¿Dónde está Yeremi?

Los desaparecidos en España: mujeres, ancianos, jóvenes y niños son miles, y el hecho es muy escandaloso porque lo siguen siendo debido a que no se hace lo necesario para recuperarlos. Nadie dice que sea fácil, pero la espectacular «operación Madeleine» ha surgido por orden del primer ministro británico, David Cameron, ante la queja de los padres. ¿Alguien se imagina que unos padres provocaran aquí algo parecido? La «operación Madeleine», de Scotland Yard, supone una forma nueva de reemprender la búsqueda con iniciativa, y no como aquí, que se espera a que alguien encuentre un zapato, un pañuelo o un rastro de sangre...

Que conste una vez más que la Policía de a pie no tiene la culpa de la trayectoria en plan Guadiana de la Brigada de Desaparecidos, su escasa dotación de hombres y medios y su nula eficacia. No por su culpa, pero en los últimos 20 años no consta que se haya recuperado ni uno sólo de los llamados «desaparecidos inquietantes». ¿Dónde está Yeremi?, ¿dónde está Sara Morales? ¿dónde María García? ¿Dónde están los Monje, padre e hijo? Y tantos otros. Según los criminólogos, los registros oficiales sobre delincuencia en nuestro país son un desastre, que además, siempre presentan cifras favorables a la baja, aunque en otras latitudes los delitos más violentos no hacen otra cosa que subir. En los tiempos del inefable Rubalcaba había un comisario al que llamaban «El Arguiñano» encargado de «cocinar» las cifras del crimen. ¿Cuántos son de verdad, en España, los «desaparecidos inquietantes»? La única asociación con presencia mediática, Inter-SOS, de Barcelona, que vive abandonada a su propia suerte, fijó la cifra acumulada en 14.000 personas. Por lo que yo sé, vigentes en la actualidad serían 12.000, una cifra algo más ajustada. ¿Cómo podemos dormir tranquilos?