la primera presidenta de esa organización, y la primera directiva femenina del Club Nacional de Prensa.
Nacida en 1920 en una familia de inmigrantes libaneses de bajos ingresos en Kentucky, estudió en la Universidad Estatal de Wayne antes de trasladarse a la capital estadounidense para trabajar para el diario "Washington Daily News".
En 1943 empezó a trabajar para la agencia United Press International (UPI), en la que permaneció la mayor parte de su carrera, primero como reportera de asuntos relacionados con las mujeres y más tarde como periodista política.
En 1960 cubrió la carrera a la presidencia de Kennedy y se convirtió en corresponsal en la Casa Blanca a su llegada al poder, en enero de 1961.
El fin de su carrera llegó de forma abrupta en junio de 2010, diez años después de abandonar UPI para convertirse en columnista del periódico "Hearst", cuando dimitió a raíz de la polémica que provocaron unos comentarios antiisraelíes suyos.
En un vídeo en una página de internet, Thomas afirmó que los judíos debían "irse cuanto antes de Palestina"y "volver a casa", a Alemania, Polonia o Estados Unidos.
Las palabras de Thomas generaron un vendaval de condenas, a las que se sumó el portavoz de entonces de la Casa Blanca, Robert Gibbs, que consideró las declaraciones "ofensivas y reprochables".
Thomas pidió entonces disculpas y abandonó la silla que ocupaba en el centro de la primera fila de la sala de prensa de la Casa Blanca, desde la que fue especialmente crítica con la guerra de Irak que emprendió en 2003 el exmandatario George W. Bush (2001-2009), a quien definió como "el peor presidente que ha habido".
"Respeto la presidencia, pero nunca trato a los funcionarios públicos como un objeto de adoración. Nos deben la verdad", dijo a la revista "Ms. Magazine"en 2006 Thomas, autora de tres libros sobre su cobertura de la Casa Blanca.
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