Granada

Las universidades españolas siguen fuera del «top 200»

La Universidad de Vigo abandona el prestigioso ranking de Shangái mientras la Autónoma de Barcelona sube un escalón

Las universidades españolas siguen fuera del «top 200»
Las universidades españolas siguen fuera del «top 200»larazon

MADRID- Nuevo varapalo para los centros de enseñanza superior españoles. El prestigioso ranking de Shangái (ARWU, en sus siglas en inglés) que elabora la Universidad de Jiao Tong, en China, vuelve a colocar a los centros españoles fuera de los 200 mejores del mundo. Es más, con respecto a 2012, una de nuestras universidades, la de Vigo, ha abandonado el «top 500». Se diría que hemos retrocido dos años, ya que a lo largo de 2011 y 2012 conseguimos colocar a once centros dentro del listado. Ahora volvemos a la decena. Estas clasificaciones «no son definitivas. Son importantes para identificar los problemas que tenemos, pero no son el oráculo de Delfos», comenta Adolfo González, ex vicerrector de la Universidad de Sevilla que desde hace unos años ya no entra dentro del «top 500».

Aunque las diez que encabezan la lista son las de siempre: Harvard, Stanford, Berkeley, MIT... la bandera estadounidense aparece a lo largo de todo el listado y es que el modelo de educación superior de Norteamérica parece inalcanzable para el resto de países. Sólo se cuela en el quinto lugar, una europea, la Universidad de Cambridge (Reino Unido). «No podemos comparar la financiación con la que cuentan estos centros y el dinero que manejan las españolas. Tal vez el ranking ayude a que las autoridades políticas y educativas tomen nota y cambie la situación», añade González.

La buena noticia que recoge la lista actualizada es el importante avance que ha experimentado la Universidad Autónoma de Barcelona. Por primera vez desde que se elabora el listado –en 2003–, sube al escalafón del «top 300», comparte posición con la Universidad de Barcelona, la Autónoma de Madrid y la Complutense. No lo ha debido de hacer tan bien la Universidad del País Vasco, que ha bajado al «top 500», mientras un año antes ocupaba una posición entre las 400 mejores del mundo. En el otro lado de la baraja se encuentran la Pompeu Fabra de Barcelona y la de Granada, ambas han mejorado su puntuación y se colocan en el «top 400».

A pesar del prestigio que, desde sus inicios, tiene el ranking de Shangái a la hora de valorar la calidad educativa de un país, «tienen sus trucos y la clave está en amoldarse a los indicadores que incluye la universidad china», sostiene el experto en universidades. La internacionalización es uno de los puntos más valorados, no sólo por el listado chino, sino por otras clasificaciones punteras como la que elabora la revista «Nature», aunque ésta se centra en aspectos más científicos.

Para poder obtener el 100 por ciento de la puntuación, los 1.000 centros analizados deben contar con Premios Nobel entre sus ex alumnos o su equipo docente (alrededore del 30% del total de la nota final). También puntúa muy alto la publicación de «papers» (artículos de investigación) en dos revistas de referencia como «Science» y «Nature». Otro de los aspectos que da puntos es que los nombre de los profesores se citen en numerosos artículos de investigación. Así, todo lo relacionado con la labor investigadora de la universidad le puede dar hasta seis puntos sobre 10. Sin embargo, parece que lo más relevante de un centro de estudios, su labor docente, no tiene relevancia. Ésta es una de las quejas que emiten los expertos, no obstante, en el ámbito educativo y empresarial, Shangái manda.

Hacia la reforma de la educación superior

A mediados del año pasado, el Ministerio de Educación decidió crear un Comité de Expertos para que analizara la situación de la enseñanza superior en nuestro país. Este grupo está formado por especialistas de prestigio y en febrero de este año emitió un primer informe que abordaba el problema de las becas, la elección de los rectores, la selección de los profesores, así como el número de alumnos por clase óptimo o la posible publicación de la tasa de empleabilidad de cada universidad. Éste es uno de los puntos de partida para la reforma educativa que quiere acometer el Gobierno para mejorar la calidad de nuestros centros. El ministro Wert ya ha comenzado a trabajar con los grupos implicados.