Profesores

La Lomce exigirá que los alumnos sepan aplicar los conocimientos a la vida real

Los nuevos libros deberán ser «creativos y centrados en lo esencial». Al estilo de lo que piden las pruebas PISA

Los alumnos españoles están por debajo de la media de la OCDE en las pruebas PISA
Los alumnos españoles están por debajo de la media de la OCDE en las pruebas PISAlarazon

Cuando faltan ocho meses para que la Lomce se empiece a aplicar en las aulas, los editores de libros de texto se apresuran a elaborar en tiempo récord los nuevos manuales que utilizarán los niños en 1º, 3º y 5º de Primaria y en FPBásica (el equivalente a los PCPI actuales) a partir de septiembre conforme a la nueva reforma educativa. Ya han mantenido varias reuniones con el Ministerio de Educación, que les ha facilitado la hoja de ruta sobre cómo deben ser los currículos educativos. Pero si hay una idea clara que Educación ha transmitido a los editores es que los contenidos que aprendan los niños «deben estar más orientados a que adquieran habilidades que desarrollen a lo largo de la vida; se trataría de insistir más en el hecho de que la metodología no sea aprender hechos, datos o informaciones únicamente. No es lo mismo que un niño aprenda conceptualmente qué es el universo que llegue a aprenderlo a través de una experiencia determinada», explica José Moyano, presidente de la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (ANELE). Moyano cree que la Lomce abre un nuevo camino en la forma de enseñar que insiste más en el hecho de que el profesorado modifique su forma de enseñar y más centrada en el saber hacer que en el saber».

Así, el Ministerio de Educación quiere que las unidades didácticas de los libros y las actividades y ejercicios que se incluyan en los manuales demuestren que el estudiante ha aprendido lo que el profesor ha explicado, lo que nos acercaría más a lo que se exige en las pruebas PISA, en las que los alumnos tienen que demostrar que son capaces de aplicar a la vida diaria los conceptos asimilados.

Se trataría de llevar a las aulas la máxima que tanto le gusta repetir a Andreas Schleicher, subdirector de Educación de la OCDE: «No sólo se trata de cuánto sabes, sino qué sabes hacer con lo que sabes». No obstante, «los países que son buenos en habilidades también lo son en conocimientos; no son cosas contrapuestas, como es el caso de Corea del Sur», afirma Ismael Sanz, director del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE).

Así, nos encontraremos con que los problemas que tendrán que resolver los alumnos serán más próximos a ejemplos como este problema matemático que planteaba el último examen de PISA: «En un concierto de rock se reservó para el público un terreno rectangular con unas dimensiones de 100 m por 50 m. Se vendieron todas las entradas y el terreno se llenó de fans, todos de pie. ¿Cuál de las siguientes cifras constituye la mejor estimación del número total de asistentes al concierto? A- 2. 000; B- 5.000; C-20.000; D. 50.000; E. 100 000.

Características comunes

El Ministerio de Educación quiere que los libros tengan una serie de características comunes: «Que sean creativos y que incorporen propuestas innovadoras, ya sean del ámbito internacional, buenas prácticas...; que se centren en lo esencial para permitir la autonomía de los centros en su implementación y quede bien claro lo que el alumno debe saber y saber hacer sin necesidad de que sea un currículum de mínimos; que sean exigentes para dar oportunidades a los alumnos excelentes e implanten una cultura de trabajo, esfuerzo y responsabilidad desde Primaria; que no sean demasiado extensos para que su manejo sea un referente en la programación didáctica de los profesores; y que sean homogéneos en el estilo y la presetación», explica en un documento al que ha tenido acceso LA RAZÓN.

Los mismos docentes están de acuerdo con este cambio metodológico que introducirá la Lomce. «Tenemos que hacer hincapié en qué se enseña y para qué, aunque sobre esta cuestión no ha habido ningún debate. Tendremos que enseñar de otra manera porque los cambios no sólo están en adaptar las nuevas tecnologías, hay que cambiar la metodología en las materias básicas. Los conocimientos no pueden estar aislados en el aula, tienen que estar conectados con la realidad y eso requiere cambios en la formación del profesorado y de método», explica el presidente del sindicato de profesores ANPE, Nicolás Fernández Guisado. Por eso cree que «El Estatuto del docente –ahora en negociación– debe ser la norma que diseñe el acceso a los docentes y un nuevo modo de seleccionar al profesorado. Necesitamos tener una carrera profesional con incentivos».

Algunos expertos, sin embargo, desconfían de que este cambio metodológico se vaya a llevar a cabo con la Lomce. «Con esa idea llevamos desde la Ley General de Educación la cruzada contra la enseñanza memorística y la lista de los reyes godos tiene tantos años como yo. Hay cosas que retóricamente vuelven, pero son difíciles de llevar a la práctica y por eso luego nunca se aplican. Tampoco los alumnos tienen mucho interés», añade Julio Carabaña, catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid.

Para Sebastián Barajas, experto en sistemas de aprendizaje, lo que plantea el Ministerio deEducación «es el camino correcto, pero tal como está organizado es difícil de hacer. Las asignaturas son muy limitativas y, además, hay un montón. El currículum es ajeno a la vida real. La reforma que se tendría que hacer es adecuar la educación a las profesiones que existen hoy en día. Se trataría de crear situaciónes de trabajo similares a las de los profesionales. Todo lo que sea salirse de la clase magistral y del estudio por memorización es es por el buen camino». Las empresas editoriales que pertenecen a la asociación ANELE trabajan intensamente sobre la nueva orientación de los libros, ya que el Ministerio les ha comunicado que esperan que el decreto de mínimos esté listo para el mes de febrero. De hecho, uno de los temores de las comunidades autónomas es que los materiales no estén listos para septiembre.

Habilidad digital, obligatoria

El Ministerio de Educación, en la hoja de ruta que ha dado a los editores de libros de texto para elaborar los nuevos contenidos educativos, recomienda que las competencias o capacidades para aplicar los conocimientos adquiridos se correspondan con las que fija la Unión Europea para el siglo XXI. Así, además de las habilidades en Lengua y Matemáticas, que son básicas, por primera vez se pretende exigir en el desarrollo de una ley que los alumnos sean capaces de aplicar los conocimientos digitales adquiridos (competencia digital) o las competencias sociales y cívicas (lo equivalente a Educación para la Ciudadanía, cuyos conocimientos se impartirán de manera trasversal o bien en Valores, la nueva asignatura alternativa a la Religión).

LA MITAD DEL CONTENIDO LO MARCA LA AUTONOMÍA

Las comunidades autónomas tendrán un papel importante, más si cabe con la actual ley, aseguran algunos, a la hora marcar los contenidos educativos que deben estudiar los alumnos españoles. El Ministerio de Educación determinará lo mínimo que un estudiante debe saber, en función de cada nivel educativo, ó también fija el horario mínimo para las materias troncales (Matemáticas, Ciencia y Lengua) y los criterios de las evaluaciones al final de cada etapa las características de las pruebas, además de establecer su contenido para cada convocatoria. Las comunidades autónomas, por su parte, podrán completar los contenidos de esas asignaturas troncales con los conocimientos que ellas decidan y determinarán qué estudian los niños en las asignaturas específicas y de libre configuración autonómica, incluso las directrices para orientar la metodología didáctica empleada en los centros docentes. Les corresponde fijar el horario lectivo máximo de las materias troncales y el del resto de asignaturas. Completarán los criterios de evaluación del Estado y determinarán qué conocimientos mínimos tienen que tener los alumnos en las materias de libre configuración autonómica. Los centros escolares también tendrán un papel activo, según la propuesta del currículum de la Lomce que ha elaborado el Ministerio. Podrán completar contenidos de todas las asignaturas, implantar métodos pedagógicos y didácticos propios y fijan la carga horaria de las materias.