Salud

Cuándo consultar y a quién por los escapes nocturnos de pipí: ¿hasta cuándo el pañal por la noche?

Es importante conocer que la enuresis nocturna o incontinencia urinaria en los niños tiene tratamiento

Enuresis nocturna o incontinencia urinaria en niños
Enuresis nocturna o incontinencia urinaria en niñosFreepik

La enuresis nocturna o incontinencia urinaria en los niños espontáneamente tiende a la curación con la edad. De hecho, uno de cada cuatro niños de 5 años presenta este tipo de episodios; un 10-15% a los 6-8 años; y un 4% a los 10-12 años. Sin tratamiento, la enuresis tiene una tasa de curación espontánea de alrededor del 15% por año, aunque puede persistir hasta la edad adulta con tasas de prevalencia de 1-3%.

“La enuresis en niños es la emisión involuntaria de orina cuando ya no debería ocurrir. La enuresis nocturna es la que ocurre por la noche y siempre, repito, siempre, cuando el niño duerme. Es decir, cuando el niño se hace pis en la cama", afirma el doctor Daniel Martín Fernández-Mayoralas, neuropediatra del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo y en el Hospital Universitario Quironsalud Madrid.

¿Por qué sucede? Explica en este sentido que en los niños pequeños las conexiones entre el cerebro y la vejiga de la orina son inmaduras, y la vejiga se libera cuando está llena. “Más tarde estas conexiones maduran y el niño aprende a controlar cuándo vaciar su vejiga. Esto ocurre antes por el día que por la noche”, aclara el experto.

Así, asegura que es importante conocer que estas pérdidas o incontinencia urinaria en la edad infantil tienen tratamiento. Explica, en concreto, que es 3 veces más frecuente en los varones. “Por encima de los 6 o 7 años requiere tratamiento. Es tratable y con buenos resultados. Sin embargo, por debajo de los 5 años no se considera anormal, aunque los padres suelen preocuparse antes, y consultar. Entre los 5 y los 7 años, dependiendo de la preocupación paternal, puede (y suele) requerir consulta médica”, aclara este neuropediatra.

Tipos de enuresis

En concreto, la enuresis nocturna dice que puede ser primaria cuando nunca hubo continencia o no hubo más de 6 meses de control vesical: “Ésta tiene lugar en el 80% de los casos”.

También Daniel Martín Fernández-Mayoralas indica que la enuresis nocturna puede ser secundaria, cuando sí la hubo más de 6 o más meses seguidos, y dejó de haberla. “Puede ser monosintomática cuando sólo existe la enuresis, esto sucede en la mayor parte de los casos; o bien puede ser polisintomática, ya cuando además hay otros síntomas urinarios o también enuresis por el día”, diferencia este experto.

“Nos ocuparemos, en general, de la primaria y monosintomática, aunque diremos que, entre las secundarias, el estreñimiento puede ocasionarla por la presión de un intestino lleno sobre la vejiga de la orina, y los padres no suelen relacionarlo.

A su vez, resalta este neuropediatra que también las situaciones estresantes y los trastornos del sueño (como la apnea del sueño y otras), influyen en la aparición de la enuresis nocturna en los pequeños.

Otras causas (más raras), según prosigue el especialista, serían la diabetes, el hipotiroidismo, las infecciones, la enfermedad renal, o por ejemplo la hiperactividad, etc.

“En principio, los padres deben saber que lo más probable es que estas causas raras no sean el origen de la enuresis, y no deben alarmarse, ni tampoco nunca alarmar al niño innecesariamente; simplemente, digan al médico lo que ocurre”, insiste el doctor Daniel Martín Fernández-Mayoralas.

Daniel Martín Fernández-Mayoralas, neuropediatra del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo y en el Hospital Universitario Quironsalud Madrid.
Daniel Martín Fernández-Mayoralas, neuropediatra del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo y en el Hospital Universitario Quironsalud Madrid.Quirónsalud

Una incidencia familiar grande

Además, recuerda que en la enuresis nocturna de niños existe una incidencia familiar grande, de forma que, si la tuvo uno de los progenitores, el riesgo de padecerla es del 43%, y si la tuvieron ambos, es del 77%. “Pero esto no quiere decir que se herede. Los padres pueden no haberla tenido nunca”, aclara.

En última instancia, este neuropediatra explica que los factores implicados en el desarrollo de la enuresis nocturna son tres: el cerebro (dificultad para despertarse cuando se está dormido); una vejiga ‘inmadura’, que no funciona aún del todo bien, como hemos citado antes; y alteraciones del ritmo circadiano (ritmo vigilia-sueño, el que hace que estemos activos de día y durmamos por la noche).

“Todo ello contribuye a una vejiga de la orina con poca capacidad, y a que se llene enseguida, así como a una mayor producción de orina durante el sueño (al revés de lo que es normal), y a una falta de ‘excitación’ de la vejiga cuando se llena (la que hace que sintamos ganas de orinar). También puede haber una ingesta excesiva de agua por el día o antes de dormir (que el médico valorará adecuadamente)”, concluye el neuropediatra del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo y Hospital Universitario Quironsalud de Madrid.