Londres

Ruth Lorenzo «sueña» con ganar, pero se conforma con una actuación de «diez»

La representante española en Eurovisión 2014, Ruth Lorenzo, rehuye quinielas y pronósticos previos y apuesta por ganar y acabar con una sequía de décadas, aunque admite que lo fundamental es quedar satisfecha con su actuación.

"Sueño con el número uno, con la victoria. Luego, si no se obtiene, me da igual el puesto, mientras mi actuación sea de diez, como si es el 26 o como si es el segundo", dijo hoy en entrevista a Efe a dos días de la gran final, que se disputará en Copenhague.

España no gana desde que Salomé lo hizo en 1969, pero a la cantante murciana no le asusta el reto ni siente la presión.

"No, me hace quererlo más. Imagínate si ganamos, sería genial, por qué no: soñar es gratis. Pero también soy realista: si no se gana, no pasa nada; mi carrera sigue, igual que siempre", explica con la misma naturalidad que asegura tendrá para admitir errores.

Tampoco le tiene miedo a acabar en las últimas posiciones, como ha sido norma habitual para España en este siglo, porque su sueño de cantar ante millones de personas se va a cumplir igual y porque dice estar disfrutando de una "oportunidad única".

Las quinielas previas señalan a Suecia, Armenia y Reino Unido como grandes favoritas y, aunque España no figura entre los candidatos más evidentes, varios expertos le dan opciones de igualar el décimo puesto de 2004 y de 2012.

Pero Lorenzo asegura que no se fija mucho en pronósticos y especulaciones, porque son meros cálculos.

"La estadística está bien, pero creo en el factor sorpresa siempre. Y de hecho nunca me gusta ir de favorita, porque hay una expectativa que puede ser que nunca se logre", afirma.

Varios de los temas señalados como principales candidatos son baladas que guardan similitudes con la canción española, un factor que podría ser perjudicial, pero irrelevante para Ruth.

"Mi canción es única, porque está escrita por mí, igual que las otras son únicas, porque son de ellos y tienen su mensaje. Para mí, la mía es especial, porque es mía y la voy a defender de una manera distinta", dice sin dudar.

La tranquilidad es la sensación que predomina en ella, asentada en la confianza que tiene en la producción, aunque reconoce que su "perfeccionismo"y su "cabezonería"la llevan a estar pendiente de los detalles, aunque eso no se traduzca en una excitación negativa.

"Voy a tener nervios justo antes de salir al escenario, siempre los tengo. Pero no nervios de 'ay, ay', sino más bien de '¡ah, vamos!", asegura impaciente pero asumiendo a la vez que debe ir a por todas, "como una bala", porque "no puedes dudar ni temblar".

La importancia del detalle es la que le llevó a celebrar en público hace dos días "como si fuera un gol"haber quedado encuadrada en la segunda parte de la final, una posición a priori más favorable. Y ahora piensa en que lo mejor sería actuar justo antes que Dinamarca, pensando en atraer el voto local.

Durante el segundo ensayo individual realizado hace dos días se reveló uno de los secretos de la actuación: el vestido.

Se trata de una creación de la firma Anmargo hecha con un tejido de alta gama de lentejuelas que termina con una cola de dos metros, como la de una sirena, un diseño susceptible de sufrir modificaciones y que Ruth Lorenzo mantendrá en secreto.

Su preocupación principal ahora es que, cuando cante "Dancing in the rain"en la final, se vea reflejada "mi mente, mi corazón y quién soy", de modo que dentro de diez años pueda volver a ver su actuación y se sienta orgullosa de ella.

Aunque inmersa en la vorágine del festival, Lorenzo tiene muy presente "Planeta azul", su primer disco, que saldrá en otoño, y que está segura que se grabará de un tirón, porque tiene todo listo.

Y, aunque será mayoritariamente en español, la cantante murciana, que pasó parte de su infancia en EE.UU. y ha vivido en Londres, traducirá las canciones principales al inglés: "Los dos idiomas me acompañan desde mi niñez y no quiero darles la espalda".