Sevilla

Una dimisión inesperada

Los votos del PP, vitales para elegir al nuevo director general de Canal Sur

Una dimisión inesperada
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Pablo Carrasco, director general de la Radio Televisión de Andalucía (RTVA), dimitió ayer por sorpresa de su cargo. La decisión, tomada durante el fin de semana, abre ahora una etapa de incertidumbre en el ente público, ya que su sustituto debe ser nombrado por el Parlamento de Andalucía, donde el PP, que no gobierna, tiene 50 de los 109 diputados de la Cámara andaluza. La ley 18/2007 de RTVA señala en su artículo 18 que «la persona titular de la Dirección General de la RTVA será elegida por el Pleno del Parlamento de Andalucía por mayoría de dos tercios. En el caso de no alcanzarse la citada mayoría en primera votación, será elegida por mayoría de tres quintos». La suma de PSOE e IU –47 y 12 escaños respectivamente–, socios del Gobierno andaluz, no es suficiente. La llave la tiene ahora el único partido de la oposición, que ganó las pasadas elecciones autonómicas por mayoría simple.

Bajada de sueldo

La marcha de Carrasco, al que aún le quedaba año y medio para agotar su mandato de seis años para el que fue elegido, obedece a un cúmulo de razones, según explicó él mismo ayer. Entre ellas, la bajada de sueldo que ha sufrido desde 2008. Cuando accedió al cargo, pactó una remuneración de 139.000 euros al año. Para este ejercicio, tras sucesivas rebajas, estaba fijado en 78.522 euros, equivalente al tope máximo marcado en el convenio colectivo para un trabajador de la empresa. En total, un 43,6 por ciento menos.

El ex director de la RTVA siempre se mostró muy crítico con esa medida. Aseguró que en determinados puestos de responsabilidad «había que contratar a los mejores y no a los más baratos» y defendía que la gestión de su equipo directivo había ahorrado a las arcas públicas 90 millones de euros.

No es el único motivo. Sus relaciones con los representantes sindicales eran muy malas. La empresa había denunciado el convenio colectivo y antes de septiembre deben alcanzar un acuerdo que a día de hoy parece lejano. La RTVA cuenta con 1.600 trabajadores. Hay directrices políticas de la Junta de no despedir a nadie pese a que los gastos de personal suponen el 50 por ciento de un presupuesto para este año de 160 millones de euros.

En diciembre, el Ejecutivo andaluz aprobó destinar 138 millones anuales durante los próximos tres años –ejercicios 2013, 2014 y 2015– para «garantizar la viabilidad» de la empresa pública. Carrasco defendió ayer que la RTVA «tiene futuro» y que el coste es de «sólo el 0,5 por ciento del Presupuesto autonómico», que supera los 30.000 millones de euros. También aseguró que deja unos informativos «más plurales» que los que heredó.