Hábitos
La curiosa manera en la que duermen en Noruega: “Cuando llegué de España, pensaba que era un error”
Una joven revela en redes una costumbre habitual en los dormitorios noruegos que sorprende a muchos españoles
Hay pequeños gestos cotidianos que definen grandes diferencias culturales. Uno de ellos puede estar, literalmente, entre las sábanas. ¿Alguna vez has compartido cama pero no edredón? En Noruega, sí. Lo que para muchos españoles puede parecer una rareza o incluso una señal de distanciamiento en la pareja, en los países nórdicos es lo habitual: en una cama doble, cada persona tiene su propio edredón.
Carla, una madrileña que vive desde hace tiempo en Noruega, ha documentado esta y otras peculiaridades del país en su cuenta de TikTok (@carlanebulosa). En uno de sus vídeos más comentados, explica su sorpresa al descubrir esta costumbre: “Una de las cosas que más me sorprendió al llegar a Noruega fue encontrar en una cama doble dos edredones individuales. Al principio pensé que era un error”.
Una tradición que se remonta a los vikingos
Aunque pueda parecer una moda moderna o una simple excentricidad, esta práctica tiene raíces históricas. Según cuenta Carla, “la tradición se remonta a la época vikinga, cuando cada uno dormía con su piel”. Aquella costumbre ancestral, vinculada a la necesidad de calor y a la escasez de recursos, ha evolucionado hasta convertirse en una norma en los hogares noruegos, donde el respeto por el espacio personal es una prioridad, incluso en la cama.
La explicación tiene también una base práctica. Noruega es un país de inviernos largos y temperaturas muy bajas, y tener edredones separados permite a cada durmiente regular el nivel de abrigo según sus preferencias. Ni discusiones por la manta, ni tirones nocturnos: cada uno con su cobijo.
La joven madrileña lo reconoce entre risas: “Su punto tiene, así no te roban la manta”. Pero no termina de adaptarse del todo. “A mí me gusta acurrucarme con mi novio bajo el edredón grande y calentito”, confiesa.
¿Romántico o funcional?
El vídeo ha generado un debate encendido entre los usuarios, muchos de los cuales han compartido experiencias similares en otros países europeos. En Alemania, Austria, Dinamarca o Suiza, los edredones individuales en camas dobles también son frecuentes. De hecho, la práctica tiene nombre en inglés: 'Scandinavian sleep method' (método de sueño escandinavo), y ha sido recomendada incluso por expertos en sueño por sus beneficios para la calidad del descanso.
Algunos de esos beneficios son la reducción de interrupciones nocturnas, menos peleas por las sábanas y mayor libertad de movimiento. Según un estudio de la Universidad de Viena publicado en Journal of Sleep Research, las parejas que duermen con edredones separados duermen mejor y discuten menos durante la noche, aunque eso no implique necesariamente una mayor satisfacción emocional.
Aun así, no todos lo tienen claro. Como Carla, muchos españoles se resisten a abandonar el edredón compartido, por una cuestión de cercanía y afecto. En los comentarios del vídeo, una usuaria lo resumía con ironía: “Edredones individuales, camas individuales, casas individuales... lo mejor para que dure el amor”. Por otro lado, había quien parecía haber descubierto una potencial solución: "De recién casada el grande, pero creo que esta idea me gusta mucho ahora tras 25 años...", asegura otra usuaria.
Lo cierto es que esta forma de dormir refleja valores más profundos de la cultura nórdica, donde el respeto a la individualidad se antepone, incluso en la intimidad. Para quienes han crecido en contextos donde dormir juntos es un símbolo de cercanía emocional, la idea puede chocar. Pero en Noruega, compartir cama no implica necesariamente compartir edredón.
¿Es una rareza? ¿Una genialidad? ¿Una amenaza al romanticismo tradicional? Depende de a quién se le pregunte. Lo que está claro es que esta costumbre tan extendida en los países nórdicos no deja indiferente a quien la descubre.