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Religión

La conversión de Milei: «El Papa es el argentino más importante de la historia»

El presidente tapa sus insultos con un abrazo a Francisco en la canonización de la primera santa argentina

El Papa Francisco y el presidente argentino, Javier Milei, ayer en la Basílica de San Pedro (Ciudad del Vaticano) VATICAN MEDIA HANDOUTEFE

"Zurdo hijo de puta, que andás pregonando el comunismo por el mundo". "Sos el representante del maligno en la casa de Dios". "Sorete mal cagado". Con estas palabras se dirigía Javier Milei a Francisco cuando se paseaba lo mismo por la red social X –antes Twitter– que por los platós de televisión y los mítines de campaña. Hasta que el pasado noviembre pasó a ser el inquilino de la Casa Rosada. En ese instante, borró de su cuaderno de "elogios" papales otros tantos términos como asno, burro, ignorante, nefasto...

De inmediato, no solo se mostró "arrepentido", sino que cambió su registro a la hora de dirigirse al pontífice, máxime cuando éste le telefoneó desde Roma y públicamente restó importancia a tanto insulto acumulado. "En la campaña electoral se dicen cosas ‘en broma’, se dicen seriamente pero son provisorias para captar la atención, pero caen solas", disculpó Francisco, al que hasta entonces era su orgulloso odiador oficial y oficioso.

Viaje a la vista

Más allá del deseable respeto protocolario, lo cierto es que en apenas dos meses el líder ultraderechista ha llevado a cabo algo más que un acercamiento al Obispo de Roma, dando un paso al frente incluso para formalizar una invitación oficial para que Francisco viaje a su tierra natal después de diez años de pontificado. Un periplo que ya se encuentra en la agenda papal para este 2024, pero que podría haberse topado con el muro institucional de Milei intentando dar largas a la petición, como ha sucedido con otros tantos gobiernos en otros rincones del planeta a quienes no conviene por circunstancias varias tramitar una visita de un pontífice en una coyuntura determinada.

Lo que quizá no se esperaba Jorge Mario Bergoglio es que el presidente pasara de la humillación a definirle como "el argentino más importante de la historia". Fue el piropo que lanzó en una radio italiana a su compatriota en la víspera de acudir a la basílica de San Pedro a la canonización de la primera santa del país, María Antonia de San José de Paz y Figueroa, conocida como Mama Antula porque así llamaban las comunidades indígenas a esta laica consagrada que se convirtió en un referente evangelizador tras la expulsión de los jesuitas en el siglo XVIII.

Milei llegó al templo epicentro del catolicismo encabezando la delegación argentina, acompañado de su hermana Karina Milei, secretaria general de la Presidencia. Aunque estaba previsto un breve saludo entre el político y el Obispo de Roma en la sacristía de la basílica antes de celebrar la misa, lo que sí trascendió fue el encuentro que propició el propio Papa al terminar el acto. Francisco fue llevado en silla de ruedas hasta la primera fila de autoridades donde se encontraba el mandatario. En ese instante Milei no solo estrechó la mano Francisco, sino que se lanzó a darle un abrazo. Incluso se les pudo ver conversando entre chascarrillos y risas durante unos instantes.

La hora decisiva

La era del deshielo Milei-Bergoglio ha llegado, a pesar de los postulados diametralmente opuestos entre el liberalismo total del político y la mirada social del pontífice. Será hoy cuando ambos entren en harina sobre el presente y futuro de Argentina durante la audiencia privada que se celebrará en el Palacio Apostólico. Tras reunirse con Francisco, Milei también mantendrá un encuentro con el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin. "Vamos a tener un diálogo muy fructífero, como el que tuvimos cuando hablamos por teléfono", profetizó Milei el sábado. En esas declaraciones radiofónicas, también confió en que se pueda materializar la primera peregrinación de Francisco a su país. "Ojalá la salud de su santidad esté en condiciones para que venga a visitar a los argentinos", expresó Milei en la emisora italiana, en tanto que ahora considera que "es muy importante el sostén moral en un país con tanto arraigo en el catolicismo".

Al margen de su cita con el Papa, el presidente argentino también se encontrará hoy con el presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, en el romano Palacio del Quirinale, así como con la primera ministra, Giorgia Meloni.

Mama Antula, la mujer de los 70.000 ejercicios

Para Francisco, la primera santa argentina fue una emprendedora "tocada por Jesús gracias a los ejercicios espirituales, en un contexto marcado por la miseria material y moral, y se desgastó en primera persona, en medio de mil dificultades". Así definió ayer en su homilía a María Antonia de Paz y Figueroa, tras elevarla a los altares en la basílica de San Pedro. "Involucró a un sinfín de personas y fundó obras que perduran hasta nuestros días", ensalzó Bergoglio sobre esta laica consagrada, a la que describió como "pacífica de corazón", y que llegó a impartir tandas de ejercicios espirituales a 70.000 personas.

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